El colectivo "silver" representa una clara oportunidad de mercado para el sector Seguros, pero también supone enfrentarse a desafíos.
Para el 2050 se estima que el 46% de la población española tendrá más de 55 años, en el 2021 la cifra se encuentra en el 33%.
Aunque la edad es el factor fundamental a tener en cuenta en la denominación de segmento “silver”, no es el único. Se incorporan, por ejemplo, aquellas personas que están a cargo de mayores. Es de destacar el mayor porcentaje de mujeres en estos colectivos, dado los 5 años de diferencia en esperanza de vida con respecto a los hombres 85 versus 80), y a que la mayoría de cuidadoras son mujeres.
A efectos del PIB español, los mayores de 55 años suponían el 26% en el 2020 y este porcentaje se incrementará al 5% anual en los próximos 5 años. El segmento de 55 a 75 años supone el 60% del PIB español, lo que lo convierte en el elemento tractor de la economía española, tanto por poder adquisitivo (un 12% superior a la media de la población española), como por propiedades y nivel de renta.
El tipo de gasto de los seniors depende de la franja de edad, ya que las personas de entre 50-65 años -que valoran la calidad como variable en el precio-, dedican un 17% de su gasto en bienestar (salud, seguridad, belleza), un 16% en retail y un 14% en ocio y viajes.
Por su parte, las personas mayores de 65 años son más austeros. Buscan ofertas, viajes nacionales y dedican una parte importante de sus gastos a salud.
Los datos hablan por sí solos: la economía “silver” supone un reto para la sociedad, pero también grandes oportunidades para los diferentes sectores económicos. Podríamos destacar algunos:
- Asesoramiento legal en aspectos patrimoniales, pensiones y ayudas a dependencia.
- Sanidad: tanto pública como privada, relacionados con prevención, telemedicina, tratamientos cosméticos.
- Nuevo enfoque residencial, surgen conceptos como “silver living”, “co-housing”
- Pensión pública
- Ampliación carrera laboral
- Servicios de cuidados para este colectivo
- Age-Tech: uso de tecnologías como IA, IoT, domótica, data, robotización, tienen practicidad en la oferta para resolver las necesidades de este colectivo.
Segmento clave para el sector asegurador
Para el sector seguros, este colectivo supone un segmento de negocio muy importante, ya que actualmente son los grandes consumidores de productos aseguradores (un 98% de los mayores de 55 años dispone de un seguro, aunque solo el 24% dispone de un plan de pensiones. De media los seniors tienen contratados 3 seguros (hogar, autos y decesos en mayor proporción).
Esta proporción de cartera no es estable durante toda la vida senior: los seguros de autos, vida y accidentes disminuyen con la edad y sin embargo aumentan las contrataciones de hogar, salud y decesos.
Es evidente la importancia que este colectivo tiene para la economía aseguradora, tanto por el mantenimiento de las carteras actuales (las edades medias de asegurados son muy elevadas), como por la adaptación de la oferta de productos y servicios para dar cobertura a las necesidades reales que este segmento plantea.
Por un lado, los Seguros de salud son uno de los principales ramos impactados, con un enfoque en cuidados preventivos para los seniors jóvenes y cuidados reactivos para la cuarta edad; asistencia a enfermedades crónicas y patologías degenerativas, mitigación de la soledad, ayudas a domicilio, uso de tecnología para monitorización y prevención de enfermedades o incremento del gasto médico.
Los Seguros de hogar, que pueden incluir servicios de asistencia a mayores, domótica, RC más ampliadas, protección a uso fraudulento de tarjetas, reposición de electrodomésticos o accidentes.
Por último, en relación a los Seguros de vida-riesgo: aumentos de límites de edad para la suscripción de ciertos seguros, seguros de dependencia, protección de pago, etc.
Por todo esto, la economía “silver” supone una clara oportunidad de mercado para el sector asegurador, pero también supone enfrentarse a algún desafío por resolver. Podríamos resumirlos en tres grandes líneas:
- Silverización: Será necesaria una adaptación que deberá contemplar el ciclo de vida del cliente, ya que pasará por diferentes tramos de edad y necesidad, que no se cubrirán de la misma forma, ni con los mismos productos ni con los mismos servicios. La adaptación, simplificación y personalización del seguro en este acompañamiento vital es un reto a resolver por la mayoría de las aseguradoras. La generación de confianza con respecto a la permanencia, resolución de problemas en los momentos más críticos y con mayores niveles de dependencia de las personas, será clave para la captación y retención de este colectivo.
- Eco-silver: Será importante para poder ofrecer este acompañamiento integral en el ciclo vital del segmento “silver” contar con players de confianza con los que trabajar en las diferentes áreas del ecosistema de servicio, de forma que la aseguradora pueda jugar el rol de orquestador de forma efectiva para dar solución a las necesidades de sus clientes.
- Age-Tech: La tecnología, se configura como elemento clave para la mayoría de servicios de prevención, monitorización, cuidados, acompañamiento, etc, por lo que las aseguradoras deberán diseñar los servicios integrando este componente.