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La posición del dólar USA se debilita en los mercados ante la posible finalización del ciclo alcista de los tipos de interés en EE.UU.


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Vista la evolución del dólar USA durante los últimos años, la pregunta que nos hacemos es doble: ¿hasta dónde va a llegar la actual corrección devaluatoria del dólar USA en los mercados?, ¿va a volver a recuperar los niveles cotizados las últimas semanas?

Durante los últimos meses el dólar USA no ha parado de perder posiciones en los mercados de cambio, viéndose perjudicado por la opinión generalizada sobre la proximidad del fin del ciclo alcista del precio del dinero en EE. UU. Destacar que, en su relación frente al euro durante los últimos diez meses, su cotización ha pasado de 0,9530 a 1,1275, cediendo cerca de un 18% de su valor.

El mercado es soberano. Siempre ajusta los tipos de cambio en función de su interpretación de la situación económica y financiera que atraviesa cada país representado por su divisa. En los últimos años hemos podido ver cómo en el periodo 2021 – 2022, tras superarse la pandemia del COVID -19, el dólar USA recuperaba importantes posiciones desde 1,2350 hasta máximos históricos en 0,9530 por euro no vistos desde el 2002. Este movimiento estuvo motivado no solo por la mayor confianza existente en el futuro de la economía norteamericana, sino también por su condición de divisa refugio para los inversores en tiempos de máxima incertidumbre ante las dificultades económicas que mostraban la mayoría de los países, el impacto del guerra entre Ucrania y Rusia o la existencia de otros factores geopolíticos.

Posteriormente y ya en el 2023, la normalización de la situación coincidiendo con el inicio del ciclo alcista de los tipos de interés en la mayoría de los países, los mercados reajustaron sus posiciones devolviendo la cotización del dólar USA a una zona más acorde con la realidad económica y financiera que estamos atravesando, pasando de 0,9530 a un mínimo cercano a 1,1275 por euro. 

Vista la evolución del dólar USA durante los últimos años, la pregunta que nos hacemos es doble: ¿hasta dónde va a llegar la actual corrección devaluatoria del dólar USA en los mercados?, ¿va a volver a recuperar los niveles cotizados las últimas semanas?

Como primer dato para tener en cuenta, la cotización media de la paridad USD/EUR en el periodo 1999 – 2023 ha sido 1,1900. Por lo tanto, su cotización actual cercana a 1,1200 sigue situándose en la zona de fortaleza histórica para esta divisa.

Si nos fijamos en el análisis técnico, los niveles actuales de sobreventa de USD se aproximan al 75%. La corrección de las últimos meses ya supone el 60% de su valor desde los máximos cotizados en 0,9530. Por lo tanto, según los análisis de Fibonacci, la tendencia devaluatoria actual de esta divisa debería estar cercana a su fin. Los puntos de soporte más importantes del USD se sitúan en 1,1280 y 1,1400 por EUR. Los puntos de resistencia al alza se sitúan en 1,1000, 1,0950 y 1,0820. Los analistas que siguen estas técnicas están anticipando la posibilidad de una recuperación natural del USD hasta la zona 1,0800 – 1,1000 por EUR. El problema es la credibilidad que transmite el análisis técnico y gráfico, basado en aceptar que las cotizaciones siempre descuentan todo lo que está pasando y que a través de las figuras tipificadas que se registran en los gráficos, se puede anticipar el siguiente movimiento del precio de cualquier activo. Casi un “acto de fe”.  

Si hacemos caso al análisis fundamental o macroeconómico, este parece un criterio más lógico o conservador dado que considera que a medio/largo plazo la salud económica de un país siempre debe transmitirse al precio de su divisa. Por lo tanto, si analizamos la situación económica actual de EE. UU. y la zona euro podríamos llevarnos alguna sorpresa respecto a la tendencia actual de las divisas que representan.

Estados Unidos está creciendo al 1Q 2023 un 2,0% con una tasa de paro en mínimos históricos del 3,6% y una inflación que ha corregido al 3,0% tras alcanzar máximos en junio 2022 en el 9,1%. La presión alcista soportada por los precios sobrepasando claramente el objetivo del 2%, ha dado lugar a diez alzas consecutivas del tipo de interés oficial en dieciocho meses, pasando del 0,25% al 5,25% actual. El consumo sigue siendo uno de los motores del crecimiento norteamericano. El dinamismo de esta economía también se ha visto beneficiado por su menor dependencia del exterior en materias primas y energía, circunstancia que también ha ayudado a relajar la presión en los precios. Ante este entorno, la Reserva Federal se está pensando si debe limitar la posibilidad de nuevos aumentos en el tipo oficial de interés. Sin embargo, los mercados siguen anticipando la posibilidad de que nos quedarían un máximo de dos alzas para situar el tipo al 5,75%. La FED USA sigue intentando que sus medidas para el control de la inflación provoquen solo un aterrizaje suave de su economía. Sin embargo, las mayoría de organismos internacionales de investigación económica nos anticipan que tanto para el 2023 como para el 2024 la ralentización de la economía norteamericana será evidente con un crecimiento cercano al insuficiente 1%. Por lo tanto, las perspectivas de la economía norteamericana no parecen muy halagüeñas.

