Más aún, con la innovación de tecnologías que recojan nuestros pensamientos, motivaciones y conductas, en la medida que las interfaces de voz se expandan en reemplazo del uso de teclados (que predominan por ahora): ¿Se podrían traslucir con mayor facilidad a través del tono de nuestra voz datos sobre nuestro sentir respecto a un asunto en particular? ¿El reconocimiento facial y un mundo lleno de cámaras podrían dar luces sobre nuestros patrones de viajes, gustos y movimientos a nivel global?
Capacidades innovadoras
Los gobiernos y las empresas están buscando direccionar comportamientos positivos como llevar vidas más saludables, ahorrar para un determinado propósito y/o elegir opciones ecológicamente sostenibles, mientras que publicistas y marketeros han estado usando los principios de la EC para incrementar las ventas y las ganancias.
Quote: Los consumidores están ansiosos por enfoques innovadores que usen capacidades conductuales para potenciarlos y trabajar con ellos, en lugar de marginarlos.
Al respecto, la llamada Inteligencia Artificial (IA) emocional combina conocimientos informáticos, psicología, y la ciencia cognitiva. Esto último genera un poderoso set de herramientas. No sólo permitiría que las plataformas e interfaces analicen y simulen el comportamiento, sino, básicamente, que influya en las conductas de aspectos que son altamente personalizables pero a gran escala. Las próximas tecnologías nos pueden traer incluso mejores experiencias de interacción para los usuarios, utilizando un “avatar” de un vendedor que pueda mantener contacto visual de forma simultánea con cientos de clientes, mientras modifica su acento, su selección de palabras y su tono de voz según los datos de las preferencias de cada cliente. Si trasladamos este análisis a nuestro país, las áreas de mejora serían tan ilimitadas como las preferencias de nuestros consumidores. Incluir en lugar de un avatar de un vendedor, a personal de servicio público para atender solicitudes en diversas entidades del estado podría aumentar la agilidad, mejorar la empatía y traducirse en una mayor eficiencia de los procesos con los usuarios finales.
Perú: ¿Por dónde comenzar?
El Perú, así como el resto del mundo, se irá trasladando desde la economía de datos a la economía conductual. Es importante entender que la conducta se está cuantificando, estandarizando, empaquetando y comercializando. A través de la informática afectiva, las empresas ahora podrán medir, entender, moldear el comportamiento, lo cual es un impulsor clave de valor y éxito competitivo. Sobre este esquema, creemos que las empresas pueden generar un valor importante para el mercado en el que se desarrollan, pueden plantear alternativas de solución sostenibles para un Estado que requiere innovación, implantar un marco regulatorio adecuado para estas innovaciones debe venir acompañado de la confianza que los consumidores y habitantes del país merecen recobrar. Algunas interrogantes que debemos plantearnos, necesariamente:
- ¿Qué nuevos modelos de negocio serán necesarios para la siguiente generación de empresas que utilicen la economía conductual?
- ¿Qué nuevos riesgos se desprenden de la economía conductual (por ejemplo: riesgos regulatorios, reputacionales y de mercado) y cómo trabajar para mitigarlos?
- ¿Todas las empresas B2C (negocio a consumidor) necesitarán convertirse en empresas conductuales? ¿Tienen las competencias para ello?
Ciertamente son interrogantes profundas y que merecen atención, las conductas nos llevan a cadenas de acciones que merecen un orden adecuado y que principalmente deben buscar bienestar y transparencia.