Con la crisis, que ha ocupado por completo el orden del día en casi todas las compañías, la agenda pasa por cómo se llega a la semana que viene en medio de estos picos de tensión. Pese a ese escenario, Alfredo Alvarez, socio del coloso EY y dedicado a los negocios de energía, dice que el país en este contexto global tiene peso en el mundo.
“La región está pendiente de Argentina, un país bendecido por los recursos”, expresa a Clarín y señala lo que muchos conocen.
“En energía y minería el país está para despegar, pero requiere de correcciones”. Alvarez llegó a Buenos Aires desde México para palpar en el terreno qué pasa en las compañías que asesora a nivel global, y habla de un desencuentro profundo entre el nivel de los recursos de los que dispone el país y la falta de confianza. Eso sí: asegura que es fácil de revertir.
Entre los mayores clientes de EY en este sector se encuentran Exxon Mobil, Petrobras, Codelco, ENEL, BP (British Petroleum) y Repsol.
―¿Dónde está la limitación?
―En energía son inversiones a 30 años que se justifican en el nivel de recursos. En Argentina, el litio, el cobre y el oro están (y de manera generosa), lo mismo que Vaca Muerta. Hay, además, amplísimas posibilidades en energías renovables, donde la demanda de las empresas en los procesos de descarbonización es infinita.
―¿Entonces?
―Hay que construir un matrimonio de largo plazo con las empresas. La clave es la estabilidad en las reglas. Y eso no es imposible de lograr.
―¿Qué le dicen sus clientes?
―Están complicados no solo por el acceso a divisas para traer equipos sino para devolver las utilidades que corresponden a los accionistas. La balanza de los dólares en Argentina es muy delicada y el fantasma de las inversiones está ahí.
―Dado que esta situación de carencia de divisas viene de largo, ¿se cansaron? ¿Buscan irse del país?
―La industria de la energía es guerrera, sabe manejarse en escenarios complejos, y este año hay una expectativa acerca de Argentina, en el sentido de que la oportunidad está. No creo que el ganador de las elecciones la deje escapar. Salvo algunos casos puntuales observo ganas de invertir.
―¿Cuál es el contexto internacional?
―Vivimos tiempos de disrupción y tenemos la oportunidad de hacer cambios importantes en una industria que nos impacta a todos, por ejemplo en renovables, un sector que pese a los grandes avances y su sólido crecimiento, aún tiene mucho camino por recorrer.