Según el estudio, el porcentaje de empresas que cuentan con un área responsable de la gestión de riesgos empresariales (distinta al área de auditoría interna) es de 56%. Los sectores más avanzados con respecto en este ámbito son Petróleo y Minería (78%), Energía y Electricidad (74%), Educación (73%), Construcción (72%) y Transporte y Comunicaciones (52%). Todos con una tendencia ascendente frente a los resultados obtenidos en los estudios previos de los años 2019 y 2017.
Una tendencia que se ha repetido en los tres estudios realizados es que la conformación de un área de gestión de riesgos está directamente relacionada al tamaño de la empresa, medido en función de sus ingresos. Por ejemplo, el 90% de empresas que facturaron en el último año más de mil millones de dólares aseguró tener implementado esta función a nivel interno, un contraste importante si las comparamos con las empresas con facturaciones menores, de hasta cincuenta millones de dólares, en donde se observa que solo el 38% cuenta con esta función de riesgos formalmente constituida. Esto se explica en que la mayor complejidad de estos negocios, producto de sus ingresos, hace necesario un mayor nivel de formalización para mantener los riesgos debidamente controlados y monitoreados.
Los altos ejecutivos que participaron en el estudio también identificaron una serie de iniciativas que tendrían un impacto significativo para fortalecer la gestión de riesgos en sus organizaciones. En ese sentido, aseguraron que las iniciativas de optimización y digitalización de procesos (60%), de fortalecimiento de la cultura de control (52%) y de gestión de reportes a la alta dirección (48%), son a las que se le debe prestar mayor atención a fin de fortalecer dicha gestión de riesgos. Otras iniciativas comentadas también, en menor medida, que tendrían un impacto positivo en el fortalecimiento de la gestión de riesgos están relacionadas con el soporte de sistemas (39%), la formalización de políticas y procedimientos (31%) y mejoras en las competencias del personal (22%).
“La COVID-19 ha cambiado el mundo que conocemos. Su impacto en los gobiernos, en las empresas y en las industrias han proporcionado una nueva perspectiva sobre cómo vemos y gestionamos los riesgos empresariales. Esperemos que las lecciones aprendidas este año sobre la importancia de contar con áreas especializadas en gestión de riesgos perduren a través del tiempo. Solo de esta manera las empresas podrán avanzar en el largo plazo”, finaliza Renato Urdaneta, especialista de EY Perú a cargo de la encuesta y estudio.