9 minutos de lectura 15 nov. 2021
Vista de ángulo alto del puente sobre la carretera en medio de los árboles

Cómo los impuestos influyen en el diseño de cadenas de suministros sostenibles

Por EY Global

Ernst & Young Global Ltd.

9 minutos de lectura 15 nov. 2021

Las sanciones fiscales y los incentivos legales en torno a la sostenibilidad y el medio ambiente están obligando a replantear radicalmente las cadenas de suministros globales.

En resumen
  • Las consideraciones fiscales son cada vez más importantes en los esfuerzos de las organizaciones por hacer que las cadenas de suministros globales sean más resilientes y sostenibles.
  • La función fiscal desempeñará un papel fundamental a la hora de ayudar a las organizaciones a aprovechar los incentivos ecológicos del gobierno, reduciendo al mismo tiempo la exposición a las sanciones.
  • Las empresas que no dan prioridad a estas cuestiones fiscales, de sostenibilidad y de cadena de suministros se arriesgan a incurrir en sanciones y costos, y a perder oportunidades.

Aunque algunas disrupciones de la cadena de suministros son visibles y predecibles, muchas empresas globales están aprendiendo ahora la verdad ineludible de que la mayoría no lo son. La seguridad de las operaciones globales se ve amenazada por una serie de fuerzas imprevistas, desde fenómenos meteorológicos extremos y pandemias, hasta conflictos comerciales, giros geopolíticos y limitaciones de capacidad y suministro de materiales, con escasez desestabilizadora de productos básicos como los semiconductores y el combustible.

"Esta disrupción ha hecho que las empresas piensen realmente en la cadena de suministros del futuro", afirma Jay Camillo, EY Global Operating Model Effectiveness Leader, International Tax and Transaction Services. "Necesitan garantizar la sostenibilidad en términos de tener la resiliencia para seguir cumpliendo con las obligaciones de los clientes y los niveles de servicio, mantener la competitividad de los costos y equilibrar los riesgos, todo ello reduciendo su huella medioambiental".

De hecho, los consumidores exigen cada vez más productos sostenibles. Los mejores empleados quieren trabajar para organizaciones que aporten valor a la sociedad, y los inversores necesitan ver que las marcas se mueven al ritmo de los gustos del público. Pero hay otro factor que influye en el diseño de las cadenas de suministros globales — los impuestos.

Muchos países de todo el mundo están aplicando un enfoque de dos vertientes para la sostenibilidad. Esto incluye la introducción de incentivos – en forma de financiación, subvenciones, créditos y reembolsos – así como sanciones para las actividades que crean externalidades ambientales negativas.

Si bien la UE es la primera en incentivos ecológicos, otros países la siguen. En Estados Unidos, la sección 48C del IRC ha asignado 2.3 mil millones de dólares en créditos fiscales a proyectos de fabricación de energías limpias y parece que va a ampliar la disposición. Y aunque la mayoría de los países en desarrollo aún no ofrecen incentivos específicos para la sostenibilidad, es probable que sigan su ejemplo a su debido tiempo.

"Llegará", afirma Brian Smith, EY Global Incentives, Innovation and Location Services Leader. "El sudeste asiático está tratando de adoptar más incentivos verdes, centrándose en la tecnología de I+D, para que los activos sean más ecológicos. China está adoptando más políticas ecológicas para fomentar la producción en determinados sectores. A medida que avancemos hacia cosas como la economía del vehículo eléctrico, todo el mundo tendrá que seguirnos".

Los gobiernos están mejorando su juego

En cuanto a las sanciones, muchos gobiernos están introduciendo impuestos sobre el carbono y otros instrumentos de fijación de precios para reducir las emisiones de carbono y otros resultados medioambientales negativos, como los residuos en la cadena de suministros, y para impulsar en cambio la inversión hacia una fabricación y una logística más sostenibles.

Uno de estos instrumentos de fijación de precios es el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Emisiones Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés) de la UE, que entrará en vigor en 2026, aunque los requisitos de información comenzarán en 2023 para un grupo específico de productos. A diferencia de los impuestos sobre el carbono y los costos relacionados con el sistema de comercio de emisiones, que se aplican a las instalaciones de producción fijas, los costos del CBAM, tal y como se proponen actualmente, se aplican en el punto de importación a la UE, pero también se ven afectados por los regímenes de carbono del país de origen.

"A medida que se identifican más externalidades medioambientales, relacionadas o no con el carbono, y se incluyen en la legislación ecológica, las cadenas de suministros estarán sujetas a impuestos y medidas de fijación de precios en múltiples lugares de las cadenas de suministros", afirma Alenka Turnsek, EY EMEIA Sustainability Tax Leader. "El panorama de la legislación fiscal y reglamentaria medioambiental es cada vez más complejo y fragmentado".

