5 minutos de lectura 8 dic. 2020
Sector industrial

¿Cómo impactan las 3C en el sector industrial?

Por Giovanna Cochachi

Audit Senior Manager, EY Perú

Profesional responsable, comprometida y organizada. Aficionada del arte, promotora del consumo de productos y comida saludable.

5 minutos de lectura 8 dic. 2020

En el 3T del 2020, la economía de China se expandió en un 4.9% debido al crecimiento industrial. ¿Se podría replicar ese modelo en el Perú?

La reactivación económica del sector industrial, en el Perú, inició en mayo de este año para responder a su mayor pérdida registrada en el último quinquenio. En el tercer y segundo trimestre del 2020, el sector se contrajo en 9.9% y 34.4%, respectivamente, superando así los índices de contracción del PBI en el país: 9.4% y 30.2%, respectivamente.  

A lo largo del 2019, el sector industrial primario y no primario venía desacelerando su crecimiento; pese a ello, antes de la pandemia, concentraba el 8.8% de la Población Económicamente Activa (PEA) empleando a 1.5 millones de trabajadores. En la actualidad, esta cifra bordea los 1.2 millones de trabajadores, una reducción significativa de la empleabilidad de 18.6%, causada por la búsqueda de reducción de costos y la falta de liquidez de las empresas. La COVID-19 no solo redujo la empleabilidad sino, también, la productividad de la fuerza laboral, pues gran parte de las operaciones no pudieron realizarse de manera remota, ya que las empresas del sector no estaban preparadas para ello.  

Los gerentes financieros de las empresas del sector pueden beneficiarse de las lecciones aprendidas a nivel global, por ejemplo, en el tercer trimestre del 2020, la economía de China se expandió en un 4.9% debido al crecimiento industrial. Como experiencia, los equipos financieros, en Asia, se concentraron en las 3C (caja, costos y crédito) para mejorar una percepción económica-financiera, realizando una revisión exhaustiva de los flujos de efectivo, tomando el control de los gastos, llevando a cabo renegociaciones inmediatas con los proveedores y solicitando préstamos y apoyos gubernamentales cuando estuvieron disponibles y fueron necesarios.  

A continuación, les presento una breve de descripción de cada una de las 3C:

  • Caja: El monitoreo a corto plazo del flujo de efectivo, como resultado del COVID-19, es clave para garantizar la continuidad de las operaciones y supervivencia.  El nivel de liquidez de empresas peruanas referentes en el sector, al 30 de setiembre de 2020, muestra una reducción promedio del 33% en su ratio de liquidez corriente en relación con el periodo anterior.  

Las experiencias de las empresas de Asia indican que los equipos financieros optan por un enfoque de previsión, realizando previsiones a corto plazo entre uno y tres meses de duración, con un enfoque en la capacidad de recuperación de sus deudores comerciales. Asimismo, los presupuestos se están revisando rigurosamente con una serie de escenarios que se están desarrollando para cada negocio, apoyándose de modelos económicos.  

  • Costos: Al contraerse la actividad industrial, y por ende los ingresos, esto implica que los gastos se deben reducir maximizando los recursos. En crisis, sin una estructura de costos eficiente no es posible que una empresa industrial sea resiliente. En la actualidad, los costos se han visto afectados en esta pandemia, por tanto, se han incrementado significativamente algunos costos como planillas con protocolos de seguridad, rotación de horarios de trabajo, aforos, EPS de bioseguridad, etc. Todo ello ha implicado la revisión de presupuestos, la estrategia y la estructura de la organización a medio plazo. 

La tendencia ha sido reestructurar negocios como resultado de COVID-19, ajustar las estructuras empresariales para que funcionen dentro de las limitaciones del distanciamiento social, y reevaluar el análisis de costos y estrategia de abastecimiento para no afectar la cadena de suministro. Los equipos financieros de Asia están examinando dónde pueden optimizar los costos, por ejemplo, retrasando los proyectos y reduciendo los gastos en publicidad y marketing o emprendiendo programas de cost-out más completos. Asimismo, empresas estadounidenses y de Asia han reevaluado sus estrategias comerciales y en algunos casos ha sido pertinente considerar fuentes de abastecimiento alternas, más cercanas o regionales. 

