¿Cómo podemos avanzar mientras la brecha económica de género sigue retrocediendo?

Por Julie Linn Teigland

EY EMEIA Area Managing Partner and EY Global Leader – Women. Fast forward

Apasionada por el poder de la transformación digital y la innovación y su potencial para generar un crecimiento sostenible e inclusivo para los clientes. Vocera de Women20 global agenda.

5 minutos de lectura 9 ene. 2020

No lograremos la paridad de género hasta que nos unamos para abordar la desigualdad económica.

El crecimiento del producto interno bruto (PIB) mundial ha sido, en promedio, del 3,8% anual durante el último decenio, pero ese crecimiento no está ayudando a promover la igualdad económica entre los géneros. De hecho, está teniendo el efecto contrario. A medida que el mundo se hace más rico, análisis recientes muestran que las mujeres se están volviendo más pobres en comparación con sus homólogos masculinos.

El Informe sobre la Brecha de Género Global 2020 del World Economic Forum destaca la escala del problema que enfrentamos. Si bien hay buenas noticias con la reducción de la brecha general de género, que se ha reducido a 99,5 años, en comparación con los 108 años de 2018, la brecha económica de género se ha ampliado considerablemente – ahora 257 años, en comparación con la cifra de 202 años del informe de 2018.

Es estupendo ver que las mujeres viven más tiempo y con mejor salud, reciben una educación de mayor nivel y participan más activamente en la política – que son solo algunos de los factores que han contribuido a la reducción de la brecha de género en general. Pero esta brecha nunca se cerrará realmente mientras siga habiendo una desigualdad económica extrema.

A menos que tomemos medidas activas para hacer frente a la desigualdad económica, ésta puede repercutir negativamente en otras áreas como la salud y la política, creando una espiral descendente una vez más, ampliando la brecha general de género.

¿Por qué las mujeres van tan atrás de los hombres en el frente económico? Actualmente, en todo el mundo el 55% de las mujeres adultas están en el mercado laboral, en comparación con el 78% de los hombres, aunque el ingreso anual promedio de las mujeres es de alrededor de 11.500 dólares, en comparación con los 21.500 dólares de los hombres. Las mujeres también suelen ser objeto de prácticas discriminatorias sesgadas, incluida la "pena de maternidad": las madres se enfrentan a sesgos en la contratación, los salarios iniciales y la competencia percibida, mientras que los padres pueden beneficiarse de ser padres. Del mismo modo, si son emprendedoras, los prejuicios contra las mujeres pueden significar que estas luchan por acceder al capital que necesitan para crecer y ampliar sus empresas.

Entonces, ¿cómo podemos asegurarnos de no esperar más de dos siglos para lograr la igualdad económica? Hay acciones que podemos tomar ahora.

Mejorar el efecto de modelo a seguir

Por ejemplo, necesitamos más modelos a seguir para alimentar las ambiciones de las mujeres. El Informe sobre la Brecha de Género Global del World Economic Forum encuentra una correlación positiva entre los países que tienen un alto nivel de empoderamiento político de la mujer y su elevado número de mujeres en puestos de responsabilidad. Necesitamos que las empresas desempeñen un gran papel aquí: las mujeres necesitan ver que ese liderazgo es alcanzable y real. Es más, no solo deben ser llamadas a liderar en tiempos de crisis o en circunstancias que les dificulten increíblemente el éxito – el llamado escenario "glass cliff".

Arreglar la brecha digital

Necesitamos atraer a más mujeres al sector tecnológico. La tecnología está cambiando nuestro mundo para mejor en muchos sentidos. Sin embargo, está teniendo una influencia negativa en la brecha económica de género. Las mujeres están muy representadas en los puestos de oficina de retail y de cuello blanco, que se ven afectadas de manera desproporcionada por el cambio hacia la automatización. Al mismo tiempo, no están lo suficientemente representadas en los empleos relacionados con las tecnologías emergentes – empleos que podrían permitirles desarrollar las aptitudes buscadas, ganar salarios elevados y llegar a ser líderes o empresarias de alto nivel.