Y la situación se complicará aún más con la introducción de nuevos impuestos sobre los envases de plástico a partir de 2022, la ampliación de los regímenes de responsabilidad ampliada del productor y otros instrumentos de fijación de precios relacionados con la reducción de los residuos, todo ello con el objetivo de reducirlos y aumentar la reutilización y el reciclaje de los envases de plástico y otros materiales. También se espera que las medidas de preservación del agua y de fijación de precios y preservación de la biodiversidad suban en la agenda internacional.

Los directores de operaciones (COO, por sus siglas en inglés) y los directores de la cadena de suministros tendrán mucho trabajo. En la búsqueda de la resiliencia, es posible que tengan que integrar la visibilidad de extremo a extremo y el monitoreo de riesgos en sus cadenas de suministros; diseñar redes versátiles y ágiles; desarrollar modelos operativos y fuerza laboral sólidos; y asegurar fuentes de suministro alternativas.

A esa lista, pueden añadir las exigencias de la sostenibilidad: garantizar productos y diseños sostenibles que permitan la preservación de los recursos a través de la economía circular, que requiere acercarse a los clientes o intercambiar materiales con una huella ambiental y social más positiva; descarbonizar la cadena de valor; y establecer una cultura de trazabilidad, transparencia y divulgación en toda la cadena de suministros.

Pero esto, según Hein Brinkmann, Associate Partner, Supply Chain and Operations de Ernst & Young Abogados SLP, no es más que el primer paso de un camino más largo. Para poder cumplir plenamente los objetivos de los gobiernos, cree que las empresas tendrán que adoptar modelos de negocio circulares, alargando los ciclos de vida de los productos y asumiendo la responsabilidad del producto al final de su vida útil. Esto les permitirá mejorar aún más su consumo de energía y la eficiencia de los materiales. Esto supone una importante oportunidad de negocio.

"¿Cómo se va a definir un nuevo modelo de negocio, que no tenga como objetivo volúmenes de producción cada vez mayores?", se pregunta Brinkmann. "Esto requiere una redefinición del catálogo de productos y servicios y una serie de capacidades y procesos de la cadena de suministros diferentes, lo que desencadena muchos otros debates, incluso en torno a los impuestos e incentivos".

"Creo que habrá un tsunami de cambios que vendrá hacia nosotros en los próximos 5 a 10 años. Es algo positivo, pero existe el riesgo de que las empresas no gestionen bien la transformación. Pueden ser uno de los líderes de la economía circular o un rezagado".

El papel de la función fiscal

Si está claro que todo esto presiona a los COO y directores de la cadena de suministros, la función fiscal también tiene un papel clave en el cambio. Por un lado, el auge de la sostenibilidad significa que los nuevos productos y servicios aportan un nuevo valor, o que se da un nuevo valor a los procesos y productos existentes por su impacto económico, medioambiental y social positivo en las empresas y sus stakeholders. Y esta "sostenibilidad basada en el valor" tendrá implicaciones fiscales.

"Es una cuestión fiscal directa", dice Camillo. "¿Quién en la empresa está financiando e impulsando el valor añadido? ¿Y qué entidad dentro de la estructura empresarial va a ser la propietaria de las innovaciones? La innovación impulsada por mecanismos como CBAM, requerirá un seguimiento y análisis del desarrollo de soluciones de valor añadido para garantizar que las consecuencias del impuesto sobre la renta se conozcan bien de antemano".

Esto tiene importantes implicaciones para la práctica común de los precios de transferencia. En la última encuesta EY Transfer Pricing Survey, publicada en octubre de 2021, el 68 % de los encuestados dijo que las políticas de ESG y sostenibilidad en su organización tendrían un impacto medio o alto en su enfoque de los precios de transferencia. Y el 74 % dijo que el cambio en la cadena de suministros tendría un impacto similar medio o alto.

¿Por qué? Porque para ofrecer esta sostenibilidad añadida y pasar potencialmente a un modelo circular – proporcionando bienes de menor costo y obteniendo al mismo tiempo un mayor margen – la empresa tendrá que hacer inversiones en su cadena de suministros, por las que su función de I+D debe ser compensada. Esto puede cambiar fundamentalmente la ponderación del valor en toda la organización.

"Puede ser que una función se esté realizando en un país diferente al anterior, o que sea una función completamente nueva que tendrá que ser remunerada", dice Ronald van den Brekel, EY Global Transfer Pricing Market and Innovation Leader.

Van den Brekel cita la experiencia de un cliente del sector del comercio de materias primas que había desarrollado un software para demostrar el origen de sus productos y rastrearlos a lo largo de la cadena de valor. El desarrollo de software se consideraría normalmente un costo de la actividad empresarial, pero como los conocimientos de esta solución de software eran claramente clave para el negocio, se convirtió en un importante motor de valor. La empresa tuvo entonces que enfrentarse a preguntas sobre dónde se había desarrollado el software y decidir si debía cobrar un canon o una licencia.

