Equipos internos de investigación de fraude

Desde la introducción de la ley 2/2023 de “canales de denuncias” las organizaciones en España se vienen enfrentado al reto de la gestión de dichos canales, y también al reto, aún más importante, de la gestión de investigaciones para dar respuesta a las denuncias recibidas. 

Las investigaciones se pueden realizar con recursos internos o bien acudir a especialistas externos, incluso en algunas el uso de equipos mixtos puede ser valida.

En este sentido los estudios que venimos realizando desde EY sobre la Función de Cumplimiento indican que los motivos más comunes en las organizaciones par externalizar parcial o totalmente una investigación suelen ser:

-          La diversidad de perfiles técnicos más fáciles de encontrar en empresas especializadas en investigaciones.

-          La delegación en un tercero de la responsabilidad relativa a la objetividad en el diseño de la investigación y de las conclusiones alcanzadas, en especial cuando la investigación es relativa a aspectos clave de la organización o de los altos directivos de esta.

En cualquier caso, el número creciente de investigaciones que tienen que abordar las organizaciones ha ocasionado que algunas de ellas, especialmente las de mayor tamaño, hayan empezado tener equipos internos dedicados a las investigaciones.   Esta tendencia ira creciendo en un futuro, será compatible con el hecho de que siempre van a existir investigaciones realizadas internamente e investigaciones realizadas por externos.

Por tanto, es importante analizar como deberían ser estos equipos internos dedicados a la investigación de potenciales fraudes o irregularidades en el seno de las organizaciones, y para ello vamos a analizar a continuación el informe de ACFE “In-House Fraud Investigation Teams-2025 Benchmarking Report”. El estudio está basado en respuestas obtenidas que se consideraron válidas de 762 miembros de ACFE.

Antes de analizar las respuestas específicas, conviene un poco enmarcar el origen de las respuestas obtenidas. En este sentido conviene resaltar lo siguiente:

-          La mayoría de las respuestas provienen de Estados Unidos y Canadá, con un 44%, seguidos del Africa Sub-Sahariana (21%) y Europa Occidental con un 13%.

-          Los sectores de los que se han obtenido más respuestas corresponden a banca y servicios financieros, y a Sector Público.  Esta respuesta probablemente motivada por la capacidad presupuestaria en ambos sectores que permite dedicar recursos internos propios a las investigaciones.

Del estudio en mi opinión hay que destacar lo siguiente;

-          Si bien el tamaño de los equipos varia de organización en organización, el ratio medio es que existan 3 personas en los equipos de investigación por cada 1000 empleados que tenga la organización.

-          Un tema importante para tener en cuenta es las certificaciones profesionales que poseen los componentes del equipo, en este sentido destacan que las certificaciones más habituales son las de CFEs (Examinadores de Fraude Certificados), Auditores o contables certificados y CIAs (Auditores internos certificados).

-          Los componentes de los equipos suelen tener una experiencia profesional promedio de casi 11 años, si bien con variaciones significativas según la industria y en la que opera la organización y el tamaño de esta.

-          El 59% de los equipos se configura de manera centralizada en la sede corporativa de la organización, y el 43% trabaja de forma hibrida (mezcla de presencial y teletrabajo).

-          A quien reportan los equipos internos de investigación varía según las características de cada organización, siendo el más habitual al CEO o a la alta dirección, seguidos del comité de auditoría o del responsable de auditoría interna.

-          La tipología de fraudes investigados por los equipos internos es principalmente la de apropiación indebida de activos por parte de empleados de la organización, seguida de fraudes cometidos de clientes y proveedores.

-          Adicionalmente también investigan un gran número de casos de conflictos interpersonales de recursos humanos sin que esta categoría tenga que ver con temas de fraude.

-          Las tipologías de fraude relacionados con manipulación de información financiera o con ciberataques son de las que menos se encargan los equipos de investigación internos.

-          El 49% de los equipos dedica más de la mitad de su tiempo de trabajo en tareas relacionadas con investigaciones de fraude.

-          El 50% de los investigadores internos gestiona hasta 5 casos a la vez.

-          El 51% de los investigadores realiza las investigaciones en un periodo de 30 días.

-          El 53% de los equipos de investigación internos encuentran evidencias que soportan las alegaciones recibidas en más de la mitad de las alegaciones recibidas. 

-          Solo en el 11% de los casos se recupera la práctica totalidad de la perdida ocasionada por el fraude.

-          Comparando con la anterior encuesta que fue realizada en el año 2019 se observa que los equipos internos dedicados a investigaciones han aumentado su tamaño, y gestionan más casos en la actualidad. Sin embargo, no se ha producido un aumento en el gasto de formación recibida por los mismos con respecto a la encuesta de 2019.

-          Los indicadores que tienen los equipos de investigación internos para medir su operativa son principalmente el número de casos cerrados por año, el importe de perdidas por fraude evitadas, el tiempo de cierre de los casos, la cantidad de pérdidas por fraude recuperadas entre otros.

-          En cuanto a las capacidades técnicas que poseen los equipos internos destaca que la gran mayoría cuenta con expertos en entrevistas, en búsquedas de información, en data analíticas, en temas legales, en contabilidad y fraude, y que se están buscando expertos en temas de ciberseguridad y fraude digital por ser las posiciones menos cubiertas y la tipología de fraudes que más están creciendo.

En conclusión, el aumento del número y complejidad de las investigaciones que tienen que realizar las organizaciones por alegaciones de fraude, conlleva que haya que diseñar estrategias adecuadas para afrontar las mismas. Esta estrategia puede partir de tener equipos internos que gestionen los casos más comunes o rutinarios y que se apoyen en equipos externos especializados para aquellas investigaciones que por sus características cualitativas o cuantitativas supongan una mayor complejidad y requieran conocimientos específicos técnicos y humamos para afrontar las mismas.

El estudio de ACFE supone una buena guía para que las organizaciones comparen sus equipos internos de investigación con los que existen en otras organizaciones y les ayude a diseñar sus estrategias antifraude.