El análisis realizado por World Economic Forum, en asociación con LinkedIn este año, ha encontrado que solo el 12% de las mujeres están empleadas como profesionales de la computación en la nube, y el 88% restante de los puestos son ocupados por hombres. Poco más de uno de cada cuatro profesionales de los datos y la inteligencia artificial son mujeres, según el análisis. Esto es motivo de gran preocupación, dado que las mujeres profesionales del sector de la tecnología son cruciales para garantizar que las soluciones futuras no tengan ningún tipo de sesgo de género involuntario.

Atraer a más mujeres al sector requiere un gran esfuerzo de un conjunto amplio y diverso de stakeholders. Pero el primer paso es fomentar la adopción de la educación STEM, independientemente de la edad. Lamentablemente, hoy en día muchas niñas y mujeres se ven privadas de los medios para aprender estas habilidades porque no completan la educación secundaria básica.

En 2018, un informe del Banco Mundial reveló que 132 millones de niñas en todo el mundo, de entre 6 y 17 años de edad, no asisten a la escuela, y solo un tercio de las niñas de países de bajos ingresos terminan el primer ciclo de la enseñanza secundaria. Según el informe, las mujeres adultas de todo el mundo están perdiendo entre 15 y 30 billones de dólares en ingresos de por vida por no haber completado 12 años completos de educación.

El informe sobre la Brecha de Género determinó que las diferencias de nivel educativo entre hombres y mujeres eran pequeñas en promedio, pero descubrió que en algunos países la inversión en el talento de las mujeres era "insuficiente". También observó que incluso en los países en que el nivel educativo es relativamente alto, "las aptitudes de las mujeres no siempre están a la altura de las requeridas para tener éxito en las profesiones del futuro".

Abordar el déficit de aptitudes apoyando la educación de las mujeres

La educación de las niñas y las mujeres es la base de todos los demás esfuerzos por cerrar la brecha económica entre los géneros. La educación permite a las mujeres conseguir empleos bien remunerados en la tecnología y otros sectores deseables, así como aumentar sus posibilidades de acceso a la financiación para iniciar sus propios negocios. También necesitan educación para seguir carreras en las que puedan marcar la diferencia para otras mujeres – en la política o la salud, por ejemplo.

Hoy en día, el mundo se encuentra en una situación de escasez de conocimientos, siendo especialmente aguda la falta de conocimientos tecnológicos. Por lo tanto, es de interés para los gobiernos y las empresas que colaboren para asegurar que las niñas vayan al colegio y estudien temas orientados al futuro. También deben dotar a las mujeres adultas de los conocimientos necesarios para prosperar en un mundo cada vez más impulsado por la tecnología.

Con los directores generales y ejecutivos de algunas de las organizaciones más poderosas y reconocidas del mundo reunidos en Davos en las próximas semanas, los datos del informe de este año deberían servir como un duro recordatorio de la importancia de la igualdad de género en la economía. Es por esta razón que creo que cerrar la brecha económica de género es una cuestión para el mundo, no sólo para las mujeres – sino también, y de manera importante, una cuestión que debería estar en primer lugar en la agenda.

¿Cuándo pasarás el valor a largo plazo de la ambición a la acción? Únete a EY para discutir sobre los temas económicos y sociales más importantes mientras nos preparamos para la World Economic Forum Annual Meeting 2020 – del 21 al 24 de Enero. Únete a la conversación a través de ey.com/wef y utilizando #WEF20 y #BetterWorkingWorld

Resumen

Para ayudar a construir un mundo cohesivo con la igualdad en su núcleo, las empresas deben empezar a abordar la paridad entre los géneros para reducir la brecha económica entre los géneros para las generaciones futuras.

Acerca de este artículo

Por Julie Linn Teigland

EY EMEIA Area Managing Partner and EY Global Leader – Women. Fast forward

Apasionada por el poder de la transformación digital y la innovación y su potencial para generar un crecimiento sostenible e inclusivo para los clientes. Vocera de Women20 global agenda.