Nace Vistony
A la par que se mantenía investigando sobre el mercado en general y las oportunidades de negocio, Oswaldo empezó a comercializar aceites, que revendía en los conos de la capital. Ya con dos años en el negocio, leyó una noticia que sería decisoria. “En El Comercio salió: Texaco inaugurará planta de grasa por US$6 millones. Claramente yo no tenía nada en ese entonces, pero dije: voy a hacer grasa”.
Era 1992, el país salía de una de sus mayores crisis económica y social, y claramente hacer negocio no era fácil y menos abrir una planta, y tampoco barato; se necesitaba capital. Les tocó la puerta a los bancos sin respuesta. Empezó a ingresar sus ganancias en una cuenta para generar confianza, pero aun así era difícil. Sin embargo, tenía un activo fundamental: su casa.
“Felizmente que en ocho años logré pagar una pequeña propiedad que me compré en La Molina; una casita. Y con esa casa recién los bancos aceptaron darme préstamos; esa bendita casa sirvió para que Vistony sea lo que es ahora”.
El proyecto empezó, lograron replicar la maquinaria de producción a menor escala en comparación con las más grandes plantas productoras de grasa, y si bien al inicio solo producían dos baldes diarios, se fueron sumando cada vez más productos. Se asoció con Aston Chemical -fabricante de insumos para grasas, proveedor de Mobil y Castrol-, amplió su cartera y siguió creciendo. “Con el crecimiento que íbamos teniendo y terrenos, ya los bancos comenzaron a soltar y prestarnos lo que queríamos. Al comienzo nadie te presta un sol, pero tienes que ser perseverante y hacer algo para que pase”.
“Uno debe ser consecuente con los riesgos de apalancarse, y ser muy cumplidor. No hay forma de crecer si no acudes a una entidad financiera. Necesitas capitalizarte para poder seguir creciendo en grande”.
Hoy Vistony está en los cinco continentes, comercializando sus productos en diversos países como: EE.UU., Grecia, Marruecos, Paraguay, Ecuador, Chile, Bolivia y, próximamente, la India. En mayo de 2020, se dará la inauguración de su planta modelo en Nueva Delhi (India), incluso más grande que la planta de la casa matriz del Perú.