Primera parada: Bilbao.

No hay tormenta que se le resista a Agar y Lula. Su llegada al pueblo vasco es una oportunidad única para adentrarse en su cultura y gastronomía.

Un txakoli, una sakotira y un director que tiene la lengua oficial un poco oxidada, es decir, poco hermanamiento… pero una cosa esta clara, ¡aupa el Athletic!