- A partir del análisis de más de 1.500 compañías a nivel internacional se confirma la tendencia de mejora paulatina de la divulgación de información sobre cambio climático, existiendo aún margen de mejora significativo en lo relativo a la profundidad en la que se tratan los aspectos más relevantes
- La valoración media de las empresas españolas supera a la media global, aunque mostrando un gap relevante con los países más maduros en la materia como Reino Unido, Canadá o Japón.
- La creciente presión en materia de reporting empuja a las compañías a tomar parte activa en la lucha frente al cambio climático, lo que tiene implicaciones no sólo desde el punto de vista de reporting sino también de gestión.
La divulgación de información sobre asuntos climáticos basados en las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TFCD) es cada vez más relevante para las empresas: el reporting corporativo se ha convertido en asunto clave para poder dar respuesta a las necesidades de información de los diferentes stakeholders para que puedan tomar decisiones debidamente formadas.
Es por ello que EY ha desarrollado la cuarta edición del Barómetro de Riesgo Climático de EY, un análisis exhaustivo de las divulgaciones realizadas, en términos de cobertura (completitud) y calidad (profundidad), por más de 1.500 empresas en 47 países siguiendo el modelo de reporte de TCFD. Según el informe, cada vez son más las compañías que reportan su gestión climática siguiendo las recomendaciones de TCFD, pasándose del 70% en 2021 al 84% en 2022. El informe también destaca que, aunque la calidad del reporte ha aumentado ligeramente y se sitúa en un 44%, frente al 42% en 2021, las empresas no reportan suficientemente el impacto del cambio climático en sus estados financieros.
“Disponer de esta información es especialmente relevante para entender el momento en el que nos encontramos. De hecho, el 86% de los directivos de empresas multinacionales globales ha declarado que, en la coyuntura actual de incertidumbre, un enfoque sensible a los asuntos ESG y al crecimiento sostenible ha sido fundamental para generar confianza entre sus stakeholders, frente al 78% en 2021, según el Informe EY sobre Gobierno Corporativo y Valor a Largo Plazo”, señala Alberto Castilla, EMEIA ESG Solution Lead & Spanish Country Leader de la práctica de Sostenibilidad y ESG de EY.
Principales conclusiones globales del Barómetro de EY
La principal conclusión del reportes es que se ha avanzado mucho en la divulgación climática, sin embargo aún el reporte actual no es tan completo como quisieran inversores, reguladores y otros stakeholders.
· El grado de seguimiento de las recomendaciones de TCFD – cobertura- de los reportes de las empresas analizadas ha mejorado sustancialmente respecto de 2021. Se ha pasado del 70% en 2021 al 84% en 2022.
· La calidad del reporte de las empresas se ha situado en 44 %, frente al 42% en 2021. Como se puede apreciar, este crecimiento es muy inferior al experimentado por la cobertura.
· La estrategia es el elemento que ha experimentado la mayor mejora en términos de calidad, con un aumento de la puntuación media del 38% al 42% en solo un año. Esto probablemente refleja una mayor regulación en torno a la divulgación climática y la respuesta de las empresas a la presión de los inversores para publicar sus planes de transición
· Los países/regiones que lideran el Barómetro en términos de la calidad de sus divulgaciones climáticas son UK, Japón, Korea del Sur, Canadá y Europa del Oeste y del Norte.
· Los datos sobre algunos de los principales retos para las empresas como los análisis de riesgos y oportunidades climáticas, el uso escenarios climáticos, así como la implantación de una estrategia Net Zero son positivos, aunque aún existe margen de mejora.
· El 29% de las empresas hizo referencia al impacto financiero del cambio climático en sus divulgaciones, sin embargo menos de la mitad de estas proporcionó datos cuantitativos. Esto demuestra que las empresas no están sabiendo dar respuesta a la preocupación de los inversores sobre el impacto financieros del cambio climático.
En palabras de Alberto Andreu, senior advisor de EY, “TCFD no nace ni en el seno de organizaciones ambientalistas (que pudieran tener un objetivo más activista), ni de la academia (que pudiera tener un planteamiento más teórico). TCFD nace, y se usa, por aquellos inversores que, cuando analizan una empresa, necesitan tener toda la información disponible para poder tomar sus decisiones de inversión de manera informada, porque entienden que el riesgo climático, como otros riesgos financieros, es un riesgo más de inversión y porque tienen un deber fiduciario ante sus clientes para velar por sus intereses a largo plazo. Y esos inversores ya mueren 118 billones de dólares”
Los resultados para España
Los datos de España destacan ligeramente frente a la media de los resultados globales aunque queda aún camino que recorrer para equipararse a los países que lideran el reporting climático, posicionándose en la posición número 14 en el ranking de países.
Bastantes compañías españolas obtienen la máxima valoración en términos de cobertura, cubriendo todas las recomendaciones de TCFD (haciendo que la media se sitúe en el 86%), mientras que ninguna de las 49 compañías analizadas ha obtenido más de un 80% en la valoración de la calidad (obteniendo una valoración media del 49%).
