Que los criptoactivos están ganando popularidad -sobre todo en ciertos segmentos de la población- y que generan tanto reclamo como polémica es algo innegable.
Es por ello que en EY dedicamos una serie de artículos, Criptoactivos en 2022, para analizar diversas cuestiones en torno a su irrupción en el sistema financiero. Comenzamos dedicando esta reflexión a la Moneda Digital de Banco Central (CBDC), una iniciativa que está tomando fuerza en los principales gobiernos del mundo.
En junio de 2019, Facebook anunció la puesta en marcha de su proyecto “Libra” (actualmente llamado “Diem”), contando para ello con aliados como PayPal, MasterCard o Visa. El objetivo del gigante digital era, en sus propias palabras “reinventar el dinero y transformar la economía digital”. La noticia no pasó inadvertida para los gobiernos, que arrojaron duras críticas, sacando a relucir las políticas de privacidad de Facebook, que en ocasiones han estado en el punto de mira debido al tratamiento de los derechos a la intimidad de sus usuarios.
Por otro lado, el modelo financiero y alternativo basado en las criptomonedas, que cuenta cada vez con mayor acogida y aceptación por un porcentaje de la sociedad, lleva aparejado gran riesgo intrínseco, lo que está induciendo a los Gobiernos a habilitar una alternativa.
Como consecuencia de estos factores, los bancos centrales de los principales gobiernos se han lanzado a trabajar en sus propios proyectos en torno a las monedas digitales, una iniciativa llamada CBDC (Central Bank Digital Currency, en español Moneda Digital de Banco Central).
¿En qué medida transformarán el sistema financiero? ¿Hasta qué punto está desarrollado este proyecto? ¿Qué ventajas tienen y a qué desafíos se enfrentan?
¿Redefiniendo el dinero?
La Moneda Digital de Banco Central es una representación digital de dinero fiduciario, emitido por el banco de central de un país y/u organización internacional, con valor de curso legal y respaldada por decretos gubernamentales, al igual que la divisa FIAT.La implementación de este tipo de activos digitales se sustenta en la tecnología base de las criptomonedas: el blockchain. Paradojas de la vida, al final parece que veremos cómo una tecnología que nace con el objetivo de cambiar -de manera disruptiva- el sistema financiero, tal y como lo conocemos hoy en día, será usada para modernizar el sistema.
Es innegable que, desde un punto de vista social, el principal beneficio sería la puesta a disposición de las oportunidades de la tecnología para todos los ciudadanos. Para ello, es necesario que la CBDC sea accesible por todos, no arroje intereses por su pertenencia y, en la medida de lo posible, habilite el anonimato. A nivel financiero, encontramos otras ventajas, principalmente relacionadas con las transferencias, la reducción del riesgo de fraude y los costes.
Sí, operar con una moneda de este tipo aceleraría las transacciones financieras nacionales e internacionales. Las principales entidades financieras ya han llevado a cabo pruebas de concepto en las que transferencias internacionales se han llevado a cabo con éxito en minutos. Una transferencia internacional con los mecanismos actuales puede conllevar una demora de hasta 72 horas.
Por otro lado, la completa trazabilidad sobre las transacciones financieras facilita el establecimiento de los mecanismos de control, lo que reduce el riesgo de fraude. Especialmente destacable es esta ventaja para nuestro país, teniendo en cuenta que, en 2021, en España se cuantificaron alrededor de 300.000 millones de euros que se movieron en la economía sumergida, lo que supone un 25% del PIB nacional aproximadamente. Más allá de nuestras fronteras, en 2019, tras un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) se estimó en más de 6 billones el uso del dinero negro, lo que supone un 6% de PIB Mundial.
Además, con respecto al efectivo, la CBDC optimizan los costes de producción, recaudación y transporte, minimizando también el impacto medioambiental. Según un estudio de la Unión Europea, fabricar una moneda de 1 € tiene un coste asociado de 4,5 céntimos.
Unos retos a la altura del proyecto
La implementación con éxito de esta iniciativa pasa por establecer un modelo de Gobierno. En primer lugar, porque veríamos un aumento de la desintermediación del sector financiero. En propias palabras del gobernador de Banco de España, esta desintermediación se daría al reducirse estructuralmente la base de depósitos de los bancos, la capacidad de concesión de crédito y al producirse un mayor riesgo de retiradas masivas de depósitos.
Otro de los desafíos para los Bancos Centrales será la implementación y adopción de nuevos modelos de servicio digitales que tendrán, con el fin de ofrecer los procesos que posibiliten operar con la CBDC.
Además ¿cómo convivirá el dinero físico con la CBDC? Para ello, será necesario plantear un modelo que permita el acceso universal a estas monedas digitales, que deberá estar disponible de manera global.
¿Cuáles son las principales iniciativas surgidas?
Algunas más avanzadas, otras más incipientes: los principales gobiernos del mundo ya están trabajando en sus propias iniciativas en torno a su propia moneda digital. Analizamos las más destacadas, surgidas en la Unión Europea, EEUU y China.