En este entorno, la descarbonización puede ser una palanca para la competitividad de la industria de la UE, reduciendo además su actual vulnerabilidad externa derivada de la dependencia del suministro de gas. La industria española comparte los retos de la europea, si bien tiene una ventaja relativa en términos de acceso a energías renovables más competitivas.
Es posible mejorar la resiliencia y la competitividad de la industria europea con un enfoque acertado del ‘Clean Industrial Deal’.
Los resultados del estudio muestran como la competitividad industrial y la transición energética no solo son compatibles, sino que pueden fortalecerse mutuamente.
El Clean Industrial Deal debería enfocarse en poner en marcha soluciones transversales para todos los sectores, así como en diferenciar las medidas de los distintos procesos. Entre las transversales, destacarían las medidas encaminadas a garantizar unos costes de la electricidad competitivos para toda la industria (permisos, fiscalidad, promoción de renovables, flexibilidad y almacenamiento, PPAs, inversión en redes, etc). La demanda de calor representa el mayor consumo energético de la industria. Para definir las medidas específicas para su descarbonización, es preciso diferenciar bien los procesos industriales para tener un buen diagnóstico.
Con aproximadamente 50.000 M€ se podría descarbonizar de manera rápida una parte significativa del calor de la industria europea (gran parte de los procesos industriales de <500ºC). España, dada su ventaja competitiva en fuentes renovables, debe aprovechar esta oportunidad.