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Wake up, Spain! – Jornada 2

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13 de abril 2021. Transición energética.

El pasado lunes dio comienzo Wake up, Spain!, foro económico español organizado por El Español, Invertia y D+I, en colaboración con EY y Microsoft, así como con un nutrido grupo de empresas y patrocinadores. A lo largo de cuatro días, más de 170 líderes y expertos de primer nivel participarán en ponencias, debates, diálogos y mesas redondas. El objetivo compartido por todos los ponentes es aportar ideas, propuestas y proyectos para aprovechar al máximo los fondos Next Generation EU.

La segunda jornada de Wake up, Spain!, centrada en la transición energética, deja una idea clara y en la que prácticamente todos coinciden: el viaje hacia un mundo más verde es una oportunidad. Asumiendo que no podemos seguir con el modelo actual porque el calentamiento global es insostenible, todos han señalado que es preciso cambiar, que hay que actuar con urgencia y que adoptar el nuevo paradigma será positivo para el planeta, para los ciudadanos y, también, para la economía.

La gran mayoría de los ponentes señalaron que España tiene las condiciones y los recursos óptimos para acometer una reconversión energética de gran calado. Si a esto unimos la oportunidad que brindan los fondos Next Generation EU, es evidente que estamos en el punto justo para mejorar en términos medioambientales, pero también para acometer proyectos transformadores que nos impulsen como país.

Todo indica que los próximos cinco años serán críticos para dar un verdadero salto en materia de transición ecológica. La transformación que experimente el sector energético marcará el paso del resto de cambios en la industria, el transporte, la agricultura, las infraestructuras o los hábitos de consumo. El primer paso para dar este salto es tomar conciencia de la oportunidad ante la que estamos y, a tenor de lo escuchado en Wake up, Spain!, parece que estamos en el buen camino.

El Foro Económico Español reunió en su segunda sesión a los principales actores del país llamados a impulsar la revolución verde. Autoridades nacionales y autonómicas, líderes empresariales y académicos se congregaron durante la jornada de ayer para definir la hoja de ruta que nuestro país debe seguir en su camino hacia la transición energética de la mano de la oportunidad que supone NextGenerationEU y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español. Un plan cuya última y ampliada versión se presentó públicamente ayer, contemplando 70.000 millones de euros de inversión en el periodo 2021-2023, de los cuales el 39% de los recursos se dedicarán a la transición energética. Una transición necesaria y posible, que, a su vez, debe ser equilibrada y justa.

Una transición necesaria

Una transición necesaria, entre otros motivos, porque como indicaba Isabel García Tejerina, senior Advisor en EY y ex ministra de Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, “el cambio climático es un hecho cierto, incuestionable. Las características específicas del mismo, lo que lo hace diferente y preocupante es la velocidad a la que se produce, su causa y que es un fenómeno global”.

Una transición posible

En este contexto, la transición verde es posible. El presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page destacaba que “la situación económica es muy esperanzadora”, van a llegar a España más recursos de los que llegaron en la primera generación de fondos de cohesión que consiguieron transformar España. “Tenemos una oportunidad en invertir en energías renovables que no tiene precedentes”, afirmaba José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, gracias a la disponibilidad de fondos, el aumento de la competitividad de las energías verdes, y una importante conciencia social mundial, “más occidental que asiática” añadió. Para conseguirlo, es preciso invertir en infraestructuras, ya que “el 70% de la inversión necesaria para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible depende de la capacidad de ejecución de infraestructuras”.

Transición equilibrada

Una transición que, sin embargo, debe hacerse de manera equilibrada. Como gráficamente ilustraba Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta de Galicia, "Antes de desenchufar lo que funciona conviene tener enchufado lo nuevo", para evitar "graves efectos" que para la economía española puede tener una transición verde que no se haga "bien". “Tenemos que gestionar la transición, porque nuestra energía tiene que ser competitiva y para eso, el precio del megavatio tiene que ser razonable”, añadió.

En este sentido, Raúl Blanco, secretario general de Industria y Pyme, al tiempo que afirmaba que "es necesario y urgente" apostar por la descarbonización, añadía que "hay un elemento que no debemos perder de vista: sin industria no hay transición ecológica”.

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol fue muy claro también en esta cuestión en un sentido doble; en primer lugar apelando a la necesidad de “garantizar la seguridad de suministro en Europa” y analizando los “intereses estratégicos energéticos de España en la transición energética” en el marco de una estrategia de industrialización.

Le seguía Phillipe Boisseau, CEO de Cepsa, quien destacaba orgulloso que “no hay lugar en el mundo más enfocado en la transición energética que Europa”, al tiempo que recordaba del riesgo de enfrentarse a una economía global en la que productores de fuera del continente no compiten en igualdad de condiciones.

