Dos enfoques para mantenerse a la vanguardia
¿Qué hacer? La realidad es que la sostenibilidad es un desafío colectivo que ninguna empresa puede abordar por sí sola. Y es algo que debe liderar el CEO y los equipos de estrategia deben adoptar. El único enfoque eficaz es asociarse con otros, de dos maneras:
- Asociarse a lo largo de la cadena de valor – trabajar estrechamente y en colaboración con los socios de la cadena de valor para desbloquear colectivamente el valor y mejorar el impacto.
- Colaborar para lograr soluciones sistémicas sostenibles – forjar alianzas puede tener un efecto positivo varias veces mayor que si las empresas actuaran solas, ya que su naturaleza colectiva crea una mayor escala y, por tanto, una mayor viabilidad financiera.
Capítulo 1
Asociarse con toda la cadena de valor
Desbloquear el valor y mejorar su impacto trabajando en colaboración con los socios de la cadena de valor.
Las organizaciones tienen una responsabilidad cada vez mayor de garantizar que sus cadenas de suministros sean sostenibles, y al hacerlo, existe la oportunidad de generar valor tanto financiero como no financiero para ellas mismas y sus socios.
Por ejemplo, la investigación de EY con la Coalition of Inclusive Capitalism muestra que invertir en cadenas de suministros sostenibles puede añadir entre un 12 % y un 23 % a los ingresos generales de la cadena de valor. También se ha comprobado que las organizaciones con programas de diversidad de proveedores generan un retorno de la inversión en compras un 133 % mayor que las que no los tienen.
La clave para obtener estos beneficios reside en trabajar estrechamente y en colaboración con los socios de la cadena de valor para desbloquear colectivamente el valor y mejorar su impacto más allá de la simple función transaccional de fabricar y vender productos. Buscar una mayor visibilidad del comportamiento de los proveedores y socios – tanto en las fases iniciales como en las finales – y su impacto en cuestiones de sostenibilidad. Y, a continuación, utilizar esa información para repensar y reformular el modo de relacionarse con ellos, mediante las siguientes acciones:
1. Consultar para definir la norma que desea establecer
Antes de embarcarse en cualquier compromiso, comprender lo que es viable en función de lo que sabe y de la rapidez con la que desea realizar el cambio. Recoger las opiniones de los proveedores y socios. Entender cuáles no querrán alcanzar el nivel que usted espera o tendrán dificultades para hacerlo y por qué. Y trabajar para ayudarlos a cerrar la brecha. También es importante escuchar a los proveedores, para saber cuáles son sus problemas y cómo una mayor colaboración e integración puede ayudar a alcanzar los objetivos comunes de sostenibilidad. Recordar que, como parte de una cadena de valor, los socios tendrán sus propias normas que esperarán que también se cumplan.
2. Establecer la norma
Entender lo que significa la sostenibilidad para la organización y los stakeholders, cuáles son los objetivos y cómo puede proporcionar las pruebas para comunicar los avances. Es una oportunidad para reorientar su estrategia de sostenibilidad como motor de crecimiento, valor e innovación. Estar preparado para exigir a los proveedores objetivos basados en datos, en lugar de limitarse a pedirles que reduzcan las emisiones, y ampliar el alcance de los cuadros de mando para medir los factores más importantes para la empresa.
3. Comunicarlo
Ser claro sobre las expectativas y el plazo para cumplirlas. Comprender los contratos y acuerdos contractuales que tiene en vigor: no dejarse sorprender. Establecer y comunicar el apoyo que tú y los socios de la cadena de valor pueden aportar para que los objetivos establecidos sean ambiciosos y alcanzables.
4. Medirlo
Construir o aprovechar las capacidades para supervisar y seguir las métricas y el progreso de los proveedores, capturar las certificaciones e identificar los riesgos potenciales. Permitir acceso al sistema para que introduzcan sus datos, pero visitarlos también con regularidad: el compromiso y apoyo visibles ayudarán a fomentar el cambio. Ser honesto y abierto sobre lo que se necesita para formar parte del ecosistema. Además, asegurarse de que todo esto se refleje en las comunicaciones con los inversores y los stakeholders.
5. Mejorar
Tener unas expectativas y unos objetivos claros sobre el comportamiento de los proveedores ayudará a detectar a los que se quedan cortos y a entender cómo pueden cambiar. Proporcionar apoyo e incentivos para ayudarles, por ejemplo, préstamos para comprar el equipo necesario, formación centralizada y tecnología para mantener a todos en la misma página. A medida que se vayan logrando los objetivos, buscar otros nuevos.
6. Escalar las iniciativas exitosas a todo el ecosistema empresarial
Una vez que el ecosistema basado en estándares esté en marcha, compartir y escalar las mejores prácticas en todo el ecosistema. Por ejemplo, reducir el consumo de agua en un 25 % con un proveedor podría ser objeto de algunos titulares favorables, pero una reducción del 5 % en todos los proveedores podría tener un impacto más significativo.
Capítulo 2
Colaboración para soluciones sistémicas sostenibles
El establecimiento de alianzas puede tener un efecto positivo mucho mayor que si las empresas actuaran solas.
Aunque es vital poder establecer, medir y supervisar las normas de sostenibilidad en toda la cadena de valor, esto es sólo una parte de la historia. Muchos desafíos solo pueden resolverse trabajando juntos y compartiendo la responsabilidad con un ecosistema empresarial más amplio.
¿Qué entendemos por ecosistema empresarial? Esencialmente, una agrupación de organizaciones que se unen para crear un valor mayor de forma colectiva que el que podrían crear individualmente.
