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Tecnologías emergentes: ¿la clave para un crecimiento sostenible y competitivo en los sectores?

Informe: Reimagining Industry Futures 2025

Las tecnologías emergentes están dejando de ser una apuesta de futuro para convertirse en un instrumento concreto de transformación. Las empresas lo saben y están redoblando su inversión. Lo que aún no ocurre con la misma velocidad es la evolución de muchos proveedores de tecnología, que deben adaptar su papel a un cliente más informado, más exigente y orientado a resultados.

El estudio EY Reimagining Industry Futures 2025, elaborado a partir de una encuesta a 1.600 directivos de todo el mundo, muestra una imagen clara de este punto de inflexión. A través de distintas perspectivas, desde la conectividad hasta la IA generativa (Gen AI), pasando por la sostenibilidad y las relaciones con proveedores, el informe analiza cómo están cambiando las prioridades tecnológicas del tejido empresarial y qué esperan las organizaciones de sus socios tecnológicos en un entorno cada vez más complejo.

 

La inversión en tecnologías emergentes sigue creciendo. Tecnologías como el 5G, el Internet de las Cosas (IoT) o la Gen IA encabezan las prioridades, pero muchas de estas inversiones aún se encuentran en fase piloto. En este sentido, justo ahí está una de las principales tensiones que revela el estudio: el salto de la prueba a la implementación a escala sigue siendo difícil.

De acuerdo con los datos, un 68% de las empresas afirma tener dificultades para escalar proyectos que ya han demostrado su viabilidad. Las razones citadas son los entornos tecnológicos fragmentados, una falta de integración con sistemas existentes y limitaciones presupuestarias. En este contexto, las organizaciones están apostando por desarrollar competencias internas, fomentar la colaboración entre departamentos y exigir a los proveedores un papel más activo, como socios estratégicos capaces de integrar tecnologías y aportar visión técnica.

Tecnología, sostenibilidad y negocio: una ecuación compleja

El vínculo entre sostenibilidad y tecnología se fortalece. El 87% de las empresas considera la sostenibilidad como un factor importante en sus decisiones tecnológicas. Pero solo un 26 % la menciona como una prioridad real. La diferencia entre lo que se declara y lo que se hace vuelve a abrir preguntas sobre el grado de compromiso de las organizaciones.

Aun así, los avances son evidentes. La mitad de las empresas reconoce que las tecnologías emergentes están acelerando sus objetivos ESG. No obstante, también afloran riesgos, como el hecho de que un 44% ve en estas tecnologías una posible amenaza para la sostenibilidad, ya sea por su huella energética o por la falta de gobernanza. El desafío está claro: avanzar sin comprometer los principios.

Asimismo, en cuanto a la Gen AI, la adopción de esta misma avanza, pero con cierto freno. Un 43% de las organizaciones cree que la GenAI complementará sus iniciativas de IA actuales, mientras que un 27% piensa que transformará radicalmente su negocio. Sin embargo, también destacan preocupaciones: ciberseguridad (50%), integración con otros sistemas (44%) y falta de alineación con el resto de las tecnologías emergentes (45%).

Las prioridades están cambiando, abriendo paso a una mayor gobernanza de datos, más colaboración interna y externa, sumado también a una demanda creciente de explicaciones claras sobre cómo esta tecnología puede generar valor.

Las empresas ya no miran las tecnologías de forma aislada. Quieren entender cómo combinarlas, integrarlas y convertirlas en resultados de negocio. En conectividad, por ejemplo, la integración de 5G, IoT, automatización e Inteligencia Artificial (AI) se percibe como una vía directa hacia la eficiencia y la innovación. Sin embargo, persisten barreras: solo el 26% de las empresas tiene un conocimiento alto sobre conceptos como el network slicing, y muchos términos clave aún no se comprenden del todo.

Mientras tanto, crece el interés por redes privadas, edge computing o soluciones as-a-service, pero también la exigencia hacia los proveedores. Las empresas reclaman no solo tecnología, sino acompañamiento real, visión sectorial y una narrativa que conecte la innovación con sus retos concretos

En línea con el estudio, el 75% de las empresas priorizará a proveedores que actúen como socios estratégicos, mientras que el 71% a aquellos que sepan coordinar a otros actores del ecosistema. No es solo una cuestión técnica, es una nueva forma de relacionarse. Las organizaciones buscan resultados medibles, acceso a redes de colaboración y capacidad de escalar soluciones sin complejidad innecesaria.

En suma, las empresas están diciendo que necesitan socios, no solo soluciones. Actores que comprendan su sector, su momento y su ambición, que sean capaces de acompañarlas en un camino donde la tecnología no es un fin, sino un medio para competir, crecer y transformar.

Resumen

El cambio ya está en marcha. Las prioridades tecnológicas evolucionan y las expectativas del cliente empresarial también. Lo que define este nuevo escenario no es solo la velocidad de la innovación, sino la capacidad de traducirla en impacto real. El reto para los proveedores no es ser los más rápidos, sino los más relevantes, y justo ese paso empieza por escuchar, entender y actuar.

 

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