Análisis: La eólica marina ante su mayor punto de inflexión
La 28ª Conferencia de las Partes (COP28) se reunirá entre los días 30 de noviembre y 12 de diciembre en Dubái para debatir sobre el progreso de los objetivos climáticos, la descarbonización y las tecnologías que mayor influencia tendrán en la transición ecológica. Además, en esta ocasión, se presentará por primera vez el balance mundial, una discusión acerca de en qué punto se encuentra el mundo en relación con el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París.
Es un buen momento para que los países se planteen el ritmo de la transición ecológica y cómo ampliar la ambición y las inversiones. En este sentido, EY se ha sumado a la petición 3xRenewables, de la Alianza Global de Energías Renovables (GRA), de triplicar la capacidad mundial de las renovables hasta los 1.000 GW para 2030.
Para acelerar la transición, es interesante detenerse a analizar las tecnologías que nos permitirán transicionar más rápidamente hacia un sistema de producción de energía limpio. Una de las tecnologías más prometedoras es la eólica marina, a la que frecuentemente se nombra como lo más parecido que tenemos actualmente a una forma sostenible de generación de energía. Sin embargo, el sector offshore está sufriendo las consecuencias del contexto económico desfavorable.
Las interrupciones de la cadena de suministro han provocado que los costes globales de los proyectos aumenten un 39% desde 2019 a la vez que el sector está lidiando con los efectos del aumento en los precios de la energía causado por la guerra en Ucrania y las tensiones macroeconómicas. Lo importante del análisis es discernir si esta situación es pasajera o si está aquí para quedarse y, en última instancia, si la eólica marina es un buen puerto para los inversores internacionales.
Para ello debemos fijarnos en países que están a la vanguardia de este tipo de instalaciones, como Alemania, que otorgó casi 9 GW en dos subastas este año, y los países nórdicos, con Suecia que aprobó dos parques eólicos marinos en su costa oeste este año y Finlandia que otorgó 1,3 GW a finales de 2022.
En el análisis de esta edición, se traza el camino que deben seguir empresas y gobiernos en materia de aprovechamiento de las economías de escala, reducción de los costes y riesgos en las cadenas de suministro e innovación tecnológica que permitan a la energía offshore desplegar su pleno potencial y contribuir de manera significativa en la carrera por la descarbonización.