En este contexto, las cuestiones éticas y de gobernanza emergen como preocupaciones primordiales. La transparencia y la explicabilidad son citadas por un 54% de las instituciones, seguidas de la privacidad de datos (53%) y los riesgos de sesgos (47%). Sólo un 14% de las organizaciones encuestadas cuente con un marco de ética de la IA plenamente operativo, lo que subraya la necesidad urgente de abordar estos temas en la estrategia de implementación de la inteligencia artificial.
Un futuro que exige colaboración y preparación
La encuesta de EY pone de relieve una dualidad: por un lado, la IA es la gran palanca de innovación para el sector financiero, con el potencial de optimizar procesos, mejorar la experiencia del cliente y abrir vías de negocio inexploradas. Por otro, se enfrenta a barreras como la falta de talento, la escasa madurez en la formación y la complejidad regulatoria.
En este contexto, ¿cómo deberían actuar las empresas para mantenerse competitivas y responsables a la vez? Varios puntos destacan:
1. Invertir en formación y planes de upskilling: La brecha de habilidades es evidente, por lo que es clave diseñar itinerarios formativos que capaciten a la plantilla para trabajar codo a codo con los algoritmos.
2. Desarrollar marcos éticos y de gobernanza: Más allá de la presión regulatoria, la confianza del cliente y la reputación de marca se verán reforzadas si existe transparencia y responsabilidad en el uso de la IA.
3. Alinear la adopción tecnológica con los objetivos de negocio: Centrarse en casos de uso de alto impacto (back-office, innovación de productos, atención al cliente) y evaluar gradualmente aplicaciones más complejas a medida que se gane experiencia.
4. Colaborar con instituciones y organismos reguladores: Frente a la divergencia normativa, el diálogo y la anticipación son esenciales para reducir riesgos y disrupciones en mercados transfronterizos.
Un cambio de paradigma ineludible
La disrupción de la IA en el sector financiero europeo es ya una realidad, aunque aún existan disparidades en su nivel de adopción. Los datos del EY European Financial Services AI Survey 2024 apuntan a una creciente necesidad de talento, una demanda notable de soluciones de IA generativa y una preocupación al alza por la regulación y la ética. En definitiva, la búsqueda de la eficiencia, la responsabilidad y la innovación confluyen en un escenario donde las instituciones financieras deben tomar decisiones estratégicas con celeridad.
¿Estamos preparados para un cambio de paradigma que sacuda los cimientos de la banca, los seguros y la gestión patrimonial? La respuesta —lejos de ser un rotundo sí— pasa por la implicación conjunta de empresas, gobiernos y sociedad civil, adoptando un enfoque que combine rigor regulatorio, visión de largo plazo y formación continua. Solo así podremos aprovechar las ventajas de la IA, salvaguardando la ética y la sostenibilidad en un entorno económico cada vez más interconectado y competitivo.