- El crédito al consumo también muestra signos de desaceleración, aunque crece un 0,4% en 2023 y se prevé una subida del 2% en 2024.
- La tasa de morosidad prevista para 2023 es del 2,3%, aunque se espera que ascienda al 3,8% en 2024
- Las hipotecas continúan a la baja desde el cuarto trimestre de 2022.
La última edición del informe "EY European Bank Lending Economic Forecast" revela que la financiación bancaria en España caerá un 2,1% en 2023, mientras que el mercado hipotecario alcanza su nivel más bajo en la última década, con una contracción prevista del 1,5%. Este pronunciado descenso se atribuye a la desaceleración del mercado inmobiliario, el aumento de los costes de endeudamiento y la cautela de los consumidores. En cualquier caso, se espera que la situación del crédito bancario se revierta en 2024, con un aumento del 0,6%, y se reafirme en 2025 con otra subida del 1,6%.
En un contexto de tasas de interés elevadas, el informe destaca que las condiciones de financiación continúan endureciéndose, impactando tanto la demanda como la disponibilidad de hipotecas. El deterioro en la concesión de préstamos hipotecarios es particularmente notable, con una caída del 3,3% interanual en el tercer trimestre, continuando una tendencia a la baja desde el cuarto trimestre de 2022. Para todo 2023, la caída prevista del mercado hipotecario es del 1,5%. Esto se debe, en parte, a la estructura de las hipotecas españolas, más expuesta a las subidas de tasas de interés que en otras economías clave de la eurozona ya que, aproximadamente, el 75% de la deuda hipotecaria pendiente en España está a tipo variable.
La reducción de las cargas de deuda por parte de hogares y empresas ha evitado, hasta ahora, que los mayores costes de endeudamiento se traduzcan en un aumento significativo de la morosidad. El acuerdo entre el gobierno español y el sector bancario en noviembre de 2022 para proporcionar alivio hipotecario, incluyendo una reducción de tasas de interés por un período de gracia de cinco años, ha contribuido a mantener bajo control las tasas de incumplimiento. Bajo esta premisa, se prevé que la tasa de morosidad en 2023 sea del 2,3%, muy similar a la obtenida en 2022, cuando alcanzó el 2,8%, aunque sí aumentaría hasta el 3,8% en 2024 para bajar de nuevo al 3,2% en 2025.
En el ámbito del crédito al consumo, se aprecian signos de desaceleración, con un modesto crecimiento del 0,4% proyectado en 2023, en comparación con el robusto aumento del 3,1% registrado en 2022.
El descenso en la concesión de préstamos a empresas continúa y experimentará una contracción del 3,4% en 2023, reflejando una tendencia que inició a mediados de 2022, cuando cayó un 1,1%. El escenario económico de la segunda mitad de este año no invita a pensar que la situación se revierta en 2024, aunque este descenso sería de un marginal 0,1%. Sin embargo, a medida que las tasas de interés desciendan, se pronostica una recuperación con un crecimiento del 1% para 2025. Aunque el programa NGEU ha impulsado la inversión pública en los últimos dos años, el despliegue aún mayor de fondos europeos para este año y el próximo ofrece unas perspectivas más positivas.
Pedro Pérez Iruela, socio responsable de FSO en EY España afirma que “A pesar de las tensiones geopolíticas y de su impacto en la economía, los mayores tipos de interés están facilitando que las entidades financieras continúen mostrando un comportamiento sólido. La desaceleración del crédito bancario y el repunte de la morosidad no deberían ser motivo de gran preocupación, ya que se van a mantener muy por debajo de los niveles posteriores a la crisis financiera. Además, se espera una recuperación gradual a partir del próximo año, colaborando a una mejora generalizada de la situación económica.”
Situación en la Eurozona
En el resto de la Eurozona también se anticipa una desaceleración de los créditos bancarios. Tras registrar una subida del 5% en 2022, la cifra más alta en catorce años, las proyecciones apuntan a incrementos más moderados del 2,1% en 2023 y del 1,7% en 2024.
En el ámbito hipotecario, que constituye una parte crucial de los préstamos totales en Europa, se pronostica una bajada al 1,4% de crecimiento en 2023, la tasa más baja desde 2014 y muy por debajo del 4,9% en 2022. No obstante, se anticipa que los años siguientes estas cifras vayan al alza, subiendo al 2,5% en 2024, el 3,3% en 2025 y el 3,2% en 2026.
En cuanto a los préstamos empresariales, se espera un crecimiento del 3% en 2023 y del 0,9% en 2024, marcando una distancia significativa con el aumento del 5,5% registrado en el ejercicio pasado. A pesar de que la incertidumbre económica, la volatilidad del mercado y los altos precios de la energía afectan a estos préstamos, se prevé un aumento de la demanda a medida que las perspectivas económicas mejoren gradualmente.
Respecto a la tasa de morosidad, los bancos de la eurozona mantuvieron niveles bajos (1,8%) al cierre de 2022 y se prevé un incremento al 2% este 2023 y al 3,1% en 2024, debido al estancamiento económico y el impacto de la subida de tasas de interés. Sin embargo, factores como la estricta regulación posterior a la crisis financiera y el ahorro acumulado por los hogares durante la pandemia podrían mitigar este aumento.