Para desbloquear realmente el valor de la transformación digital, la autenticidad debe estar en el centro de la experiencia de cada cliente.
Este artículo fue informado por insight shared en Innovation Realized, la cumbre inmersiva de EY para ejecutivos de la junta directiva e influencers del mercado para impulsar el pensamiento innovador hacia acciones significativas.
Es una paradoja desafiante que la misma fuente de valor en los datos de la era digital también se esté convirtiendo en la mayor fuente de riesgo. Por un lado, las empresas deben adoptar la tecnología para llevar experiencias innovadoras, convenientes y personalizadas a sus clientes, utilizando modelos de negocio basados en datos. Por otro lado, la entrega de estas experiencias significa recoger cada vez más datos personales de los clientes, planteando cuestiones de privacidad, seguridad y ética.
Como resultado, la confianza se está convirtiendo cada vez más en el criterio para medir la lealtad de los clientes, el compromiso de los empleados, el mantenimiento de la ventaja competitiva y, lo que es más importante, para asegurar la credibilidad ante los reguladores e inversores.
Una herramienta imprescindible en la economía digital
Los clientes son cada vez más conscientes del valor que sus datos generan para las empresas y están dispuestos a compartirlos, siempre y cuando se traduzcan en resultados favorables para ellos mismos. Y cada vez más empleados quieren trabajar para empresas que reflejen y defiendan sus propios valores y normas éticas. El riesgo de perder la confianza de los stakeholders claves es nada menos que letal para las empresas.
Los resultados del Edelman Trust Barometer 2019 subrayan los beneficios que disfrutan las empresas que invierten en construir y mantener la confianza.
La encuesta reveló que los empleados que confían en sus empleadores muestran una mayor advocacy (71%), loyalty (78%), engagement (74%) y commitment (81%). Además, el 78% de los encuestados afirma que la forma en que una empresa trata a sus empleados es uno de los mejores indicadores de su fiabilidad.
La confianza no sólo es importante para las nuevas empresas, sino también para los grandes operadores históricos que utilizan los datos de nuevas maneras a medida que se transforman digitalmente. La mayoría de los encuestados (67%) dijo que una buena reputación puede hacer que prueben un producto, pero si no pueden confiar en la empresa que está detrás del producto, dejarán de comprarlo. Si bien la transformación digital es un imperativo en el mercado actual, las empresas con marcas heredadas significativas deben tener cuidado con los riesgos y centrarse en la creación de valor a largo plazo.
Por lo tanto, la confianza es un elemento imprescindible en la economía digital basada en datos, lo que la convierte en una competencia esencial para las empresas que buscan obtener una ventaja en el clima ferozmente competitivo de hoy en día para los clientes y el talento.