Nota de Prensa
12 dic 2025 

La economía española cerrará 2025 creciendo un 2,9%, más del doble que la eurozona, y comenzará 2026 manteniendo el dinamismo y navegando los crecientes riesgos

RealTime Macro – Diciembre 2025

Contacto de prensa

  • El RealTimeTracker, nuestro modelo de seguimiento y pronóstico en tiempo real, estima que un crecimiento trimestral del PIB del 0,7% en el 4T25, en línea con el promedio de los últimos cuatro trimestres. 
  • En el avance del 0,7% del 4T25 habrían tenido una aportación positiva los índices de cifra de negocio de la mayoría de las ramas de servicios, compensada por señales mixtas en los índices de confianza y de inversión y una contribución levemente negativa de ciertos indicadores de demanda, de oferta y del mercado laboral.
  • El perfil de crecimiento hasta el 3T25 y la estimación del RealTimeTracker para el 4T25 sitúan el avance anual en el 2,9%, siete décimas más que lo pronosticado a principios de año y más del doble que en la eurozona.

 EY Insights y EsadeEcpol han publicado hoy una nueva edición de Real Time Macro, informe de seguimiento de la economía española enfocado al sector empresarial.

El RealTimeTracker, nuestro modelo de seguimiento y pronóstico en tiempo real, estima un crecimiento trimestral del PIB del 0,7% en el último cuarto del año, en sintonía con el promedio de los cuatro trimestres previos (0,8% trimestral en el 4T24 y 2T25 y 0,6% en el 1T25 y 3T25). Este avance superaría el pronóstico del Panel de Funcas (+0,5%, del 13-nov) y se alinea con el 0,7% del nowcast de AIReF, del 3-dic [ver notas metodológicas del RTT y el cuadro de seguimiento de la economía española al final del documento].

Este avance del 0,7% estimado supondría la continuación de la tendencia positiva de crecimiento, que ha sido ininterrumpida desde el cierre forzado de la economía en el 2T20 para contener la pandemia de la Covid. Más recientemente, la tendencia positiva se ha mantenido en un contexto de riesgos sesgados al alza y dificultades del entorno macro-financiero, y podría proseguir a corto plazo con avances en el entorno al 0,8% trimestral en el 1T26 según el RealTimeTracker, cifra aún provisional por una información todavía escasa e incompleta.

Evolución del pronóstico anual

Los datos de Contabilidad Nacional hasta septiembre y la estimación del RTT del 4T anticipan un crecimiento del 2,9% en 2025, en línea con la previsión actual de otros organismos (Gobierno, FMI, Comisión Europea, OCDE o Panel de Funcas).

Este 2,9% anual estimado quedaría varias décimas por debajo del registro de 2024 (3,5%), según se esperaba, pero varias décimas por encima al 2,2% proyectado a principios de 2025, lo que reflejaría una vez más que las proyecciones de crecimiento de la economía española tienden a quedarse cortas durante los ciclos expansivos.

El 2,9% anual estimado sentaría también las bases para mantener el tono positivo en 2026. En concreto, el efecto arrastre sería del 1,1% (cifra de avance en 2026 si la economía se mantuviera estancada durante todos los trimestres) y, si llegara a registrarse el 0,8% de la estimación preliminar del RTT en el 1T26, el crecimiento anual en 2026 rondaría un 1,9% “garantizado” (sin avances trimestrales el resto del año). Por tanto, la perspectiva para 2026 es por ahora favorable, como muestran las predicciones vigentes (2,0% FMI, 2,1% Panel de Funcas, 2,2% OCDE y 2,3% Comisión Europea), aunque en trayectoria de moderación frente al dinamismo de los últimos años.

Además, el 2,9% habría superado notablemente el avance en la eurozona (del 1,2-1,3% en 2025 según los principales organismos), reflejando diversos factores positivos de tipo coyuntural y estructural de la economía española enunciados en el MacroRealTime de septiembre, factores que seguirán teniendo un impacto el año que viene.

En conjunto, España habría conseguido sortear el conjunto de riesgos y vulnerabilidades existentes, principalmente de originación externa, entre los que destacan:

  • Focos de riesgo geopolítico;
  • Mayores barreras comerciales;
  • Un potencial repricing abrupto en mercados financieros, que podría amplificarse por el apalancamiento de instituciones financieras no bancarias (NBFIs) y la volatilidad de los criptoactivos;
  • Preocupaciones fiscales que han derivado en rentabilidades más altas en la deuda pública a largo plazo, y que estarían tensionando las condiciones financieras, complicando el servicio de la deuda y afectando potencialmente al crecimiento económico.

Estos factores continuarán presentes en 2026, lo que apunta a una incertidumbre material respecto a las perspectivas macroeconómicas globales. En este sentido, se prevén persistentes a corto plazo las tensiones geopolíticas, la fragmentación del comercio y de los mercados financieros, las presiones sobre los mercados de deuda soberana o las elevadas valoraciones de los activos de riesgo. Todo ello indicaría que la economía española deberá navegar en 2026 un panorama de riesgos sustancialmente similar al de 2025, que podría amplificar las vulnerabilidades para enfrentar diversas perturbaciones externas, en un contexto de repunte inflacionario y de márgenes de maniobra reducidos por la parálisis doméstica en el ámbito presupuestario o legislativo.