Transición justa

En definitiva, emprendemos una transición necesaria y posible, que debe ser equilibrada, pero también justa. “Donde cerramos, ni nos vamos, ni nos desentendemos. Nos quedamos”, afirmaba José Bogas, consejero delegado de Endesa, en alusión al compromiso empresarial de su compañía con los trabajadores, así como hacía también Francisco Reynés, presidente de Naturgy, en relación con la reconversión de plantas de carbón en instalaciones de producción de gas renovable.

En este contexto, Mariana Mazzucatto, profesora del University College de Londres y directora del Institute for Innovation and Public Purpose de la misma universidad, apelaba al “stakeholders capitalism” y a la visión a medio y largo plazo en la que incorporar la voz de los trabajadores en las decisiones estratégicas de las compañías para facilitar esta transición justa.

El papel de las instituciones

Para impulsar esta transición energética, además de fondos, es preciso un marco institucional adecuado. Fijando un rumbo claro, estableciendo los incentivos adecuados, y dando confianza a los agentes económicos.

Por ello afirmaba con rotundidad Cani Fernández, presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que “hemos de proteger el buen funcionamiento de los mercados, de modo que los beneficios de la transición alcancen a los consumidores que podrán acceder a fuentes de energía seguras, sostenibles y competitivas".

En este contexto, Ignacio S. Galán, presidente y consejero delegado de Iberdrola, afirmaba que la Ley de Cambio Climático, actualmente en tramitación en el Senado es “una gran oportunidad para crear decenas de miles de trabajos y una industria potente” y contribuirá a que “España sea un país autónomo en la dependencia energética exterior, en empleo, competitividad y traerá oportunidades ligadas a la producción de hidrógeno”. Tras ello, la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, abría la sesión de tarde afirmando que España "ha logrado generar una imagen de confianza para los inversores respecto a dónde queremos ir" con la economía verde, en alusión a la citada Ley.

Todos los representantes empresariales e institucionales plantearon sus principales propuestas de proyectos a presentar con cargo a NextGenerationEU. En ese contexto, Carlos Torres, presidente de BBVA, destacó que las instituciones financieras son "catalizadores del cambio", y que “es importante que los bancos alimentemos nuestra cartera de inversiones hacia el Acuerdo de París".

Tras más de ocho horas de intenso intercambio de ideas entre las primeras figuras llamadas a ejecutar la revolución verde en España, debatiendo, entre otros aspectos sobre descarbonización, economía circular e hidrógeno verde, la segunda sesión del Foro Económico Español demostró que España está preparada para impulsar su transformación energética de la mano de NextGenerationEU. Y que no hay tiempo que perder.

Isabel García Tejerina, senior advisor de EY ha participado en la mesa redonda La descarbonización de la economía, junto con Raúl Blanco, secretario general de Industria y PYME en Ministerio de Industria, Comercio y Turismo; Joe Franses, vicepresidente de Sostenibilidad en Coca-Cola European Partners (CCEP); Antonio Budia, director de Operaciones de Microsoft España; Xavier Labandeira, catedrático de Economía en la Universidad de Vigo; Antonio Colino, presidente de la Real Academia de Ingeniería de España y moderada por Germán Granda, director general de Forética.

Ante la pregunta sobre por qué es urgente la descarbonización, Isabel García Tejerina tiene muy claros los motivos: Es un cambio antropocénico, es decir, se debe a la acción del hombre; es un deterioro que se está produciendo a gran velocidad, ya que a este paso la temperatura aumentaría 3º a finales de siglo; es un fenómeno global que no conoce fronteras; no estamos haciendo lo suficiente y, sobre todo, es un compromiso que hemos asumido y tenemos que cumplir.

Además, Isabel García Tejerina apunta que la quema de combustibles fósiles supone el 75% de los gases que están calentando nuestro planeta, por lo que es urgente abordar este desafío teniendo muy en cuenta el sector enegético. No obstante, no hay que perder de vista que también contribuyen al calentamiento otros elementos, como el metano o los gases fluorados. En todo caso, cabe destacar el papel fundamental de la energía en el proceso de descarbonización que nos hemos propuesto de cara a 2050, tanto por su peso en términos de contaminación como por el hecho de que ya contamos con tecnologías y fuentes renovables que nos permitirán alcanzar las metas fijadas.

En cuanto a cómo lograr los objetivos a los que nos hemos comprometidos en el marco del Acuerdo de París es preciso trabajar en materia de regulación, normativa y mecanismos de gobernanza. También hace falta contar con apoyo financiero e inversión, tanto pública como privada, por lo que es preciso el impulso de la financiación sostenible. Todo ello, a partir de una mejora de conocimientos y desarrollo tecnológico que permita una respuesta a todos los niveles, tanto en nuestro entorno europeo como en cualquier lugar del mundo.

En todo caso, Isabel García Tejerina considera que es fundamental la concienciación de administraciones, empresas y, por supuesto, ciudadanos en el marco de una Unión Europea que siempre ha ido por delante, que siempre ha cumplido y que siempre ha sido un elemento tractor en la lucha contra el cambio climático.

