5 minutos de lectura 15 jul. 2020
Vistony

Vistony

Por EY Perú

Organización multidisciplinaria de servicios profesionales

5 minutos de lectura 15 jul. 2020
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Esta publicación es parte de la Revista Execution.

Oswaldo Hidalgo es el fundador de la fábrica peruana de lubricantes y grasas, Vistony, que este año inaugurará su planta modelo en la India, la segunda luego de la matriz en el Perú.

¡Qué extraño; cuanto más me esfuerzo, más suerte tengo!” (Henry Ford). Esta frase podría ser dicha por muchos, pero plasmada en éxito por muy pocos. Uno de ellos es Oswaldo Hidalgo, fundador de Vistony, la única fábrica peruana de lubricantes y grasas.

Oswaldo creció en Huaraz, y desde pequeño sus padres le inculcaron la disciplina y responsabilidad. “Mis padres trabajaban en la chacra, y nos acostumbraron a levantarnos muy temprano para empezar el día. Siempre nos decían: si son disciplinados, van a llegar a ser alguien”. Un mensaje para los ocho hermanos, pero que caló más en Oswaldo, el quinto hijo.

Desde los 13 años ha trabajado en cuanto oficio pueda existir. Más de 55 años de trabajo, y bajo el cual mantiene intacto su espíritu emprendedor. Y es que Oswaldo ha sido lavador de autos, vendedor de chupetes y revistas, vendedor de arreglos florales en el cementerio, cargador de encomiendas en una agencia de viajes, “guachimán”, entre otros, pero todo con el fin de seguir creciendo y hacer algo. “La necesidad fue la chispa que me impulsó a emprender”.

Si bien el trabajo lo llevó a estudiar la secundaria por las noches en el colegio Melitón Carbajal, de donde se graduó a los 22 años, ha tenido un camino de grandes satisfacciones. “De chico quería ser abogado e incluso ser diplomático; intenté varias veces ingresar, pero lo cierto es que estaba mal preparado. Eso me impulsó a enfocarme al 100% en los negocios”..

La necesidad fue la chispa que me impulsó a emprender.
Oswaldo Hidalgo
Fundador de Vistony

¿Aprovechar oportunidades?

A inicios de los 70’s, Oswaldo se desempeñaba, entre otras de sus labores, como obrero en una fábrica, y un día una de sus hermanas -que en ese entonces trabajaba como empleada doméstica-, le regalo a él y a algunos de sus hermanos unas toallas para pies que le habían dado en la casa donde trabajaba. En un primer momento, Oswaldo se sorprendió que se vendieran toallas para pies, cara, manos, por separado y lo consideró como un producto simple, pero con potencial.

En la foto Oswaldo Hidalgo, Fundador de Vistony, junto a Fabiola León-Velarde, Presidenta del Concytec, en la premiación de los Líderes Empresariales del Cambio (LEC) 2019.

Se fue a una fábrica en la avenida Argentina y compró un rollo entero de felpa, lo cortó y mando a remallar, obtuvo cerca de 250 toallas listas para la venta. Se pasó todo el día vendiéndolas en la calle hasta que llegó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; a la medianoche ya tenía todo vendido. “Gané buen dinero y seguí; al día siguiente, fui a comprar más felpa y así empecé. Tenía mucho éxito en las universidades e institutos, y luego la gente fue pidiéndome más cosas. Ya tenía ocho vendedores, y ante tal oportunidad fundé Industrial Betelsa”. El negocio fue por muchos años bastante bueno -cerca de 18 años-, incluso dio la oportunidad de incluir a buena parte de su familia en él, hasta que la competencia llegó con fuerza. “El gobierno flexibilizó las importaciones, los precios era tan bajos que ya se hacía casi imposible competir. Muchas grandes compañías textiles tuvieron que cerrar, y nosotros también”.

Un par de años antes de cerrar Betelsa, Oswaldo tenía claro que debía pensar en otro negocio. “Me di cuenta de que todos los hermanos vivíamos de esta empresa, y viendo lo que se venía decidí ir avanzando con un nuevo proyecto. Me encerré un par de años hasta dar con la idea”.

Me di cuenta de que todos los hermanos vivíamos de esta empresa, y viendo lo que se venía decidí ir avanzando con un nuevo proyecto. Me encerré un par de años hasta dar con la idea.
Oswaldo Hidalgo
Fundador de Vistony

Nace Vistony

A la par que se mantenía investigando sobre el mercado en general y las oportunidades de negocio, Oswaldo empezó a comercializar aceites, que revendía en los conos de la capital. Ya con dos años en el negocio, leyó una noticia que sería decisoria. “En El Comercio salió: Texaco inaugurará planta de grasa por US$6 millones. Claramente yo no tenía nada en ese entonces, pero dije: voy a hacer grasa”.

Era 1992, el país salía de una de sus mayores crisis económica y social, y claramente hacer negocio no era fácil y menos abrir una planta, y tampoco barato; se necesitaba capital. Les tocó la puerta a los bancos sin respuesta. Empezó a ingresar sus ganancias en una cuenta para generar confianza, pero aun así era difícil. Sin embargo, tenía un activo fundamental: su casa.

“Felizmente que en ocho años logré pagar una pequeña propiedad que me compré en La Molina; una casita. Y con esa casa recién los bancos aceptaron darme préstamos; esa bendita casa sirvió para que Vistony sea lo que es ahora”.

El proyecto empezó, lograron replicar la maquinaria de producción a menor escala en comparación con las más grandes plantas productoras de grasa, y si bien al inicio solo producían dos baldes diarios, se fueron sumando cada vez más productos. Se asoció con Aston Chemical -fabricante de insumos para grasas, proveedor de Mobil y Castrol-, amplió su cartera y siguió creciendo. “Con el crecimiento que íbamos teniendo y terrenos, ya los bancos comenzaron a soltar y prestarnos lo que queríamos. Al comienzo nadie te presta un sol, pero tienes que ser perseverante y hacer algo para que pase”.

“Uno debe ser consecuente con los riesgos de apalancarse, y ser muy cumplidor. No hay forma de crecer si no acudes a una entidad financiera. Necesitas capitalizarte para poder seguir creciendo en grande”.

Hoy Vistony está en los cinco continentes, comercializando sus productos en diversos países como: EE.UU., Grecia, Marruecos, Paraguay, Ecuador, Chile, Bolivia y, próximamente, la India. En mayo de 2020, se dará la inauguración de su planta modelo en Nueva Delhi (India), incluso más grande que la planta de la casa matriz del Perú.

Hoy veo todo lo que hemos hecho y me quedo sorprendido de lo logrado. Esto es un ejemplo acerca de que el empresario debe de ser constante en todo lo que hace; no ser conformista, y siempre buscar a estar a la altura o más que la competencia, incluso abrazarla, porque los más grandes son los referentes y a ellos les agradezco mucho.
Oswaldo Hidalgo
Fundador de Vistony

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Resumen

Su vida laboral inició a los trece años. Mientras los chicos de su edad disfrutaban de tiempo libre, Oswaldo Hidalgo se dividía entre el trabajo y la escuela nocturna. Su espíritu emprendedor lo llevó desde lavador de autos hasta “guachimán”. ¿Cuál es la historia detrás del hombre que encontró en la necesidad su chispa para fundar un negocio de lubricantes próxima a inaugurar su nueva planta en la India?

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