El sector retail se encuentra en un punto de transformación constante, marcado por la feroz competencia y la capacidad de adaptación a los cambios sociales, económicos y tecnológicos.
Ante unos clientes cada día más exigentes y mejor informados, las marcas hacen grandes esfuerzos para ampliar su oferta y mejorar sus procesos de venta. No cabe duda de que ofrecer un amplio catálogo de productos que permita al cliente elegir es algo muy relevante para los consumidores. Igualmente, la relación calidad-precio es determinante a la hora de comprar. Pero los datos nos vuelven a decir que es la capacidad para cumplir y no defraudar lo que más influye en las decisiones de los compradores actuales o futuros.
Retail Performance Ranking, proyecto de Investigación global de EY Parthenon, pone de manifiesto que los retailers tienen en su mano la potenciación de los distintos elementos que marcan su posición en el ranking de preferencias de los clientes. Mientras que unos apuestan claramente por las palancas que refuerzan la confianza, otros optan por estrategias centradas en precio o mejora de canales. Pero todos se esfuerzan por identificar las tendencias y las preferencias de un consumidor cada día más “soberano”.
En la edición de 2024 de Retail Performance Ranking hemos entrevistado a miles de consumidores en todo el mundo, de los cuales 4.250 son españoles, y nos han aportado información muy relevante para entender nuestro mercado. De nuevo, la confianza es la variable clave, pero se aprecian otros movimientos y se observa cómo ciertas marcas mejoran, otras se mantienen y otras pierden posiciones.
Dada la velocidad y la saturación del mercado, creemos que proyectos como Retail Performance Ranking son especialmente útiles para conocer las claves de un sector tan dinámico en donde entender lo que pide el cliente es necesario para seguir vivo y no convertirse en un actor irrelevante.
En 2025, los retailers enfrentan desafíos y oportunidades derivados de seis tendencias principales: la incertidumbre geopolítica y económica, el cambio en las prioridades del consumidor, la adopción de la Inteligencia Artificial, la omnicanalidad y experiencia de compra, el compromiso con la sostenibilidad y la dicotomía entre la productividad y las regulaciones en la UE. Estas tendencias están redefiniendo el sector retail, obligando a las empresas a innovar para prosperar en un mercado cada vez más competitivo.