"Muy a menudo, las empresas se enfrentan a la sostenibilidad como si fuera algo habitual, con un entendimiento teórico de que ha provocado un cambio en los impulsores de valor", dice van den Brekel. "Pero a menudo no lo han pensado del todo, y no han cambiado su asignación de beneficios para adaptarse".

Trazar el camino a seguir

Los precios de transferencia son sólo un área en la que, tras repensar su cadena de suministros, una empresa puede verse expuesta. De hecho, aunque una mayor sostenibilidad trae consigo posibles oportunidades, las organizaciones tendrán que abordar la exposición a los mencionados impuestos de sostenibilidad a través de la transformación de la cadena de suministros habilitada por abundantes incentivos.

La reestructuración y la preparación ambiental y social de la cadena de suministros deberían mitigar la exposición a muchos de los impuestos y regulaciones que se están introduciendo. También debería gestionar el riesgo empresarial, tanto en la reputación como en la seguridad de la cadena de suministros.

Las empresas pueden ganar mucho si logran este equilibrio. Para lograrlo, la C-suite y los líderes de impuestos deberían considerar los siguientes pasos clave:

  • Comprender la nueva legislación e impuestos ecológicos, así como el cambiante panorama de los incentivos: ¿Existen ya herramientas y medidas? ¿Dónde se prevén? ¿Y qué aspecto tienen?
  • Saber quién es el dueño y quién contribuye a la estrategia de sostenibilidad: los impuestos ecológicos se denominan impuestos, pero en su naturaleza son costos por encima de la línea, destinados a cambiar comportamientos. La responsabilidad de la sostenibilidad tiende a variar entre las empresas y no siempre recae en un solo papel o función. La aplicación de la estrategia de sostenibilidad requiere la colaboración de todas las funciones de una forma que históricamente no ha sido necesaria. Un objetivo común que abarque funciones y geografías pone a prueba las estructuras organizativas y los indicadores de rendimiento actuales.
  • Convertir esa comprensión en lo que significa para la empresa en términos financieros: establecer objetivos de sostenibilidad de la cadena de suministros que se apliquen a todo el ecosistema.
  • Mantener la función fiscal cerca de las operaciones: el departamento fiscal debe estar conectado con el director de la cadena de suministros, el director de compras y el COO, desde la fase más temprana posible del proceso, porque muchas medidas de sostenibilidad en la cadena de suministros pueden tardar de tres a cinco años en surtir efecto. Es tarea de la función fiscal introducir en la planificación de alto nivel la información más reciente sobre incentivos, impuestos y otras medidas de fijación de precios. Si no se hace así, se generarán costos adicionales.

La sostenibilidad es una tarea de gran envergadura y puede requerir que la empresa adopte un nuevo enfoque de colaboración entre funciones.

Conclusión

El mundo está asistiendo a las primeras fases de una revisión radical de las cadenas de suministros globales. Enfrentadas a una serie de amenazas, las empresas de todo el mundo buscan la resiliencia de la cadena de suministros, sin dejar de lado las preocupaciones medioambientales y de sostenibilidad.

Dado que los gobiernos intentan cambiar el comportamiento de las empresas en lo que respecta a las emisiones y los residuos, cabe esperar que se apliquen más impuestos medioambientales, gravámenes y otros costos. Y, por necesidad, más incentivos para que los países puedan suavizar el golpe y seguir siendo atractivos como lugar de negocios.

Por ello, la función fiscal tiene un papel importante en el cambio de la cadena de suministros. Si una empresa no conoce su huella fiscal en el medio ambiente, o cómo va a cambiar, puede estar expuesta a costos innecesarios o podría infrautilizar los incentivos fiscales en su viaje de transformación.

Para tener éxito, la sostenibilidad necesita una responsabilidad clara. Además, la función fiscal debe permanecer en estrecho contacto con las operaciones para incorporar sus conocimientos a una planificación estratégica más amplia desde el principio.

"Los impuestos deben integrarse realmente en el negocio en todos los ámbitos", dice Camillo. "Esto incluye la zanahoria, el palo, los precios de transferencia y el impuesto sobre la renta, con el fin de garantizar que la empresa no solo evite problemas fiscales, sino que aproveche la gran oportunidad que puede suponer la creación de cadenas de suministros sostenibles".

Resumen

Los acontecimientos globales, las exigencias de los consumidores y las medidas gubernamentales en materia de sostenibilidad están obligando a las empresas a reconsiderar la naturaleza misma de las cadenas de suministros globales.

No hay que subestimar el papel de los impuestos y las finanzas – hay que aprovechar los incentivos fiscales y mitigar las sanciones.

El grado de alineación de la función fiscal en toda la organización será fundamental para el éxito futuro.

Las organizaciones que sean progresistas y se pongan a la cabeza a la hora de reimaginar sus cadenas de suministros podrían resultar ganadoras.

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