Movilidad acelerando la transformación

Movilidad: acelerando la transformación

La aparición de nuevos actores ha transformado el ecosistema de la movilidad en las ciudades

Desde hace ya un tiempo estamos oyendo que el sector de la movilidad está inmerso en una transformación sin precedentes. Es cierto que, hasta hace relativamente poco, las grandes ciudades estaban dominadas por los coches particulares y el transporte público y por algunas problemáticas asociadas bien conocidas: aumento de la contaminación, congestión, colapso, ruido, etc. Sin embargo, la aparición de nuevas alternativas más ecológicas, como pueden ser la de vehículos eléctricos, bicicletas y otros vehículos de alquiler y el uso de nuevas tecnologías combinadas con nuevos modelos de negocio derivados de la economía colaborativa y de pago por uso, iniciaron una profunda revolución creando un nuevo ecosistema de movilidad en el que se incluyen players más tradicionales, como las empresas del sector de automoción y transporte, y del sector público, pero también con la entrada de nuevos, como empresas del sector energético, de infraestructuras, tecnológicas, telecomunicaciones y start-ups, entre otras.

El crecimiento de propuestas novedosas para desplazarse dentro de las ciudades y su adopción por parte de la ciudadanía fueron fulgurantes. Los crecimientos anuales de tres cifras fueron seguidos de masivas inversiones por parte de fondos de Capital Riesgo, multinacionales con intereses en el desarrollo de las Smart Cities y también por los fabricantes de coches.

Este fenómeno se vio alimentado por macrotendencias como la migración hacia las grandes urbes (y las restricciones de fluidez de los movimientos que esto conlleva), el empuje de una Agenda Verde, el crecimiento del turismo urbano y la expectativa de una excelente experiencia de usuario muy ligada al uso de nuevas tecnologías.

Y en medio de toda esta transformación, apareció el Covid-19 con sus ya conocidos impactos coyunturales: disminución de tránsito y el traspaso de medios de transporte más compartidos a más individuales. Pero también, con algunos impactos que pueden ser más estructurales y que se trasladarán a las necesidades de movilidad motivados por cambios de hábitos del ciudadano y acelerando otras tendencias que ya estaban, como la descarbonización y la digitalización.

Los meses de confinamiento y de medidas restrictivas han desencadenado la aceleración de una tendencia ya existente en otras economías, la centralización de la vida alrededor del hogar. En España, este cambio se está dando a través de varios ejes de transformación (por ejemplo, aumento del teletrabajo, incremento de las compras digitales, ocio en casa…) que se están desarrollando en paralelo y con una intensidad que sugiere que, incluso una vez vacunados, puedan tener un carácter perenne. Estos cambios pueden reconfigurar las rutinas de millones de personas, que tendrán que buscar nuevas formas de movilidad que se adecúen a sus nuevas necesidades y que también debería provocar una reflexión profunda sobre las soluciones de logística urbanas y de última milla.

Desde un ángulo social, la población se ha concienciado de los peligros a los que estamos expuestos como grupo, y es previsible que se acentúe el interés por la implantación de la Agenda Verde. Los gobiernos continuarán impulsándola a pesar de la debilidad de la economía. Pero también de la necesidad de cuidar la salud de la ciudadanía y trasladar experiencias con menos fricción para los usuarios y, por tanto, una movilidad también más integrada en lo digital. El futuro de la movilidad requerirá una coordinación digital y una regulación local que incentive el desarrollo de soluciones adecuadas para cada municipalidad.

Pensamos que para que una ciudad sea atractiva y competitiva en el futuro en el entorno global en que vivimos va a ser imperativo que tenga una excelente respuesta a los retos de movilidad actuales disponiendo de soluciones sostenibles, seguras, conectadas, flexibles, multimodales, asequibles y digitales.

Para poder afrontar retos tan importantes y complejos como los planteados pensamos que es clave una coordinación pública- privada. Los fondos Europeos del Next Generation y el Plan de Transformación y Resiliencia son una muy buena noticia para poder acelerar en todos estos cambios.

Como país, creo que tenemos sectores y actores de referencia que hacen que tengamos todos los ingredientes para poder ser un referente en movilidad del futuro.

Resumen

La transformación de la movilidad es ya un hecho. Nuevos actores, nuevas tecnologías y nuevos hábitos que se han consolidado con la aparición de la pandemia. La colaboración público-privada se posiciona como un factor clave ante este nuevo escenario, en el que es más necesario que nunca dar respuesta a todos los retos que se nos plantean.

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