4 minutos de lectura 17 ene 2020
Excursionista mirando un mapa en su dispositivo móvil, montañas, atardecer

Cuatro acciones que los líderes pueden realizar para ayudar a construir una sociedad digitalmente sostenible

Por Andy Baldwin

EY Global Managing Partner – Client Service

Apasionado por la innovación, FinTech, el crecimiento inclusivo y la geopolítica. Comentarista líder en medios sobre servicios financieros, economía y tendencias de inversión. Un ciclista apasionado.

4 minutos de lectura 17 ene 2020
Temas relacionados World Economic Forum

La mejor manera de abordar la exclusión digital es empezar ahora.

La revolución digital ya está dejando a la gente atrás: a aquellos que no tienen acceso a la tecnología o a las habilidades que necesitan. Además, estos "refugiados digitales" emergentes suelen pertenecer a los grupos más vulnerables de la sociedad. Pueden ser mayores que el promedio, tener un ingreso bajo, vivir en una área remota o carenciada, estar agobiados por responsabilidades de cuidado, estar enfermos o discapacitados. Y sorprendentemente, se pueden encontrar tanto en las economías de alto crecimiento como en los mercados más desarrollados.

Dado que la revolución digital está todavía en su infancia comparativa, ¿qué impacto tendrá esto a largo plazo? No basta con suponer que todos los que nacen hoy en día se convertirán, con el tiempo, en nativos digitales. Casi la mitad de la población mundial todavía no utiliza internet.

En el futuro, es muy probable que se espere que las personas tengan habilidades tecnológicas más avanzadas que las que la mayoría de nosotros tenemos hoy en día. También se puede esperar que las personas desarrollen esas habilidades a un ritmo, y a un nivel, que requerirá oportunidades y acceso que ciertos grupos o comunidades carecen actualmente". Además, existe el riesgo de sesgo algorítmico que se añade a la mezcla – este es el riesgo de que los sistemas de inteligencia artificial (IA) puedan ser entrenados usando datos que inadvertidamente perpetren una toma de decisiones sesgada contra ciertos grupos. Las consecuencias de estas cuestiones colectivas solo servirán para crear más desigualdad y más rupturas dentro de nuestras sociedades.

Reducir la brecha de habilidades en un mundo que cambia rápidamente

Para vivir en un mundo cohesivo y sostenible en el futuro – un mundo que cree una verdadera oportunidad para todos – debemos tener en cuenta el potencial de la exclusión digital en nuestra actual toma de decisiones. Para los líderes empresariales, esto presenta algunos retos claros. Por ejemplo, ¿cómo siguen proporcionando productos y servicios a los refugiados digitales de manera rentable? ¿Cómo pueden volver a capacitar o redistribuir al personal que ha sido desplazado por las nuevas tecnologías? ¿Cómo desarrollan herramientas que estén libres del sesgo inconsciente que inevitablemente existe entre su personal humano?

Hoy en día todas las empresas son organizaciones tecnológicas de alguna manera o forma y, en última instancia, las empresas tienen que responder a sus stakeholders: las personas. Creo que la forma en que una empresa aborde la exclusión digital adquirirá la misma importancia que otros temas de la sala de juntas, como el cambio climático y la creación de valor a largo plazo.

Pero hay varias acciones que las empresas pueden tomar hoy en día.

1. Dirigir desde el propósito. ¿Utilizan las nuevas tecnologías de manera que refuerzan el propósito corporativo? ¿O se están comprometiendo a favor de la implementación de herramientas de última generación que excluyen a la gente? Al conectarse profundamente con el sentido de propósito, es más probable que una organización permanezca inclusiva a lo largo de su transformación digital y logre valor para todos sus stakeholders, incluyendo a sus colaboradores, a largo plazo.

2. Evaluar el impacto que la tecnología tendrá en todos sus stakeholders, incluyendo clientes, personal y proveedores. ¿Cómo impactará la tecnología en las responsabilidades del negocio hacia estos stakeholders? Al llevar a cabo un análisis exhaustivo, las empresas podrán comprender dónde podrían estar contribuyendo inadvertidamente a la exclusión digital y, posiblemente, perjudicando su propia competitividad y reputación en el proceso.

3. Incentivar a las personas a aprender nuevas habilidades. En la próxima encuesta EY Technology Trajectory, que se publicará a finales de enero, los líderes empresariales dicen que las brechas en las habilidades están afectando a todas las empresas – independientemente de su demografía y sin importar el rango o la industria. Estos mismos líderes empresariales creen que para combatir esto necesitamos desarrollar nuevos incentivos para animar a la fuerza laboral a aprender nuevas habilidades. Esto impulsará claramente el cambio a corto plazo, por lo que es ideal que las empresas también consideren medidas culturales y estratégicas más amplias, como estrategias de contratación y adquisiciones específicas. Además de mejorar las habilidades de su personal actual, las empresas pueden trabajar con los proveedores de educación y los gobiernos para establecer programas de capacitación que fomenten el desarrollo de futuras habilidades.

4. Adoptar una visión más amplia de lo que es el "talento". Talento no significa necesariamente alguien de cierta edad, o de cierto origen, o que haya estudiado una asignatura en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) en la universidad. Si las empresas se centran en una definición demasiado estrecha del talento – por ejemplo, las habilidades STEM – corren el riesgo de sacrificar su diversidad en términos de género, origen y raza. Esto tiene implicaciones tanto para su propia competitividad, y en términos más amplios, para la igualdad social. A menudo la actitud importa más que las habilidades en cualquier caso.

La tecnología nos permite hacer lo que de otra manera no podríamos hacer. En muchas circunstancias, nos permite hacer lo que antes se creía imposible. También es un catalizador para los cambios en los comportamientos, así como los cambios en el pensamiento. Sin embargo, la tecnología no es – y nunca debería ser – el fin en sí misma. Es simplemente un medio para un fin. Cualquier herramienta tecnológica es tan buena como la empresa humana que crea. Por lo tanto, como líderes, tenemos que asegurarnos de aplicar la tecnología de manera que sea socialmente inclusiva y que respalde la innovación humana para el beneficio de todos.

¿Cuándo se pasará el valor a largo plazo de la ambición a la acción? Únete a EY para discutir sobre los temas económicos y sociales más importantes mientras nos preparamos para la Reunión Anual del World Economic Forum 2020 – del 21 al 24 de enero. Únete a la conversación a través de ey.com/wef y utilizando #WEF20 y #BetterWorkingWorld

Resumen

Para construir un mundo cohesivo y sostenible, las empresas deben considerar el potencial de la exclusión digital como parte de su proceso de toma de decisiones. Las empresas pueden empezar hoy mismo liderando desde el propósito, evaluando los impactos de la tecnología y centrándose en la creación de habilidades y diversidad.

Acerca de este artículo

Por Andy Baldwin

EY Global Managing Partner – Client Service

Apasionado por la innovación, FinTech, el crecimiento inclusivo y la geopolítica. Comentarista líder en medios sobre servicios financieros, economía y tendencias de inversión. Un ciclista apasionado.

Related topics World Economic Forum