En comparación con los datos de la última edición, aumenta ligeramente la puntuación de la cobertura de la divulgación (86% en 2022, frente al 85% en 2021), lo que sitúa a España 2 puntos por encima de la media global. Este resultado se debe a la mejora en los criterios de Gobierno (de 83% a 87%) y Estrategia (de 79% a 84%). No obstante, en 2022 se aprecia una ligera caída frente a 2021 tanto en riesgos (84% Vs 86) como en métricas y objetivos (88% Vs 93).
Por lo que respecta a calidad, existe un amplio margen de mejora en los cuatro elementos de las recomendaciones de TCFD. En general, se produce un descenso en 2022 frente a los datos de 2021 en todas las variables: Gobierno (50% Vs 71%); estrategia (48% Vs 68%); riesgos (73% vs 48%); y métricas (52% Vs 76%).
En relación a uno de los grandes retos a los que se enfrentan las compañías, de integración de esta información con la información financiera, el 45% de las empresas españolas reporta información climática en sus estados financieros, frente al 55% de las europeas y al 30% a nivel global. Sin embargo, solo el 4% de las empresas españolas reportan información cuantitativa sobre los impactos de sus riegos climáticos.
Según Alberto Castilla, “nuestro país no se escapa a los crecientes estragos del cambio climático y, sin embargo, aún estamos lejos de donde debemos estar en términos de asignación de capital para acometer el proceso de transición ecológica. Es cierto que la divulgación facilita la descarbonización, pero también es un hecho que las palabras por sí solas no son suficientes para abordar el enorme desafío al que nos enfrentamos. Es hora de pasar de la divulgación a la acción”.
Del reporting a la acción
Por último, ¿qué pueden hacer las organizaciones para acelerar, tanto su propio viaje de descarbonización, como la descarbonización de la economía global aprovechando que cuentan con la divulgación de riesgos climáticos como base sólida para su transformación corporativa?
El informe de EY sintetiza las siguientes:
1. Tratar la divulgación como un medio para un fin, en vez de un fin en sí mismo. Los nuevos y futuros requisitos de divulgación tienen como objetivo proporcionar a los inversores datos comparables relacionados con el clima para que tengan más en cuenta la sostenibilidad en su proceso de decisión, impulsando la evolución de las prácticas de gestión del riesgo climático.
2. Establecer objetivos robustos, siguiendo la metodología STBi. Tras el Acuerdo de París de 2015, los gobiernos del mundo se comprometieron a limitar el aumento de la temperatura global a un nivel muy inferior a los 2 °C respecto a los niveles preindustriales y a proseguir los esfuerzos para limitar el calentamiento a 1,5°C. Esta iniciativa permite a las empresas, definir objetivos en función de qué cuota les corresponde del total de emisiones de cada país
3. Realizar seguimiento en tiempo real. Los inversores y los bancos prestarán cada vez más atención a los resultados de las empresas en relación con sus objetivos de cambio climático, para poder tener un conocimiento de cerca del desempeño de la compañía.
4. Evaluar la estrategia. La definición de la estrategia debería tener en cuenta los aspectos relacionados con el clima y responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo la gestión de los riesgos climáticos y de las oportunidades puede apoyar su creación de valor a largo plazo? ¿Se han definido las alianzas oportunas para impulsar esta estrategia? ¿Existe un plan de asignación de capital para garantizar que la inversión se canaliza hacia los proyectos adecuados?
5. Llevar a cabo un análisis de escenarios. Para evaluar los riesgos climáticos resulta imprescindible identificar los diferentes escenarios con el fin de proyectar a futuro las variables climáticas. Los impactos físicos del cambio climático, y los de transición, tendrán importantes repercusiones financieras en las operaciones de las empresas dependiendo del escenario climático futuro en el que nos encontremos. Los escenarios más nombrados por las empresas son, por este este orden, lo siguientes: 8.5 (por ser el más pesimista); 2.6 (optimista); y 4.5 (“realista”). El horizonte más utilizado es 2040-2050.
6. Explorar las oportunidades, no solo los riesgos. La transformación estratégica en las compañías creará oportunidades para todos los actores del mercado financiero. La UE cree que serán necesarios al menos 180.000 millones de euros anuales hasta 2030 para descarbonizar la energía y mantener la temperatura en esos márgenes. A medida que la organización canaliza una mayor inversión en soluciones climáticas, tendrá la oportunidad de tomar decisiones estratégicas que puedan incluir la transformación en toda su cartera de negocios, al tiempo que reducen su huella de carbono.
7. Colaborar para tener éxito. La colaboración entre los diferentes actores es imprescindible para conseguir el objetivo internacional de mitigar el calentamiento global Las principales regulaciones o marcos de reporting suponen una herramienta de posicionamiento y mejora continua en las compañías. La colaboración, tanto pública como privada, y de empresa a empresa, es vital para lograr ambiciosos objetivos de descarbonización establecidos tanto por los gobiernos como por las organizaciones.
Acerca del Informe
El Barómetro 2022 analiza en qué medida las empresas han aplicado el marco TCFD para divulgar de manera efectiva los riesgos y oportunidades relacionados con el clima a través de sus procesos de reporting. La primera edición del Barómetro se publicó en diciembre de 2018.
Para esta edición se han estudiado los informes de sostenibilidad y los de CDP de 1.504 empresas pertenecientes tanto a sectores no financieros (1.135) como financieros (370), en 47 países, incluido España donde se han analizado un total de 49 empresas.