El sector eléctrico se encuentra en el epicentro de la transición climática. Responsable de cerca del 40% de las emisiones globales de GEI, de su transformación depende no solo la reducción de emisiones propias, sino también la descarbonización del resto de la economía. Según el IPCC, limitar el calentamiento a 1,5 °C requiere cambios rápidos, de gran alcance y sin precedentes.
En este contexto, la iniciativa Science Based Targets (SBTi) desempeña un papel decisivo: ofrece a las compañías del sector los marcos y recursos técnicos necesarios para alinear sus objetivos con la ciencia y con el Acuerdo de París.
Un sector habilitador de la transición global
Los escenarios que limitan el aumento de la temperatura a 1,5 °C prevén que la electricidad represente hasta más del 50% del consumo final de energía en 2050. Este salto exige no solo incrementar la generación baja en carbono, sino también mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la transmisión, distribución, almacenamiento y comercialización de electricidad.
Cada vez más utilities, productores independientes y comercializadoras avanzan hacia objetivos validados por SBTi, obteniendo beneficios que van más allá del cumplimiento: credibilidad ante inversores, acceso a financiación sostenible, reducción de riesgos y mayor resiliencia.
El estándar reconoce además el rol del sector como gran habilitador de la electrificación de la economía: transporte, industria y edificación dependerán de un suministro bajo en carbono, fiable y competitivo. Esto convierte a las compañías eléctricas en actores clave no solo de su propia transición, sino de la transformación de todo el sistema económico.
El nuevo estándar Net-Zero para el sector eléctrico
El SBTi Power Sector Net-Zero Standard (borrador de consulta pública, septiembre 2025) supone un punto de inflexión. Sustituye la guía provisional de 2020 y se alinea con el nuevo borrador del Corporate Net-Zero Standard v2.
¿A quién aplica?
Empresas que cumplan al menos una de estas condiciones:
- Sus emisiones de GEI en actividades del sector eléctrico superan el 5% del total o más de 10.000 tCO₂e.
- Perciben al menos el 5% de sus ingresos a partir de la generación de electricidad.d.
Principales novedades
Cobertura ampliada
Además de generación, el estándar ahora cubre transmisión y distribución (T&D), almacenamiento y comercialización minorista de electricidad.
Trayectorias más ambiciosas
Basadas en IPCC AR6 e IEA NZE 2023: reducciones del 83% entre 2020 y 2030, y del 99% para 2050 a nivel del sector eléctrico.
Eliminación progresiva de fósiles no mitigados
- Calendarios más estrictos para países OCDE (carbón 2030, gas y petróleo 2035) y más flexibles en no OCDE (2040).
- Prohibición de nuevas inversiones en generación fósil no mitigada, salvo excepciones limitadas.
- Se requiere la divulgación pública de planes detallados de retirada de combustibles fósiles, con hitos intermedios cada cinco años. Esta transparencia busca reforzar la credibilidad ante reguladores, inversores y sociedad civil.
- Se prevé una excepción para el gas natural no utilizado como generación de base (non-baseload), que podría mantenerse hasta 2050 en determinadas condiciones, siempre que contribuya a la seguridad y estabilidad del sistema eléctrico.
Nuevas métricas
- Límites a pérdidas en T&D, reducción de emisiones fugitivas de SF₆, aumento de la electricidad baja en carbono adquirida y criterios de sostenibilidad para biomasa.
- La biomasa utilizada para generación eléctrica deberá provenir de fuentes certificadas como sostenibles antes de 2030, reforzando la trazabilidad y evitando riesgos reputacionales asociados a usos no sostenibles.
- Clasificación y consistencia de inventarios
- El estándar también aclara cómo deben contabilizarse estas emisiones dentro de los alcances 1, 2 y 3. Por ejemplo: las fugas de SF₆ en T&D se registran en Alcance 1, las pérdidas de red en Alcance 2 y las emisiones de combustibles comprados en Alcance 3. Esta precisión busca asegurar comparabilidad entre empresas y mayor coherencia con los inventarios corporativos.
Interoperabilidad con Net-Zero Standard V2
- El estándar está diseñado para garantizar interoperabilidad con el Corporate Net-Zero Standard V2, reforzando la coherencia metodológica y evitando contradicciones entre marcos sectoriales y corporativos.
Qué implica para las empresas
Estas actualizaciones obligan a las compañías a replantear sus objetivos, inventarios de emisiones y estrategias de transición, con un impacto directo en decisiones de inversión y CAPEX. Las utilities deberán acelerar el despliegue de renovables y almacenamiento, revisar carteras de generación fósil y fortalecer la gobernanza de datos para responder a las nuevas métricas.
Ignorar o retrasar la adopción de estos estándares expone a las compañías a riesgos significativos: desde activos varados y sobrecostes de financiación, hasta pérdida de competitividad frente a actores que se adapten antes. Al mismo tiempo, anticiparse abre oportunidades para acceder a capital verde, reforzar la confianza del mercado y diferenciarse estratégicamente.
Aunque algunos elementos puedan ajustarse en la consulta pública (abierta hasta el 3 de noviembre de 2025), el mensaje es inequívoco: el sector eléctrico está llamado a liderar la transición hacia un futuro net-zero.