Solamente en materia de Seguridad Vial, la conectividad salvará miles de vidas a través de tres innovaciones fundamentales: la plataforma del vehículo conectado DGT 3.0, los Sistemas ADAS de Ayuda a la Conducción obligatorios en todos los vehículos a partir de 2022, y el Sistema de llamada de emergencia por geolocalización eCall en todos los turismos y furgonetas.
Del mismo modo, la conectividad va a permitir una integración mayor de la cadena de suministro con importantes beneficios en término de servicios logísticos de última milla, derivado del crecimiento exponencial del comercio electrónico, y será bastante normal en un futuro próximo contemplar en el sector de la Distribución Urbana de Mercancías a vehículos autónomos y drones haciendo esa labor.
Pero si existe un sector al que se le agolpan los avances tecnológicos ese es el sector de la movilidad, y concretamente el sector de la movilidad conectada. Sin la tecnología que aporta la innovación en movilidad conectada no habría movilidad multimodal, no habría movilidad compartida y no habría movilidad como servicio, tres pilares que ya conforman la movilidad presente y que serán protagonistas absolutas de la movilidad del futuro junto a la movilidad autónoma.
Y, ¿cuáles son esas innovaciones que están protagonizando la revolución de la movilidad conectada?
En primer lugar, la conectividad 5G revolucionará al sector del automóvil y de las infraestructuras de movilidad, y aunque ya hoy 51 millones de vehículos circulan conectados por las carreteras del mundo, para el 2023 casi el 70% de los vehículos y camiones que se comercialicen a nivel mundial tendrán conectividad integrada. En definitiva, una conexión mucho más rápida, como la que supondrá el 5G y con una latencia inferior, hará que la Inteligencia Artificial del vehículo autónomo funcione con un grado de seguridad y fiabilidad superior, además de suponer un fuerte impulso para el Internet de las Cosas, como, por ejemplo, los coches conectados.
En segundo lugar, unos de los grandes desafíos es permitir que los vehículos puedan transmitir información en tiempo real tanto de su actividad como de su entorno. La tecnología V2X (Vehicle to Everything), ayudará a integrar la conectividad entre el vehículo y cualquier objeto que sea capaz de afectar su actividad, sea otro vehículo, una red móvil, una red eléctrica, una infraestructura o un edificio.
En tercer lugar, la aplicación de nuevas tecnologías puede permitir la gestión inteligente de las infraestructuras. Como señala la Asociación Española de la Carretera en su Plan de Carreteras Verdes, Seguras y Conectadas, la optimización de la movilidad requerirá una adaptación de la infraestructura y de su equipamiento a los distintos niveles de automatización.
No podemos finalizar esta aproximación a la Movilidad Conectada sin referirnos al Big Data, ya que un vehículo conectado generará miles de megas a la hora dando cabida a la actividad de distintos actores y propuestas. En este sentido ya se está reclamando la creación de una plataforma para que los fabricantes vuelquen los datos generados por los vehículos y sean accesibles a terceros con el fin de mejorar la seguridad los servicios de movilidad.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías y los nuevos servicios de movilidad, todos ganaremos en seguridad, sostenibilidad y oportunidades de negocio, que serán fuentes de crecimiento al permitir que estemos todos conectados, especialmente en las ciudades, donde algunas compañías ya están alcanzando alianzas para poner en marcha proyectos piloto para la futura conducción conectada y autónoma, proyectos, como el Distrito Z en Málaga, que están basados en el uso de sensores y tecnología de interconexión con el fin de crear un ecosistema para la gestión inteligente de la movilidad y las infraestructuras.
Como dice Peter Drucker, “la mejor forma de predecir el futuro es crearlo”, y la innovación es una palanca clave que ya está creando ese futuro y una revolución de la movilidad conectada llena de retos y oportunidades para todos.
Publicado en El Confidencial