- Este porcentaje crece 32 puntos con respectos al ejercicio anterior
- El 35% cuenta con perfiles especialistas en ESG en su Consejo de Administración
- El análisis de los Estados de Información no Financiera muestra un avance mayor en materia de Gobierno corporativo y medioambiente, frente a la información social
El año en el que la sostenibilidad se integrará en la contabilidad de las empresas, el IBEX-35 sigue avanzando en la presentación de sus Estados de Información no Financiera (EINF) con un avance notable en aspectos como riesgos, gobierno corporativo y medioambiente, aunque con posibilidad de mejorar en ámbito social, según la cuarta edición del Estudio comparativo sobre los Estados de Información no Financiera (EINF) del IBEX-35 de EY. El porcentaje de empresas del IBEX-35 que cuentan con una comisión específica con responsabilidades en materia de sostenibilidad en el Consejo de Administración ha pasado del 44% al 76% y el 35% ya incorpora perfiles especialistas en ESG a este órgano.
Para Alberto Castilla, socio responsable de Sostenibilidad de EY, “las empresas del IBEX-35 siguen realizando un gran esfuerzo para reducir progresivamente la brecha existente entre los mecanismos de control de la información no financiera y los de la información financiera. Sin embargo, el año 2022 supondrá el fin de la importancia de la narrativa sobre sostenibilidad y el comienzo de su integración en la contabilidad ante el auténtico “tsunami” regulatorio para al que se enfrentan. Así, por ejemplo, -continúa - el reporte de la información relativa a la Taxonomía de la UE será obligatorio para las cuentas del año fiscal 2021, incluyendo el porcentaje de su facturación proveniente de productos o actividades sostenibles y qué proporción de sus gastos de capital y operativos están vinculados a activos y actividades sostenibles. A esto hay que sumar el impacto de la nueva directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa de la Unión Europea (CSRD), que será de obligado cumplimiento a partir del año fiscal 2023”.
Este informe analiza el grado de detalle que las empresas cotizadas aportan en sus EINF correspondientes a las cuentas de 2020, así como el grado de madurez de los mismos. Entre sus principales resultados, en esta edición destacan la mayor presencia de la sostenibilidad en las atribuciones y actuaciones de los órganos de administración de la compañía. Por ejemplo, el 85% de las compañías incluye los riesgos relacionados con el medioambiente en su análisis de riesgos (76% en 2019), el 44% ya ha incorporado criterios ESG en la remuneración de sus órganos de gobierno y el 94% cuenta con una estrategia de sostenibilidad a corto plazo.
Asimismo, existen importantes avances en materia de transición energética. La totalidad de las compañías analizadas informan de sus medidas de eficiencia energética, y ya un 82% de las empresas ofrecen información sobre el uso de energías renovables. También, un 79% de las empresas reporta información relativa a las emisiones de alcance 3, y el 97% muestra sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Grado de madurez de la información
Además de analizar de qué informan las compañías en materia de información no financiera, el equipo de Sostenibilidad de EY ha profundizado en el nivel de madurez de los indicadores incluidos en los EINF. A través de la herramienta Maturity Assessment Tool de EY se han contemplado un total de 25 aspectos repartidos en seis áreas temáticas (gobierno, medioambiente, empleados, sociedad, derechos humanos y cadena de suministro) a los que se ha otorgado una nota de 1 a 5 en función de su madurez. A nivel general, la puntuación media del estado de gestión de los asuntos no financieros en el IBEX-35 es de 2,3, lo que les sitúa en el nivel Asentado, dado que los informes de las empresas analizadas han reflejado un nivel de transparencia adecuado, un desempeño moderado y unos mecanismos de gestión que cubren todos los elementos fundamentales.
A nivel temático, el aspecto cuyo estado de gestión obtiene una puntuación mayor es el de Gobierno de la Sostenibilidad, con 2,9, seguido por Sociedad (2,6) y Medioambiente (2,5). En cuanto a las áreas menos desarrolladas, estas serían Empleados (1,9) y Derechos Humanos (1,7). Por sectores, el energético es que el refleja una mayor madurez a nivel general con una puntuación de 2,9.
Mientras en los aspectos de Políticas Corporativas (4,3) y de Corrupción y Soborno (3,4) se observa la mayor madurez de todos los aspectos estudiados, las mayores oportunidades de mejora se encuentran en los ámbitos de Economía Circular (1,0), Conciliación y Desconexión (1,2), Inclusión y Accesibilidad (1,2), Igualdad en los órganos de gobierno (1,3), Derechos Humanos (1,7) y Salud y Seguridad de los Consumidores (1,8).
Para Castilla, “las novedades regulatorias que vienen suponen un cambio en el lenguaje de gestión de las empresas que deberán integrar la sostenibilidad en el gobierno corporativo, la estrategia, los objetivos, la tecnología, la capacidad de gestión de datos, la retribución o los sistemas de control y cumplimiento”, concluye.
Otras cuestiones
En cuanto al modelo utilizado por las cotizadas españolas para presentar la información, el 47% ha optado por un informe integrado (tres puntos más que en 2019), y un 38% ha presentado un EINF con información adicional a la requerida por la ley (18 puntos porcentuales más que en 2019). Respecto a los que han presentado ese informe integrado, el 93% ha seguido las recomendaciones del International Integrated Reporting Council.
Además, el 100% de las empresas del IBEX-35 ha presentado sus EINF con un nivel de verificación de aseguramiento limitado y sobre los cuales no se han emitido salvedades (un hito dado que en el primer ejercicio en que existía obligación de presentar EINFs el 13% de las empresas recibieron un informe de verificación con salvedades). Además, el 12% cuenta con algunos indicadores particulares verificados con aseguramiento. Para que esta proporción aumente en favor de la segunda opción es imprescindible que las compañías avancen en sus sistemas de control interno de la información no financiera.
Por otra parte, en la cuarta edición de este informe se confirma la heterogeneidad en la forma de medir la información no financiera. En el 90% de los casos, el cálculo y reporte de los indicadores se realiza de dos o más formas diferentes, lo que sigue generando confusión y dificulta la comparabilidad entre la información reportada por las empresas.