- Estos resultados superan la media europea en 10 puntos para los ingresos y en 14 para las inversiones sostenibles.
- La descarbonización empieza a notarse en sus resultados: las emisiones caen un 36,8% desde 2018 y las renovables ya suponen más de la mitad de su consumo energético.
- Sin embargo, las empresas reflejan más estrategia que ejecución: la sostenibilidad se ha abierto camino en la contabilidad empresarial, pero el 46 % de los temas materiales aún no contempla objetivos asociados.
- La gestión de riesgos ESG sigue siendo el gran reto y, aunque avanza la identificación de los mismos, su integración operativa y de negocio continúa siendo limitada.
El IX Estudio Comparativo de los Informes de Sostenibilidad del IBEX 35 de EY -¿Qué impactos tangibles está generando la sostenibilidad- constata avances tangibles en descarbonización, inversión sostenible y gobernanza, pero advierte de brechas relevantes en lo relativo al agua, el empleo o en la gestión operativa de los temas materiales. Para estas compañías, la sostenibilidad se está consolidando como una palanca real de competitividad, inversión y resiliencia, y sus avances tienen su reflejo en los ingresos, los costes o en las decisiones estratégicas de estas compañías.
Así lo pone de manifiesto este informe que trata de responder a preguntas, como cuál es la propuesta de valor de la sostenibilidad hoy; cómo la están desplegando en este momento y cómo logran dicho impacto; o qué temas concretos se están abordando sobre esta materia en el ejercicio que ahora concluye. El objetivo va más allá de describir el estado del cumplimiento normativo y evaluar la calidad formal de los informes, sino entender qué nos dicen los datos sobre el impacto real de la sostenibilidad.
¿Qué? La propuesta de valor de la sostenibilidad
En su análisis, el informe analiza tres aspectos: los rendimientos financieros asociados a la sostenibilidad (en ingresos y en costes); la gestión de riesgos, y los efectos concretos que las empresas generan en su entorno.
Para Alberto Castilla, socio responsable de Sostenibilidad de EY “esta triada, que podría sintetizarse en la expresión crear y defender valor para todos, en EY lo hemos denominado ´impacto tangible´”.
Respecto a los ingresos, informe destaca la mejora del rendimiento financiero (creación de valor) en los ingresos de las compañías analizadas. Así, el 21% de los ingresos y el 30% de las inversiones de las empresas no financieras del IBEX 35 provienen ya de actividades sostenibles. O lo que es lo mismo, más de una quinta parte de la facturación de las empresas del IBEX 35 procede de actividades sostenibles. Estas cifras superan la media europea en 10 puntos para los ingresos y en 14 para las inversiones sostenibles, impulsadas principalmente por los sectores de la energía renovable y la construcción. Datos que confirman que la sostenibilidad ha dejado de ser un concepto marginal para ocupar un espacio estructural en el negocio, pero también que los resultados son irregulares y que las compañías cuentan aún con un amplio margen de mejora.
Y es que, pese a los avances logrados, el estudio de EY también advierte de que solo el 21 % de las actividades elegibles logra alinearse plenamente con los objetivos de Taxonomía europea, lo que significa que casi la mitad del potencial sostenible del índice sigue sin aprovecharse. Esta brecha representa tanto una oportunidad de crecimiento y de creación de impacto positivo, como un riesgo estratégico en un entorno de transformación acelerada.
En paralelo, el sector financiero español muestra un mejor desempeño relativo en sostenibilidad que la media europea, aunque su GAR (Green Asset Ratio) apenas supera el 2 %, lo que es un reflejo de la complejidad de trasladar una alineación sostenible al balance de las entidades.
En el capitulo de los costes, el riesgo climático está incorporado en el reporting del 83 % de las empresas, y el 70 % declara utilizar un precio interno del carbono en sus procesos de planificación financiera, lo que permite trasladar las emisiones a variables económicas y contables.
“Los datos que nos ofrece el informe dibujan un panorama de impacto tangible positivo, pero desigual. La sostenibilidad ya influye en la estrategia, la inversión y el desempeño operativo del IBEX 35. Al mismo tiempo, persisten zonas grises: temas relevantes sin objetivos, integración irregular y presión creciente sobre recursos naturales. El reto para los próximos años no será tanto ampliar el número de iniciativas como cerrar estas brechas y reforzar la coherencia entre porqué, cómo y qué”, concluye el socio de EY Alberto Castilla.