En relación con la zona euro, el escenario macroeconómico muestra una mayor incertidumbre ante la heterogeneidad de los países que la configuran y los resultados que se están publicando. El crecimiento durante el 1Q 2023 de la zona euro ha sido negativo del -0,1% por segundo trimestre consecutivo, con un dato interanual del +1%. A este ambiente recesionario han contribuido sobre todo los países del norte de Europa, mostrando tasas negativas o insuficientes Alemania, Países Bajos e Irlanda, entre otros. Estos países están más afectados por su dependencia del exterior en materias primas y energía, reduciéndose el consumo de una forma generalizada ante la presión alcista de los precios. Curiosamente, la generación de empleo sigue siendo positiva situándose la tasa de paro en el 6,5%. En relación con la inflación, se mantiene de forma persistente en una zona alta lejos del objetivo del 2%, concretamente en el 5,5% con la subyacente en el 6,8%. Desde el 10,6% publicado el pasado mes de octubre, la presión en los precios ha disminuido ante la menor tensión de las materias primas y energía y de las cadenas de suministro. A pesar de todo, el Banco Central Europeo ha subido ocho veces el tipo oficial de interés desde el -0,50% al 3,50% actual. La presidenta Lagarde sigue considerando oportuno anticipar que los tipos podrían seguir subiendo. Los analistas consideran un máximo de dos alzas más para situarlo en el 4%. En paralelo, las cuentas públicas muestran un fuerte deterioro que no va a permitir grandes alegrías con relación al gasto público, dependiendo la mayoría de los países de la aplicación de los denominados fondos Next Generation. Ante esta situación, las perspectivas macroeconómicas de la zona euro son también muy livianas. El crecimiento del PIB puede que no alcance el 1% este año. Alemania parece que tendrá crecimiento negativo del -0,3%. La inflación no se ajustará al objetivo hasta finales del 2024. Por lo tanto, las expectativas tampoco parecen muy alegres.

Por último y en ambas zonas geográficas, el encarecimiento del crédito también debería afectar al crecimiento a través del descenso esperado en la inversión y el consumo. Las perspectivas de los tipos de interés son de cierto mantenimiento en los niveles actuales con posibilidades de descenso a partir de los últimos meses del 2024. El tensionamiento del mercado interbancario también puede verse afectado por otras medidas adoptadas por los bancos centrales como la reducción de balance o la supresión de las subastas de liquidez. Por lo tanto, al haber menos dinero en el sistema hay más dificultades para que se observen descensos en los tipos de interés que afectan a la financiación de empresas y familias.

Como conclusión y teniendo en cuenta los dos tipos de análisis mencionados, para la predicción a plazo del tipo de cambio del dólar USA frente al euro, parece ser que no son concluyentes y la volatilidad e incertidumbre van a seguir siendo variables para tener en cuenta en los próximos meses. La mayoría de los analistas siguen considerando que el dólar USA podría estar todavía sobrevalorado en los mercados entre un 5% y 10%. El rango esperado de comportamiento para lo que resta de año podría situarse entre 1,0600 – 1,1600 USD/EUR y para el 2024 entre 1,1000 y 1,2000 USD/EUR. Sin embargo, no recordamos ninguna previsión u opinión publicada históricamente que haya acertado plenamente en sus pronósticos. Siempre ocurren nuevas circunstancias inesperadas que alteran la tendencia de una divisa. Por lo tanto, la gestión de la incertidumbre y volatilidad es fundamental para evitar efectos no deseados en la cuenta de pérdidas y ganancias y balance de nuestras compañías. Las proliferación de instrumentos financieros para cubrir riesgos por tipo de cambio, también exige una mayor formación para analizar su idoneidad e impactos financieros y contables que pueden tener en el día a día de las empresas.


Resumen

Vista la evolución del dólar USA durante los últimos años, la pregunta que nos hacemos es doble: ¿hasta dónde va a llegar la actual corrección devaluatoria del dólar USA en los mercados?, ¿va a volver a recuperar los niveles cotizados las últimas semanas?


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