A más de un año de la aparición del COVID-19 en Latinoamérica, la educación a distancia se ha convertido en la norma. Lo anterior ha supuesto un reto para las escuelas, los padres y los estudiantes con respecto al uso de nuevas herramientas tecnológicas, el desarrollo de capacidades complementarias y la adopción de una mentalidad diferente. Desde mayo de 2020, en EY-Parthenon hemos monitoreado el impacto de la pandemia para entender los efectos del cierre de escuelas, la evolución de la educación en línea y el futuro de los modelos de educación básica y media superior en Colombia, México y Perú.
De acuerdo con nuestra investigación, la mayoría de los padres ha hecho inversiones para mejorar el acceso a Internet y dispositivos en el hogar para que sus hijos puedan adaptarse a la educación a distancia. Descubrimos que la percepción sobre las clases en línea no ha cambiado significativamente. La mayoría de los padres considera atractiva la educación en online solo si es temporal y están dispuestos a enviar a sus hijos a las escuelas una vez que vuelvan a abrir. Nuestra investigación revela que la falta de interacción entre los alumnos en el entorno virtual es una de las principales preocupaciones.
En comparación con el inicio del confinamiento, los padres están de acuerdo con que la mayoría de las escuelas han fortalecido su oferta educativa a distancia con mejores contenidos y herramientas tecnológicas; sin embargo, no todas las instituciones educativas han hecho frente a la pandemia de forma positiva, lo que ha provocado que las inscripciones y los precios se vean perjudicados. En EY-Parthenon anticipamos que el impacto financiero del COVID-19 en las escuelas —desde nivel básico hasta nivel medio superior— continuará durante 2021. Conforme avancemos hacia 2022, podrán aprovechar todos los recursos, el talento humano y las plataformas Ed-Tech adquiridos durante el confinamiento para ofrecer una mayor variedad de programas educativos de alta calidad, incluyendo opciones híbridas.
Los datos de este informe fueron obtenidos a través de la aplicación de más de 1,660 encuestas en línea con padres cuyos hijos asisten a escuelas de nivel básico hasta nivel medio superior, así como de entrevistas con participantes del sector educativo en Colombia, México y Perú.