1. Guerra en Ucrania
La incertidumbre en torno a la guerra y sus consecuencias seguirá siendo muy alta, con importantes impactos políticos y económicos regionales y globales. Toda escalada significativa en la guerra probablemente conducirá a sanciones adicionales en los mercados desarrollados a Rusia, lo que también afectará a las economías de los países sancionadores.
2. Desacoplamiento China-Occidente
Washington y Bruselas probablemente seguirán imponiendo nuevas políticas restrictivas dirigidas explícita o implícitamente a China. Y es probable que Beijing continúe desplazando las políticas nacionales y exteriores para que se entrelacen menos con las cadenas de valor occidentales. Es probable que el resultado sea una erosión constante de la conectividad económica.
3. Estados geopolíticos oscilantes
Las tensiones geopolíticas han creado crecientes presiones sobre los poderes medios para alinearse con un bloque geopolítico. Pero algunos buscarán mantener relaciones con múltiples potencias globales y maximizar el apalancamiento diplomático. India, Brasil, Turquía y Arabia Saudita estarán entre los estados geopolíticos oscilantes más influyentes.
4. Enfoque en la autosuficiencia económica
Los gobiernos buscarán reducir la dependencia de sus economías de otros países, particularmente de sus rivales estratégicos. Estos incentivos y restricciones de política tenderán a ser específicos del sector con énfasis en las industrias estratégicas. En algunas instancias, incluirán aliados y socios con políticas que promuevan el nearshoring y el friendshoring.
5. Endurecimiento de bloques tecnológicos
La tecnología seguirá siendo un área estratégica de competencia geopolítica, con políticas restrictivas susceptibles de expandirse a través de nuevos controles de comercio e inversión. Es probable que los semiconductores sigan siendo un área clave de enfoque. Estas tendencias pueden reforzar aún más la aparición de bloques tecnológicos fragmentados y distintos.
6. Imperativo de seguridad energética
Los gobiernos persiguen múltiples objetivos de seguridad energética, a veces incompatibles, simultáneamente: confiabilidad del suministro, asequibilidad para hogares y negocios, y sostenibilidad ambiental. Es probable que los formuladores de políticas diverjan en su priorización de estos objetivos, lo que lleva a un panorama energético global más complejo.
7. Políticas ESG aceleradas
Es probable que las políticas ambientales, sociales y de gobierno (ESG) se centren en desafíos a corto plazo, como cumplir con los objetivos de reducción de emisiones, un mayor escrutinio de los problemas sociales y la ampliación de la presentación de informes corporativos no financieros. Un retroceso en algunos mercados y las tensiones geopolíticas a nivel mundial conducirán a avances acelerados en temas de ESG.
8. Paradoja inflación-recesión
Es probable que persista una inflación alta, incluso cuando el endurecimiento de la tasa de interés del banco central podría empujar a las economías a la recesión. Esto podría llevar a más cambios de gobierno, inestabilidad política y disturbios sociales. Los impagos soberanos y las crisis económicas son probables en algunos mercados emergentes, lo que también podría llevar a la inestabilidad política.
9. Inseguridad e inestabilidad alimentaria
Es probable que la inseguridad alimentaria siga siendo un desafío importante, ya que los gobiernos se verán desafiados a estabilizar los precios en medio de tasas de interés elevadas y altos costos de importación. La falta de acción global coordinada significa que la inseguridad alimentaria probablemente seguirá elevando el riesgo de inestabilidad política.
10. Los gobiernos de izquierda de América Latina
La mayoría de las economías más grandes de América Latina estarán gobernadas por presidentes de izquierda. Estos países son productores clave de materias primas agrícolas y minerales verdes, por lo que sus elecciones de políticas pueden afectar la dinámica del mercado global. Las políticas gubernamentales también afectarán las oportunidades de inversión y cadena de suministros en la región.