Respecto de la gestión de riesgos, el análisis de EY también muestra una integración creciente del riesgo climático en la gestión financiera de las compañías analizadas. Así, el 71% de las mismas ya utiliza el precio interno del carbono, y el 83 % incorpora el riesgo climático en su reporting, algo que refuerza el vínculo entre emisiones, inversión y planificación financiera. Sin embargo, más del 40% de las compañías aún no cuantifica plenamente su impacto económico, lo que limita la toma de decisiones basada en datos.
Los efectos concretos en el entorno.
El informe analiza 10 indicadores básicos sobre los efectos de las empresas en su entorno. Entre los datos más relevantes destaca:
- En el ámbito ambiental, los resultados del informe son desiguales. Las emisiones de gases de efecto invernadero en las empresas del IBEX 35 han caído un 36,8% desde 2018, y la energía renovable ya supone el 56,5% del consumo energético, con banca y tecnología superando el 80%. Estos avances refuerzan la resiliencia energética y reducen la exposición a la volatilidad de precios.
En contraste, el consumo de agua ha aumentado un 45%, en un entorno de estrés hídrico nacional, especialmente por el impulso de algunas actividades, tales como la constructora, como apunta el informe. El documento señala, además, que el agua, la biodiversidad o la contaminación siguen siendo ámbitos donde el reconocimiento del riesgo avanza más rápido que la definición de objetivos y de planes de acción por parte de las compañías.
- Retos persistentes en impacto social. En el aspecto social, el estudio de EY pone de manifiesto que la siniestralidad laboral se ha reducido a menos de un tercio, pasando de 7,21% a 2,1% de accidentes, lo que tiene un impacto directo positivo en la productividad. Y el 90% de las empresas analizadas ya fija objetivos de formación y talento.
- Los aspectos de gobernanza muestran también una clara aceleración; la presencia de mujeres en los consejos alcanza el 36,4 %; el 71 % del IBEX 35 ha desplegado sistemas de control interno ESG; y el 100 % vincula la remuneración variable a objetivos de sostenibilidad. Además, el 89% ya reporta bajo ESRS (European Sustainability Reporting Standards), con informes cada vez más extensos y detallados.
¿Cómo la están desplegando en este momento y cómo logran dicho impacto?
Respecto de la gestión de la sostenibilidad, el estudio alerta de que casi la mitad de los temas materiales del IBEX 35 no tiene objetivos asociados: el 46 % de asuntos “clave” no se gestiona, y persiste una falta de jerarquización y cuantificación de impactos. Esta ausencia de priorización limitaría la capacidad de asignar recursos de forma eficiente y de medir el progreso real. También se destaca que solo el 28 % de los temas de gobernanza se traducen en metas reales operativas. Además, 24 de las 35 empresas del IBEX 35 aún no conectan explícitamente los riesgos ESG con su mapa general de riesgos.
¿Qué temas concretos se están abordando sobre esta materia en el ejercicio que ahora concluye? El análisis permite aterrizar este marco en ámbitos concretos de gestión:
- En el plano ambiental, la descarbonización avanza con fuerza, impulsada por el crecimiento de la energía renovable, que ya representa el 56,5 % del consumo del IBEX 35, con sectores como la banca y la tecnología superando el 80 %. Sin embargo, otros límites físicos emergen con igual o mayor intensidad.
- El consumo de agua ha crecido un 45 % en un contexto de estrés hídrico nacional, especialmente vinculado a la actividad constructora. Este dato pone de relieve una tensión estratégica que todavía no se refleja plenamente en objetivos y planes de acción.
- En el ámbito social, la brecha salarial del IBEX 35 presenta un aumento del 4,12% de variación interanual. tras un cambio metodológico, con sectores como finanzas y construcción a la cola. Estos datos revelan que la gestión social sigue siendo uno de los terrenos más complejos, donde las métricas avanzan más rápido que los cambios culturales subyacentes.
- En gobernanza, no obstante, 24 empresas aún no conectan de forma explícita sus riesgos ESG con el mapa general de riesgos, lo que limita la visión integrada del negocio.
“El momento actual nos obliga a pensar en el porqué; la sostenibilidad ya ha aprendido a hablar el lenguaje de la contabilidad y de la estrategia financiera y más allá de las normativas actuales y futuras, el reto ahora es profundizar: medir mejor, conectar riesgos con negocio y ser capaces de traducirlos en impactos tangibles.”, finaliza Alberto Castilla, de EY.