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Empresas y energía: un nuevo equilibrio que redefine las reglas del juego.

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¿Cómo puede la creciente demanda energética impulsar una rentabilidad duradera?

La energía está dejando de ser un simple recurso para convertirse en una palanca estratégica de crecimiento. Las empresas lo saben, y están actuando en consecuencia. Lo que quizás no está ocurriendo con la misma rapidez es la transformación de muchos proveedores energéticos, que siguen operando bajo esquemas que ya no responden al nuevo perfil del cliente empresarial.

El informe Business customer energy transition insights de EY ofrece una fotografía precisa de este punto de inflexión. A través de cinco ejes clave, el trabajo analiza cómo está cambiando la relación entre empresas y energía, así como las implicaciones que esta transformación tiene para el ecosistema energético en su conjunto.

 

Un cliente más exigente, una demanda que no espera

Hasta el 70 % de la demanda eléctrica y los ingresos de muchos proveedores provienen del sector comercial e industrial. Sin embargo, la experiencia energética de estas empresas suele quedarse corta. En un entorno donde la electrificación avanza, los centros de datos se multiplican y la producción industrial se acelera, la energía se convierte en un elemento clave para competir, crecer y transformar los modelos de negocio.

No obstante, muchas organizaciones se encuentran con barreras como tecnologías obsoletas, falta de asesoramiento especializado, herramientas poco adaptadas y una forma de trabajar por parte de los proveedores que ya no responde a sus expectativas. El dato es contundente: el 66 % de las empresas a nivel global duda de poder acceder a un suministro energético fiable que les permita crecer con garantías.

De commodity a ventaja competitiva

El informe refleja con claridad lo que las empresas están diciendo: no están dispuestas a renunciar al crecimiento para avanzar en sostenibilidad. La transición energética sigue siendo un objetivo prioritario, pero exigen soluciones que también sean competitivas, realistas y adaptadas a sus necesidades. Por eso, buscan proveedores capaces de combinar eficiencia operativa, enfoque personalizado y visión estratégica.

La energía, en este nuevo contexto, ya no se percibe como un coste a optimizar, sino como un activo que puede marcar la diferencia competitiva. Para muchos proveedores, esto implica revisar su papel, su propuesta de valor y su capacidad de respuesta.

Lo que las empresas esperan de sus proveedores de energía

En este sentido, el informe destaca que el 71% de las empresas ya cuenta con una estrategia energética y que el 74% considera insuficiente la gestión tradicional de cuentas por parte de los proveedores. Así, las organizaciones buscan socios energéticos que les ofrezcan asesoramiento especializado, herramientas eficaces y soluciones adaptadas a sus necesidades reales.

Además, aunque la asequibilidad sigue siendo un factor esencial, muchas empresas están dispuestas a invertir más si a cambio obtienen acceso rápido a energía sostenible, tecnologías como la generación in situ, almacenamiento o una experiencia energética que responda a su contexto específico. Todo apunta a una conclusión clara: las reglas de la relación empresa-proveedor están cambiando y adaptarse no es una opción, sino una condición para seguir siendo relevantes.

Un punto de inflexión para todo el sector

El estudio identifica cinco puntos de acción que los proveedores de energía deben abordar si quieren mantener su posición en este nuevo escenario: mejorar la experiencia del cliente empresarial, actuar como asesores estratégicos, facilitar soluciones sostenibles sin frenar el crecimiento, atender mejor a segmentos como la empresa mediana y adoptar nuevos roles dentro del ecosistema energético.

No existe una única vía, pero sí una urgencia compartida: actuar. El 42% de las empresas quiere que sus proveedores asuman un papel más activo como impulsores de la transición energética.

Una oportunidad para todos

La fuerte aceleración de la demanda energética está configurando un nuevo equilibrio que obliga a gobiernos, empresas y proveedores a gestionar de forma conjunta crecimiento, sostenibilidad, asequibilidad y resiliencia.

Para los proveedores, este es un momento decisivo. Quienes sepan colaborar con un ecosistema en transformación, que aborde tecnología, sector industrial, recursos naturales y administraciones públicas, podrán impulsar el crecimiento de sus clientes, así como el de su propio negocio y el de las comunidades en las que operan. En definitiva, el informe pone de manifiesto que la energía, bien gestionada, puede ser una fuente de rentabilidad duradera.


Resumen

El informe Business customer energy transition insights de EY analiza el cambio en la relación entre empresas y energía, en un contexto en el que la energía ha dejado de ser un recurso para convertirse en un eje clave de crecimiento.

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