En Europa, el desempeño reciente ha sido especialmente sólido —con el continente situándose por delante a finales de 2024 y en la primera mitad de 2025— y España destaca con una de las tasas de adopción de fibra hasta el hogar (FTTH) más altas de la región (91%), según datos del FTTH Council Europe y análisis de EY. Este liderazgo no solo evidencia la madurez digital del país, sino que también anticipa una nueva fase competitiva: los operadores deberán centrarse en la calidad de servicio, la transparencia y la protección del usuario para mantener su ventaja y responder a unas expectativas cada vez más exigentes.
Más allá de enumerar riesgos, en el informe ponemos el foco en cómo gestionarlos. La tesis central es clara: las compañías de telecomunicaciones que alineen estrategia y gestión de riesgos estarán mejor posicionadas para convertir la incertidumbre en crecimiento sostenible. El riesgo ya no debe verse solo como una amenaza, sino como una fuente de información para decidir, innovar y anticipar.
Tres acciones para transformar la gestión del riesgo
1. Replantea tu hoja de ruta de riesgos
Reúne a los equipos directivos para explorar y alinear la evolución de la gestión de riesgos. Evalúa categorías actuales y futuras —reconociendo que pueden ser ambiguas y cambiantes— e interpreta tanto el riesgo a la baja como la oportunidad al alza. Prioriza la interconexión entre riesgos (solapamientos, adyacencias) y su efecto sobre el entorno macro, el ecosistema sectorial y la propia organización.
2. Refuerza el cambio cultural y la gestión de métricas
Los ámbitos de transformación del sector se amplían con tecnologías emergentes y programas de reskilling y upskilling. Evoluciona la cultura de riesgo en paralelo a las nuevas metodologías de trabajo y modelos de gobernanza. Reconoce y recompensa los comportamientos estratégicos frente al riesgo y refuerza métricas e incentivos que impulsen cambios de largo plazo, más allá de la contención, hacia una cultura de habilitación del negocio.
3. Ejecuta una gestión integral de riesgos
Adopta un enfoque holístico, con procesos claros para identificar, evaluar y responder a riesgos en toda la organización. Asegura que los responsables ejecutivos trabajen con equipos transversales para seguirlos y valorar su impacto en personas, sistemas y procesos. Dedica atención especial a riesgos emergentes y a la monitorización proactiva; revisa periódicamente los planes de contención y la eficacia de los controles para convertir la cobertura en resiliencia estratégica.