Cuando se centran en iniciativas de sostenibilidad, el efecto positivo de estas alianzas puede ser varias veces mayor que si las empresas actúan solas. Además, su naturaleza colectiva genera una mayor escala y, por tanto, una mayor viabilidad financiera.
Aprovechar el poder de la experiencia combinada...
Está claro que la creación de ecosistemas plantea desafíos. Casi la mitad (46 %) de las empresas orientadas al consumidor no dan prioridad al papel de los ecosistemas en la innovación. Y cuando se les pregunta por qué fracasa la colaboración con otras organizaciones, el 39 % señala que se centra en iniciativas de poco valor o no esenciales y el 38 % en la falta de alineación estratégica.
Pero la superación de estos obstáculos da sus frutos. Aunque un problema común puede parecer insuperable para una empresa, la capacidad de resolverlo puede existir en un ecosistema más amplio. Si una empresa se compromete a cumplir un objetivo de sostenibilidad, el progreso puede ser difícil y el impacto global insignificante. Pero si un consorcio de empresas se alinea con la misma norma y trabaja conjuntamente para resolverla, el camino es más fácil de recorrer y el impacto final es exponencialmente mejor.
Así que, cuando se busque identificar la causa de un problema, pensar qué actores están influyendo en todas las palancas implicadas y trabajar con ellos. Y no limitarse a la cadena de valor: prepararse para incluir también a los competidores, los gobiernos y otras terceras partes.
Es más, al ponerse en contacto, buscar colaborar con otras empresas orientadas al consumidor; a menudo se obtendrá una cálida acogida. El estudio Reimagining Industry Futures de EY muestra que el 44 % busca ecosistemas para acceder a nuevas habilidades, conocimientos y competencias, y el 42 % para acelerar la innovación.
... haciendo que la colaboración funcione
Sin embargo, para alcanzar los objetivos comunes se necesita algo más que estar en la misma habitación. También exige un compromiso común para que la colaboración funcione. Esto significa compartir problemas difíciles, elegir colaboradores afines y crear confianza entre todas las partes.
Todo esto ya está ocurriendo. En los últimos años, se ha producido una oleada de alianzas, cada una de las cuales ha acelerado rápidamente su número de miembros. A finales de 2020, el número de organizaciones medioambientales internacionales en todo el mundo se acercaba a las 200, y la mayoría de ellas contaban entre sus miembros con muchos gigantes mundiales de los productos de consumo y retail.
Lo que está claro es que las empresas aceptan cada vez más que no pueden resolver los desafíos sistémicos de la sostenibilidad por sí solas. Se están dando cuenta de que los objetivos que se han fijado para 2025 o 2030 requerirán un grado de escala que solo se podrá alcanzar aunando recursos.
Artículo relacionado
La realidad es que la sostenibilidad es un desafío colectivo que ninguna empresa puede abordar por sí sola. Y es algo que debe liderar el CEO y los equipos de estrategia deben adoptar.
Las asociaciones evolucionan de dos maneras
A medida que las colaboraciones cobran impulso, vemos surgir dos líneas de cambio. Uno de ellos es el paso de alianzas no competitivas – como Paboco y Pulpex – a alianzas entre competidores activos. Un gran ejemplo es Every Bottle Back, que fue lanzado en 2019 por los principales actores de la industria de las bebidas no alcohólicas, un sector a menudo citado como uno de los principales contaminadores de plástico.
El segundo cambio es hacia las alianzas orientadas al crecimiento y la innovación. Tradicionalmente, la mayoría de las asociaciones tenían como objetivo utilizar las sinergias para desbloquear la eficiencia de la cadena de valor o acceder a nuevos mercados. Pero la última oleada se centra más en impulsar el crecimiento y la innovación, incluida la cocreación de productos que cierran la brecha entre los socios.
A medida que nos acercamos a la COP26, los gobiernos están pensando en la misma línea, buscando colaborar con las empresas para abordar cuestiones que son más grandes que el gobierno o las empresas por sí solas. Se mire por donde se mire, la gente se está dando cuenta de que sólo un esfuerzo conjunto puede salvar el planeta.
Cinco pasos a seguir
Para ayudar a la organización a satisfacer las crecientes expectativas de los consumidores en torno a la sostenibilidad, considerar estos cinco pasos:
- Reconocer que no podrás alcanzar los objetivos y compromisos por tu cuenta.
- Considerar la cadena de valor como un ecosistema que ofrece colectivamente un propósito compartido y objetivos comunes, en lugar de una red de proveedores orientados a cumplir sus objetivos empresariales.
- Consultar para establecer normas. Comunicarlas. Medir y mejorar el impacto.
- Mirar más allá de la red inmediata para encontrar las mejores soluciones, incluso si eso significa trabajar con los competidores.
- Abrirse y no tener miedo de compartir – si las empresas tratan de proteger lo que tienen, no se alcanzará la escala necesaria para lograr un cambio real.
Artículos relacionados
Resumen
La colaboración es fundamental para que las empresas cumplan su visión de la sostenibilidad. No pueden permitirse ir solos. Su cadena de valor no es sólo un medio para alcanzar un fin, sino una fuente de impacto positivo y también de valor potencialmente nuevo. Las empresas necesitan una mayor visibilidad del comportamiento de sus proveedores y socios – tanto en las fases iniciales como en las finales – y su impacto en cuestiones de sostenibilidad. La búsqueda de nuevos socios y la creación de nuevas alianzas impulsarán soluciones innovadoras a los problemas del sector, generando un valor compartido que esté en consonancia con sus ambiciones de sostenibilidad.