2023 Global Insurance Outlook: Cómo impulsar un cambio con propósito en tiempos de incertidumbre

Navegar por un panorama macroeconómico y geopolítico incierto

El mercado de seguros ha pasado de una inflación baja, bajas tasas de interés y mercados globales integrados a una inflación creciente, tasas de interés más altas y un mayor proteccionismo.

De cara al futuro, se proyecta que la inflación básica alcance su punto máximo a fines de 2022 y comience a enfriarse rápidamente en 2023. Esa aceleración será el resultado de una actividad global más débil, una corrección del mercado inmobiliario en varias regiones, la flexibilización de las tensiones de la cadena de suministros, un mayor endurecimiento de la política monetaria en todo el mundo y los efectos deflacionarios de una probable recesión global.

La inflación tendrá impactos variables en toda la industria. Los aumentos impulsados por la inflación en los costos de siniestros (por ejemplo, reparaciones, repuestos, mano de obra) serán un problema particular para las aseguradoras de propiedad y siniestros (P&C, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, donde los reguladores han estado bajando los aumentos de tarifas. En la región de Asia-Pacífico, la corta duración de los productos de seguros en muchos mercados da a las aseguradoras una mayor capacidad para reevaluar las pólizas rápidamente, corrigiendo así la inflación y compensando parcialmente las reservas agotadas. Las compañías de seguros de vida son cautelosamente optimistas ya que las tasas de interés más altas hoy alimentan la rentabilidad futura y parecen superar el impacto de la inflación.

Mientras que la inflación y la recesión perjudicarán a las aseguradoras, en términos de aumento de los costos de los siniestros y reducción de la demanda, la subida de los tipos de interés puede suponer un impulso para los beneficios, gracias a la mejora de la rentabilidad de las inversiones. Pero esos retornos requerirán una toma de decisiones valiente, una cobertura cuidadosa y refinamientos oportunos de las políticas de gestión de activos y pasivos. El resultado final es que las aseguradoras necesitarán monitorear una variedad de métricas, incluyendo la liquidez y las valoraciones de activos, y estar preparadas para ajustar las políticas de gestión de activos y pasivos (ALM, por sus siglas en inglés) en línea con la evolución del mercado.

Las tensiones geopolíticas han aumentado considerablemente en los últimos años. La guerra en Ucrania ha causado el impacto más significativo en las relaciones geopolíticas desde la Guerra Fría. El resultado para los líderes empresariales es la mayor consideración de los factores geopolíticos en la toma de decisiones estratégicas y la asignación de recursos.

Las “exclusiones de guerra” pueden limitar las pérdidas por siniestros, aunque eso está lejos de ser cierto, especialmente en relación con la cibernética, y las políticas diseñadas para cubrir el riesgo político. Las líneas de negocio de marina, aviación y tránsito (MAT, por sus siglas en inglés) probablemente sentirán los mayores impactos en términos de aumentos de precios. La suscripción al seguro de riesgo político y crédito comercial también será mucho más cautelosa. Los crecientes volúmenes de ciberataques patrocinados por el estado son otro vector de riesgo importante que los líderes senior de seguros están monitoreando, en gran parte porque sus clientes comerciales pueden verse atrapados en el impacto.

Las compañías de seguros que se centran en la brecha de protección pueden prosperar al hacer el bien

El entorno recesivo no está ayudando a la enorme y creciente brecha mundial de protección. De hecho, la brecha — incorporando clima y ciberprotección, así como ahorros para la jubilación y seguros de vida y salud — sólo va a ampliarse. Las tendencias demográficas, especialmente el aumento de la longevidad, también apuntan a brechas crecientes.

A raíz de la pandemia de COVID-19, los disturbios sociales y más desastres naturales, los consumidores y las empresas nunca han sido más conscientes de su necesidad de protección. Cerrar la brecha requerirá que las aseguradoras piensen y actúen de manera diferente, lanzando nuevos productos y servicios de manera innovadora, con nuevos modelos de suscripción y a través de nuevos canales de distribución. Esas nuevas fuentes de ingresos pueden hacer frente a la brecha de protección de 1 billón de dólares. En otras palabras, las aseguradoras que sigan enfocándose exclusivamente en los riesgos que siempre han escrito de manera rentable no solo perderán el enorme potencial al alza, sino que también contribuirán a la brecha cada vez mayor.

Al observar el riesgo climático, las aseguradoras necesitan desarrollar nuevos productos (por ejemplo, productos paramétricos) que protejan contra daños físicos y ayuden a liderar colaboraciones público-privadas para riesgos no asegurables. Pero las aseguradoras también tienen un papel crítico que desempeñar para facilitar la transición a una economía cero neto. El riesgo cibernético presenta una oportunidad similar; las soluciones de seguros deben proteger contra el riesgo a la baja y brindar soporte a todo tipo de negocios para reducir sus exposiciones.

Por convincente que sea el crecimiento al alza, las aseguradoras no deben perder de vista el panorama general. Al abordar la brecha de protección, las aseguradoras pueden vivir su propósito de proteger a las personas, empresas y comunidades contra las amenazas más severas. En otras palabras, este es un caso clásico de prosperar al hacer el bien.

El caso de negocio para nuevos modelos de negocio y propuestas de valor

Incluso si no existiera una brecha de protección, las aseguradoras tendrían amplias razones para desarrollar nuevas propuestas de valor para ejecutar sus estrategias de crecimiento, entre ellas:

• Cambio de las necesidades de los clientes en cada línea de negocio
• Mayor conciencia sobre los riesgos y amenazas inesperados
• Intensificar la competencia de jugadores no tradicionales
• Convergencia continua de la industria dentro de los servicios financieros
• Desarrollos regulatorios, incluyendo mayor énfasis en seguros abiertos
• El auge de los seguros integrados
• Las expectativas de los mercados de capitales

Todos estos factores, que son simultáneamente oportunidades de crecimiento y amenazas competitivas, deberían motivar a las aseguradoras a desarrollar nuevas soluciones, muchas de las cuales estarán diseñadas para reducir la brecha de protección. Pero la innovación en la próxima era de los seguros no solo se tratará de qué productos venden las aseguradoras, sino más bien del valor que aportan y los modelos de negocio que adopten para crear ese valor. Pensemos en cómo las presiones macroeconómicas están impulsando la demanda de una cobertura más simple y accesible, como la disponible a través de seguros integrados.

Las nuevas propuestas de valor y los modelos de negocio variarán según las líneas de negocio. En los seguros de vida, el bienestar financiero es lo que quieren los clientes, lo que significa que las aseguradoras deben servir como asesores, brindando orientación creíble y opciones para ayudar a los asegurados a alcanzar sus metas. En las líneas que no son de vida, con más protección entregada automáticamente a través de ofertas integradas y basadas en el uso, la calidad del servicio y la experiencia general se vuelven mucho más importantes que la transferencia de riesgos en sí.

Para algunos clientes de P&C, las aseguradoras brindarán acceso a agentes y asesores humanos, pero las aplicaciones, plataformas y experiencias personalizadas y habilitadas digitalmente serán el punto focal de la gran mayoría de las interacciones.

En la era digital, es poco probable que las aseguradoras individuales ofrezcan experiencias perfectamente fluidas por su cuenta. Más bien, las colaboraciones con otros actores a través de ecosistemas ayudarán a las aseguradoras a reinventar sus productos y servicios. Las aseguradoras que diseñen las estrategias de ecosistema adecuadas se beneficiarán de una mejor gestión de riesgos, reducción de siniestros y nuevas fuentes de ingresos.