¿Se puede hacer algo en momentos de crisis?
Yparecía que la pandemia ya pasaba y que las economías se iban a reponer poco a poco, con la ayuda inestimable de los Fondos Next Generation cuando de repente, un conflicto que viene a añadir más incertidumbre a estos dos últimos años pandémicos.
Nadie duda de las repercusiones económicas que este conflicto va a tener en los bolsillos de los particulares y por supuesto, en las cuentas de muchas empresas. En situaciones de crisis, y de crisis ya sabemos algo, es fundamental ser previsor y anticiparse lo máximo posible, y en esa previsión tiene que ver una buena gestión de la tesorería de la compañía. una adecuada gestión de la tesorería redunda además en una buena gestión de la organización. La gestión de la tesorería es uno de los elementos clave en la vida de una empresa: esto le permite ser viable económicamente y tomar decisiones futuras adecuadas, anticiparse a situaciones… todo ello con el objetivo de evitar posibles problemas de liquidez.
Pero ¿cómo proceder? El británico Wiston Churchill decía “To improve is to change; to be perfect is to change often”. Eso deben ser las finanzas en una compañía, un motor de continuo cambio; y en circunstancias delicadas mucho más aún. Hay algunas claves, consejos muy prácticos, que ayudarán en la gestión de la tesorería.
Negocios independientes pero sin perder los vínculos: la estrategia de gestionar los negocios como si estuvieran capacitados y fueran autosuficientes, contando con sus propios equipos de financieros, juristas, etc. es adecuada, pero hay que crear conexión con la organización corporativa central. No se trata tanto de un problema de autonomía sino más bien de asunción de una forma de trabajo.
Un financiero a nivel de negocio debe tener claro que es parte del equipo financiero global y tener la confianza y transparencia suficiente como para que no se le sienta como alguien ajeno al mismo. Al mismo tiempo la línea de negocio tiene que pensar que necesita el apoyo de sus financieros y contar con ellos, aunque estén en conexión directa con el equipo corporativo, no es una obligación, sino más bien una ventaja.
Esto nos permitirá tener un mejor conocimiento del negocio, en algo parecido al tiempo real, a la vez que nos dará la certidumbre de que los datos que maneja el área de finanzas son los correctos. Esto nos permite tener la capacidad de reaccionar con tiempo a imprevistos que en momentos tan delicados puedan suponer poner en jaque o incluso en mate la pervivencia de la empresa.
Es el momento de realizar un auto diagnóstico, una especie de check list, en la que se recojan elementos fundamentales como:
- ¿Se conocen a tiempo todos los flujos financieros de la organización? ¿Está formalizado un circuito de información?
- ¿Se controlan todas las cuentas bancarias y operaciones abiertas en tiempo real? ¿Es eficiente el circuito de comunicación bancaria?
- ¿Existe comunicación con bancos para estar informados de nuevos productos y operaciones que puedan ser de utilidad en un momento determinado a la organización? ¿Estamos actualizados en el mercado bancario?
- ¿Se realiza un seguimiento de los resultados financieros con respecto a lo presupuestado explicando causa de variaciones y medidas correctoras?
- ¿Se conocen y controlan los saldos ociosos y se toman medidas para su utilización? ¿Existen medidas correctoras?
- ¿Participa la Tesorería de forma activa ante nuevas actividades y necesidades de la organización?
- ¿Se implica la Tesorería en las auditorías externas y controles fiscales?
- ¿Colabora con los departamentos de Contabilidad y Fiscalidad?
Si en la mayor parte de preguntas, la respuesta es negativa, no hay duda: es momento de gestionar la tesorería. La buena marcha de su empresa se lo agradecerá.