6 minutos de lectura 16 jun. 2020

Reanudación de Actividades: ¿el regreso del empleo formal?

Por EY Perú

Organización multidisciplinaria de servicios profesionales

6 minutos de lectura 16 jun. 2020
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Esta publicación es parte de la Revista Execution.

La fase de reactivación económica traerá consigo diferentes desafíos laborales, desde temas de costos hasta judiciales.

Con la “Reanudación de Actividades” desde el mes de junio, aprobada mediante el Decreto Supremo N° 101-2020-PCM, se ha dado inicio a la Fase 2 del proceso de reanudación de actividades económicas, fase que, según las declaraciones del Presidente de la República, supondría la reactivación del 80% de la economía del país.

Pero, ¿cómo esta reactivación encuentra al mercado laboral? Según el Informe Técnico de la Situación del Mercado del Mercado Laboral en Lima Metropolitana del INEI, en el trimestre febrero – abril de 2020, la población con empleo adecuado disminuyó en 30.1%, con relación al mismo periodo de análisis del año 2019, lo que representa, según el mismo informe, al 54.4% de la población económicamente activa de Lima.

30.1 %

disminuyó la población con empleo adecuado entre febrero y abril del 2020, respecto al mismo periodo del año anterior. (Fuente: INEI)

Si desagregamos dicha cifra por sectores de actividad económica, encontraremos que el mayor impacto sufrido a nivel de empleo ha recaído en el sector construcción y comercio, con una reducción del 34.4% y 32.3%, respectivamente, mientras que los sectores de manufactura y servicios han visto una reducción en la tasa de empleo adecuado del orden de 25.6% y 29.6%, respectivamente.

Por otro lado, de acuerdo con la encuesta realizada por el área laboral de EY Perú, durante la vigencia del aislamiento social, en todos los sectores, en mayor o menor intensidad, se han aplicado medidas de contención en la administración de las remuneraciones con la finalidad de garantizar la continuidad de las operaciones.

En todos los sectores, en mayor o menor intensidad, se han aplicado medidas de contención en la administración de las remuneraciones con la finalidad de garantizar la continuidad de las operaciones.

Miguel Rubio

Socio del Área Laboral de EY Perú

 

Entonces, la pandemia del COVID-19 no sólo ha significado una significativa reducción de las tasas de empleo adecuado, sino que, además, en aquellos casos en los que se ha privilegiado la continuidad de las relaciones de trabajo, ha generado la necesidad de reducir los ingresos del personal.

¿Preparados para la reactivación?

A partir del contexto mostrado resulta posible prever que, además de la recuperación económica en sí misma, las empresas que reinicien actividades deberán afrontar los siguientes frentes:

  • El judicial

    En efecto, dado el dramático incremento de la tasa de desempleo es de inferir que el empresariado haya recurrido, al vencimiento del plazo de los contratos de trabajo temporales, a desvincular parte de su personal durante la emergencia sanitaria. Esto significará que un gran grupo de personas busquen la readmisión en el empleo a través de la vía judicial, cuestionando la validez de sus contratos de trabajo a plazo fijo y, en consecuencia, de sus desvinculaciones.

  • La estructura de costos laborales

    Siendo que durante el estado de emergencia nacional, distintos sectores se vieron en la necesidad de adoptar medidas como la suspensión perfecta de laborales, es probable que aquellos sectores que reinicien sus actividades deban incorporar nuevamente a aquellos trabajadores comprendidos en la suspensión perfecta de labores, lo que significará reasumir el pago de remuneraciones y demás beneficios laborales y sociales.

Es decir, estas empresas que apenas comenzarán a generar ingresos luego de tres meses de inactividad deberán asumir el sobrecosto laboral del 45% sobre el valor de las remuneraciones, que implica el empleo formal, esto sin perjuicio del valor de la implementación de las medidas de seguridad y salud en el trabajo que, naturalmente, implica la pandemia del COVID -19. 

Tendremos el caso de empresas que comenzarán a generar ingresos luego de tres meses de inactividad y que deberán asumir el sobrecosto laboral del 45% sobre el valor de las remuneraciones, que implica el empleo formal
Miguel Rubio
Socio del Área Laboral de EY Perú

En el escenario planteado, surge entonces la pregunta, ¿qué se necesita para que la reanudación de actividades sea realmente una reanudación económica sin aumentar la brecha de la informalidad en el empleo?

Económicamente formales

Por una parte, será necesario contextualizar las medidas laborales adoptadas durante la emergencia nacional por las empresas que se vieron obligadas al cierre temporal de sus operaciones. Efectivamente, la revisión judicial a la que sean sometidas estas medidas tendría que estar orientada por un análisis de la razonabilidad y proporcionalidad de las decisiones del empleador que, sin llegar a justificar arbitrariedades, evalúe la causalidad de dichas decisiones por encima de las formalidades.

Por otro lado, será necesario evaluar si efectivamente será posible aplicar el régimen laboral general a una coyuntura particularmente excepcional. Sin duda, solo podrá existir una reactivación económica real si es que se logra mitigar el impacto del estado de emergencia nacional en la tasa de empleo formal, lo que será posible si se logra evitar que las empresas recurran a la contratación informal de trabajadores para reactivar su producción sin asumir un mayor costo laboral y, con esa orientación, evaluar alternativas como:

a. Generar incentivos económicos, sean fiscales o de financiamiento, destinados a que las empresas, durante el proceso de reactivación económica, puedan tener la capacidad de asumir los costos laborales que siempre demandará la contratación formal de trabajadores.

b. La posibilidad de implementar un régimen laboral de transición aplicable a las personas que se reinserten al empleo luego del estado de emergencia nacional, de modo que, el restablecimiento de los derechos y beneficios laborales vaya de la mano de la progresividad de la reactivación económica.

No cabe duda que la flexibilización laboral se ha convertido en una discusión eterna y por ello, plantear la flexibilización como una solución al impacto sufrido como consecuencia del estado de emergencia nacional pudiese resultar ser más un problema que un remedio y, en ese sentido, probablemente resulte ser más eficaz pensar en un restablecimiento progresivo de derechos que, fundamentado en la progresividad de la reactivación económica, evite las discusiones ideológicas que han concluido siempre en la conservación de la rigidez del régimen laboral con el que contamos.

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Resumen

La Reanudación de Actividades traerá consigo diversos desafíos. El restablecer la tasa de empleo adecuado que se perdió, en buena medida, como consecuencia de la pandemia tendrá a las empresas como un aliado, aunque éstas deberán hacer frente a diversos aspectos como la “nueva normalidad” en cuanto a temas de seguridad y salud, hasta tema de costos e incluso de carácter judicial. Por todo ello se espera puedan evaluarse alternativas como incentivos económicos, ya sean fiscales o de financiamiento, para que las empresas puedan tener la capacidad de asumir los costos y poder mantener la fuerza laboral en la formalidad esperada.

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