Por otro lado, a medida que el sector busca fortalecer su resiliencia, lo digital se volverá cada vez más importante en un entorno post-COVID-19. Si bien requerirá una inversión, empresas americanas como Procter & Gamble ya señalan que la implementación de Integrated Work System (IWS) genera ahorro de costos, reducciones de inventario y efectivo para la empresa. 

  • Crédito: A la fecha, programas del Estado como “Reactiva Perú” han destinado en promedio S/4 millones para financiar a 8,998 empresas del sector industrial con la finalidad de que éstas logren afrontar sus obligaciones más urgentes, pero el crédito no es el único factor relevante para continuar con las operaciones del sector. El nivel de informalidad hace que alrededor del 70% de las empresas no cumpla con los requisitos exigidos de calificación crediticia y/o presentan deudas tributarias, lo cual las coloca en una situación difícil de acceder a líneas de crédito. 

La actual crisis ha llevado a que muchos opten por refinanciar deudas. El desafío para los directores financieros es que, a pesar de la flexibilización sin precedentes de las políticas monetarias por parte de muchos bancos centrales, los bancos comerciales pueden adoptar un enfoque más conservador de los préstamos a medida que comienzan a incurrir o anticiparse a mayores pérdidas crediticias. De hecho, a medida que se ha desatado la crisis, algunas empresas estadounidenses utilizaron líneas de crédito para acceder al efectivo que no necesitan urgentemente, pero que tienen la intención de mantener en reserva. 

De igual manera, es evidente que los equipos financieros tendrán que seguir gestionando el impacto del COVID-19 en sus organizaciones en el futuro previsible. Para ello, es importante:

  • La revisión de presupuestos “plan de ahorro”, para lo cual es importante considerar dentro del plan de las empresas una reserva de ingresos con un mínimo de tres meses. Ahorro es inversión a futuro. 
  • Evitar la dependencia de fuentes de suministros, considerar fuentes de abastecimiento regionales y rediseñar estrategias comerciales.  
  • La digitalización, automatización de procesos y reportes, así como canales de comunicación digitales con los Stakeholders. En el futuro, lo digital ayudará a capturar el conocimiento de sus trabajadores más experimentados, darles una plataforma para utilizar ese conocimiento para mejorar continuamente sus estándares y hacer que ese conocimiento sea fácilmente accesible para todos los trabajadores. 
  • La seguridad y salud de los colaboradores, y de la empresa, son costos a evaluar de forma eficiente, incluyendo la revisión de pólizas de seguros. 
  • Comunicación de forma clara y abierta con los inversores sobre lo que la organización está haciendo para mejorar la liquidez, reducir los costos y revisar la estrategia.

En este sentido, las empresas del sector industrial en el Perú podrían implementar el enfoque de las 3C teniendo en cuenta las lecciones aprendidas en otros países del mundo, concretamente en China y otros países de Asia, en donde los resultados han sido sumamente positivos durante el período de cuarentena, y se prevé que lo continúen siendo en el futuro.

Tenemos una visión clara de las preguntas críticas y las nuevas respuestas necesarias. Accede a nuestra ayuda para la gestión de crisis, la continuidad del negocio y la resiliencia de la empresa.

Resumen

El sector industrial primario y no primario venía desacelerando su crecimiento, pese a ello, antes de la pandemia, concentraba el 8.8% de la Población Económicamente Activa (PEA) empleando a 1.5 millones de trabajadores. En la actualidad, esta cifra bordea los 1.2 millones de trabajadores, una reducción significativa de la empleabilidad de 18.6%, causada por la búsqueda de reducción de costos y la falta de liquidez de las empresas.

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Por Giovanna Cochachi

Audit Senior Manager, EY Perú

Profesional responsable, comprometida y organizada. Aficionada del arte, promotora del consumo de productos y comida saludable.