Una de las conclusiones clave del estudio ha sido la identificación de los aceleradores que marcarán el desarrollo de la función de sostenibilidad en 2025. Entre estos se destacan la alineación entre la estrategia corporativa y las prioridades de sostenibilidad, el avance en los estándares y normativas internacionales, el apoyo del Comité de Dirección, y la presión regulatoria. Estos factores indican que la sostenibilidad será cada vez más central en las agendas empresariales. Por otro lado, también se han identificado ciertos frenos que podrían ralentizar el progreso de las empresas en sostenibilidad, tales como la incertidumbre económica y política, así como ciertos factores de mercado. Esto subraya la necesidad de mantener una alta capacidad de adaptación y flexibilidad ante los cambios.
El estudio muestra una clara evolución en las prioridades de los expertos en sostenibilidad. En 2024, los temas relacionados con los empleados se consolidan como los más importantes, una tendencia que ya comenzó a observarse en 2020, aunque antes la gobernanza era el tema principal. Este cambio resalta el creciente reconocimiento de la importancia del bienestar de los empleados, la salud mental, y la fidelización del talento como elementos fundamentales para el desarrollo sostenible de las organizaciones. Además, dentro del bloque medioambiental, la gestión eficiente de la energía se ha consolidado como el tema más prioritario, superando a la mitigación del cambio climático, que había dominado las ediciones anteriores. Este cambio refleja una creciente necesidad de las empresas de optimizar sus recursos energéticos, dentro de la transición hacia un modelo más sostenible.
A pesar de la creciente importancia de los temas ASG, se observan desajustes entre lo que los expertos consideran prioritario y lo que se menciona en las cartas de los CEO. Por ejemplo, mientras los expertos en sostenibilidad consideran que el bloque de empleados es esencial, los CEO abordan con mayor frecuencia los temas vinculados a la cadena de valor y la sociedad. Aunque hay coincidencias, la priorización varía, lo que muestra que las agendas de los CEO aún no están completamente alineadas con las preocupaciones de los profesionales de la sostenibilidad.
En términos de riesgos de sostenibilidad, el estudio revela que las empresas españolas se centran principalmente en los riesgos de gobernanza y medio ambiente, especialmente aquellos relacionados con la ética empresarial, la gestión de riesgos y el cambio climático. En comparación con las empresas europeas, las españolas muestran una mayor atención a la integridad corporativa y los riesgos medioambientales, lo que denota un enfoque más avanzado y detallado respecto a la gestión de los riesgos no financieros.
Las tendencias para los próximos 12 meses indican que las empresas españolas y europeas están priorizando la estrategia de sostenibilidad. Los expertos en sostenibilidad destacan que, en 2025, esta será la principal área de enfoque, con énfasis en la evaluación del contexto empresarial y el desarrollo de hojas de ruta claras para las iniciativas clave. Además, la digitalización y el cumplimiento de normativas internacionales seguirán siendo áreas clave para fortalecer las estrategias de sostenibilidad dentro de las organizaciones. En cuanto a la transformación del mundo de la sostenibilidad, las empresas se enfocarán principalmente en la evaluación de la cadena de suministro y en la innovación de productos y servicios, utilizando tecnologías y datos para mejorar el rendimiento sostenible. También se espera que las empresas busquen financiación sostenible para escalar sus iniciativas de impacto.
En resumen, el estudio ha proporcionado una comprensión clara de la evolución de las prioridades en sostenibilidad dentro de las empresas españolas, destacando la creciente importancia de temas relacionados con los empleados, la energía y la gobernanza. Aunque las empresas españolas se alinean con las tendencias globales en términos de riesgos medioambientales y de gobernanza, aún existen diferencias en la forma en que estos temas se priorizan en las cartas de los CEO. De cara a 2025, la estrategia de sostenibilidad será el eje central de las empresas, con un enfoque en la integración de la sostenibilidad en todos los aspectos de la operación empresarial, incluida la cadena de suministro, la digitalización, y el cumplimiento regulatorio. Para las empresas, será crucial seguir adaptándose a los desafíos regulatorios y a las crecientes expectativas de los inversores y consumidores, consolidando la sostenibilidad como un verdadero motor de valor y no solo como una obligación regulatoria.