España en el EY Future Consumer Index
En el contexto español, la preocupación por la economía y el coste de vida es palpable. De acuerdo con el informe, el 48% de los consumidores se siente extremadamente preocupado por la situación económica, y un 59% por el aumento del coste de la vida. Estas inquietudes han llevado a un 47% a reducir su consumo, y la mitad de los encuestados indica que la marca ya no es un factor determinante en sus decisiones de compra.
Además, los consumidores españoles también muestran un enfoque más consciente y responsable: un 79% dice pensar más en lo que compra y si realmente lo necesita, mientras que el 76% intenta reparar los objetos antes de reemplazarlos. Esta actitud más reflexiva y práctica refuerza la necesidad de que las marcas en España ofrezcan valor real, sostenido y tangible en cada interacción con el consumidor. Así, la fidelidad hacia las marcas ya no puede darse por sentada, hay que ganársela cada día.
También preocupan fenómenos como la shrinkflation, es decir, cuando los productos se hacen más pequeños, pero mantienen el mismo precio. Esta práctica está afectando la confianza de los consumidores: el 78% de los españoles afirma haberla notado, y un 77% ha cambiado su forma de comprar debido al aumento de precios.
En esta misma línea, el escepticismo hacia las innovaciones es notable, con un 30% de los españoles considerando que los cambios en los productos son más una estrategia para reducir costes que una mejora real. En el ámbito de la Inteligencia Artificial, aunque el 66% afirma que aún no ha comprado productos basados en recomendaciones de IA, este tipo de sugerencias benefician en un 58% a las marcas masivas en nuestro país, mientras que solo un 9% favorece a marcas locales.