En este informe se analiza la disminución del 4% en proyectos de inversión extranjera directa (IED) en Europa durante 2023, la primera caída desde 2020. A pesar de desafíos como el aumento de la carga regulatoria, precios energéticos volátiles e inestabilidad política, el informe destaca un optimismo entre los inversores: el 75% prevé una mejora en la atractividad de Europa en los próximos tres años, y el 72% planea establecer o expandir operaciones en la región en el próximo año. El informe subraya la importancia de la sostenibilidad como factor clave para atraer inversiones.
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