David Samu, socio de Estrategia de EY, ha moderado la mesa redonda La Industria 5.0, en la que han participado María José Sanz, directora científica del Basque Centre for Climate Change, e Iñigo Losada, director científico en el Instituto de Hidráulica Ambiental IHCantabria.

David Samu ha abierto el debate rememorando The Last Shot, aquella canasta histórica de Michel Jordan de 1998 que marcó un hito inolvidable para los aficionados de todo el mundo y que combina en un solo instante el colofón de una gran carrera con el principio de un mito. Estableciendo un paralelismo con Wake up, Spain! y con el momento crucial en el que nos encontramos, David Samu ha planteado a los ponentes si, como sostienen los defensores de la Industria 5.0 y en línea con la Comisión Europea, si es posible una industria más competitiva y, al mismo tiempo, más respetuosa con el medio ambiente.

La respuesta por parte de ambos ponentes es claramente afirmativa. Es preciso analizar qué entendemos por competitividad en un nuevo escenario en el que hay que preservar el capital financiero, pero también otros tipos de capitales, como el capital natural y el capital social. De hecho y como señalan actores como la Unión Europea o la Business Rountable, la sostenibilidad financiera ya no será posible a medio plazo si no se atiende también al resto de stakeholders.

Una de las claves para lograr una verdadera transformación hacia el modelo de Industria 5.0 es abordarla con un enfoque sistémico, no como un mero cambio tecnológico. Es preciso articular ecosistemas abiertos e interconectados donde la colaboración público-privada juegue un papel determinante y donde se tengan en cuenta las peculiaridades de cada territorio.

En este sentido, cabe destacar que España es un país vulnerable ante las consecuencias del cambio climático, tanto por su situación geográfica y medioambiental como por su modelo productivo. Por ello es necesario que desde las administraciones se articulen marcos jurídicos que favorezcan esta transición. Al mismo tiempo, es fundamental que las empresas asuman un propósito nuevo y alienado con el nuevo entorno y que, además, éste sea parte troncal de su estrategia de negocio.

David Samu, socio de Estrategia de EY, ha moderado la mesa Movilidad sostenible, conectividad y digitalización, con la participación de Manuel Terroba, presidente de BMW Group España y Portugal; Leopoldo Satrústegui, director general de Hyundai España; Sébastien Guigues, director general de Renault y Alpine Iberia y José Antonio León, director de Comunicación en el Grupo Stellantis.

El sector automovilístico español es un referente mundial, tanto por volumen de fabricación, como por tecnología y productividad de las plantas de nuestro país. En Este contexto, las firmas automovilísticas tienen que afrontar el reto de la nueva movilidad sin perder terreno y adaptándose a un nuevo modelo más sostenible y digital pero también más competitivo y sostenible. De hecho y según cálculos de ANFAC, en cinco años el 20% de los vehículos de nuestro país serían híbridos o 100% eléctricos, lo que supone un reto relevante en todos los sentidos.

Una de las principales conclusiones de todos los ponentes es que estamos pasando de un modelo de fabricación de coches a otros de proveedores de movilidad. Esto obliga a tener una visión de la sostenibilidad y de la digitalización que va más allá del producto final y que parte de la propia planta de fabricación llegando hasta el cliente final, pasando por nuevos servicios por suscripción, plataformas digitales de pago por uso o capacidad para personalizar el vehículo en función de las necesidades concretas de cada cliente. Todo ello teniendo en cuenta el ahorro energético, los nuevos modelos urbanos y la necesidad de abordar la Economía Circular.

Otra de las ideas compartidas por los participantes en la mesa es la necesidad de renovar el parque automovilístico español, uno de los más envejecidos de Europa con vehículos cuya media de antigüedad supera los 11 años. Este rejuvenecimiento debe ser una prioridad para aumentar el número de coches eléctricos, pero también para impulsar los nuevos modelos de movilidad y, sobre todo, la reducción de emisiones contaminantes.

En este sentido, es necesario el apoyo público para incentivar la renovación a partir de ayudas directas, incentivos fiscales e impulso de nuevas infraestructuras que faciliten la generalización de la movilidad eléctrica. Al mismo tiempo, la renovación del parque es una pieza clave para impulsar las ventas en España, algo imprescindible para que las plantas de nuestro país sigan siendo relevantes en sus respectivos grupos.

En definitiva, los fondos Next Generation EU suponen una oportunidad para muchos sectores, pero, sin duda, el automovilístico es uno de los mejor posicionados. El hecho de ser un referente mundial, su capacidad de innovación y su rol en la transición energética lo convierten en una pieza clave del proceso de transformación que estamos abordando.

Resumen

Wake up, Spain! es el foro económico español de referencia en el que líderes y expertos debatirán y aportarán ideas sobre los fondos Next Generation EU. No te pierdas las principales conclusiones de la segunda jornada del Davos español.

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