Informe de EY Global de riesgos climáticos de 2022 según las Directrices de TCFD

EY, como otras tantas empresas globales, ha realizado en 2022 su informe sobre riesgos climáticos siguiendo las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD), una iniciativa creada en 2015 por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) con el objetivo de coordinar las divulgaciones entre las empresas afectadas por el cambio climático. Detrás de esta iniciativa hay una realidad innegable: el riesgo climático es ya un riesgo de inversión más y, en consecuencia, tiene que ser conocido y valorado por inversores, financiadores y todos aquellos que mantengan relaciones financieras con una u otra compañía para tomar sus decisiones de manera informada. Hoy, ya son más de 4.000 organizaciones de los sectores público y privado las que explican sus actividades relacionadas con el clima siguiendo este marco de reporte, que mueven cerca de 120 billones de dólares al año.

La estructura de recomendaciones de TCFD, basada cuatro grandes pilares (sistema de gobernanza corporativa para gestionar el clima, estrategia climática, de corto y largo plazo; gestión de riesgos y oportunidades climáticas; y métricas) ha tenido tal impacto entre la comunidad financiera que hoy, tanto los Estándares Europeos de Sostenibilidad (ESRS), como los dos primeros estándares de ISSB, están replicando esa estructura de 4 pilares. De una forma u otra, la convergencia de estándares se irá produciendo por la fuerza de los hechos y TCFD va a tener mucho que decir. Es más: el borrador de Real Decreto por el que se regula el contenido de los informes sobre la estimación del impacto financiero de los riesgos climáticos, que desarrollará el artículo 32 de la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, también sigue esa misma estructura.

Por eso, por la globalidad que representa la arquitectura TCFD, en EY, para año natural de 2022, hemos realizado una evaluación de los riesgos y oportunidades relacionadas con el clima. De esta manera, podemos conocer de primera mano cómo el contexto climático afecta nuestra estrategia, así como la importancia de establecer y monitorear objetivos medioambientales. Este ejercicio es fundamental para comprender si nuestra organización está preparada para el futuro y para asegurarnos de que estamos creando valor a largo plazo para nuestros stakeholders: los empleados, los clientes y la sociedad. 



Es por eso que estamos trabajando para integrar nuestros objetivos climáticos en nuestra estrategia comercial y usarlos como una herramienta en nuestra ambición de crear valor a largo plazo como la organización de servicios profesionales más fiable del mundo.

Las empresas entienden el porqué y el qué del imperativo climático, pero todos estamos en búsqueda de la mejor manera de abordar el cómo y así lograr la transformación sistémica que necesitamos acometer en un marco de tiempo cada vez más reducido. Pero ninguna empresa puede lograrlo sola, por lo que desde EY creemos que el cambio climático es asunto de todos y la solución solo llegará cuando las empresas trabajen conjuntamente para ello.

EY ha defendido siempre el uso de métricas comunes y comparables para la creación de valor a largo plazo. Por ello, nos unimos a más de 100 organizaciones globales en el Consejo Empresarial Internacional del Foro Económico Mundial (WEF-IBC) para desarrollar un conjunto de métricas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU que permitiesen. divulgaciones ESG consistentes y comparables para todos los sectores y países. Como parte del WEF-IBC, nos hemos comprometido con ISSB, SEC y otras organizaciones para ofrecer una perspectiva del sector privado sobre cómo nuestras métricas propuestas podrían respaldar la generación de informes sobre un espectro más amplio de valor de una manera clara y comparable.

El TCFD es también el modelo para la Task Force on Nature-Related Financial Disclosures (TNFD), que incide en la necesidad de abordar la pérdida de biodiversidad y el daño a nuestros sistemas naturales. Esto supone un desafío complejo que requerirá de nuevos compromisos tanto del sector público como del privado, así como nuevas formas de colaboración y acción.

EY se enorgullece de participar en la puesta en marcha del TNFD y de contribuir activamente al desarrollo de su marco de divulgación. De la misma manera que establecimos el objetivo de alcanzar el cero neto para 2025, planeamos tener una estrategia similar para la naturaleza.

De acuerdo con el espíritu del TCFD, este informe busca demostrar transparencia y transmitir cómo estamos viviendo nuestro propósito a través de la acción climática integrada, a la vez que identificamos dónde podemos mejorar.