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La puesta en marcha de los nuevos pilares de la economía norteamericana está restando incertidumbre y volatilidad a los mercados financieros

Este conjunto de nuevas políticas va a tener un claro impacto en la economía norteamericana y también en la economía global

Transcurridos ya seis meses desde la toma de posesión de Donald Trump como presidente de EEUU se empiezan a confirmar las líneas maestras de las políticas económicas, fiscales o sociales que quiere aplicar como pilares fundamentales de su mandato, todo ello con el objetivo de “volver a hacer a Estados Unidos grande”.

  • Reforma fiscal. El nuevo Plan Fiscal aprobado, no sin dificultades, por el Congreso y Senado norteamericano recoge importantes rebajas fiscales que en todo momento van a beneficiar a las rentas más altas frente a las más pobres. El recorte de impuestos se cuantifica en 4,5 billones USD y rompe bastantes compromisos electorales como el recorte al escudo social de los más desfavorecidos, menores subsidios a las energías renovables y el coche eléctrico, recorte en el Medicaid, así como en compras de alimentos, cheques por hijo... Según la Oficina Presupuestaria del Congreso, este nuevo Plan puede suponer un aumento del déficit público por 3,3 billones USD para situarlo cerca del 7% del PIB. En términos de deuda pública podría aumentar en 3,4 billones hasta 39,6 superando el 120% del PIB. Según los analistas, de este nuevo cuadro fiscal preocupa por su dudosa sostenibilidad en el tiempo. Sin embargo, el mercado ya sabe a qué a tenerse.  
  • Nueva Política Arancelaria. A partir del 1 de agosto cada país va a empezar a sufrir la nuevas tasas arancelarias asignadas por el equipo del presidente tras la autorización del Congreso. Se están aplicando tres tipos de aranceles: a) tarifa base o universal del 10% aplicable de forma global a todos los países; b) arancel reciproco o de negociación bilateral, que hoy en día oscila entre 10% (UK) y 55% (China). La Unión Europea está en el 30% como Méjico. Canadá 35% o Brasil 50%. y c) arancel sectorial que se aplica de forma específica a un bien o sector. Cobre, aluminio y acero 50%. Automóvil y recambios 25%. Productos farmacéuticos 200%. La mayoría de estos aranceles se siguen negociando y antes o después se acabarán aplicando. Hay que destacar que hasta la fecha EEUU ha aplicado aranceles históricos por una media del 3,5%, ahora pasará a un rango entre el 13% y 19%.
  • Política de Inmigración. Ya está en marcha la nueva política de deportaciones masivas de toda aquella persona que no cumpla con los requisitos de residente.
  • Otras decisiones. Desregulación de la normativa en temas de sostenibilidad, energía petróleo y combustibles fósiles. Abolición del Green New Deal sobre descarbonización Creación de un nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental que ha realizado un importante ajuste en el sector público a través del adelgazamiento del gobierno federal.

Todo este conjunto de nuevas políticas va a tener un claro impacto en la economía norteamericana y también en la economía global. En EEUU es de esperar que el consumo interno se vea afectado de forma negativa y la inflación aumente. Esta mayor presión en los precios debería limitar las posibilidades de nuevos recortes en los tipos de interés de este país hoy en día en el 4,5%. Según el mercado de futuros solo se esperan dos recortes por un total de 50 pb a final de año para situar el rango oficial entre el 3,75% - 4,00%. La práctica continuidad de los tipos de interés encarecerá claramente el coste de la deuda pública y podría, en paralelo, desincentivar la inversión. Según la Reserva Federal, las perspectivas de crecimiento para el periodo 2026 -2027 se sitúan dentro del rango 1,50% - 1,80%, con una inflación más alta entre el 2,10% y 3,00%.

Con relación al impacto que podría tener este nuevo escenario sobre el resto de países, está claro que su capacidad exportadora se podría ver resentida y por lo tanto una parte proporcional de su crecimiento económico. La mayoría de países están permitiendo la depreciación de su moneda con el fin de ganar competitividad y compensar lo máximo posible el efecto del arancel sobre los precios. Fuera de la Unión Europea los países que se pueden ver más afectados son: Canadá, China, Méjico, Vietnam, Japón y Tailandia.

En el caso de la zona euro, estamos conviviendo con los problemas económicos y políticos de diferentes países. Alemania tiene problemas de crecimiento que espera solventar con nuevos planes aprobados de inversiones en infraestructuras y defensa. Francia ha anunciado recortes por 44.000 millones de euros para tratar de controlar el déficit público, hoy en día en el 5,8%, y la emisión de deuda que ya alcanza el 113%. El resto de países empiezan a mostrar cierto agotamiento en sus perspectivas económicas. Por lo tanto, esta nueva situación arancelaria no llega en el mejor momento. Alemania, Irlanda, Italia o Finlandia podrían ser los países más afectados. Las exportaciones van a bajar y la debilidad del dólar USA o fortaleza del euro va a restar competitividad la economía europea. El euro se ha apreciado cerca de un 14% frente al dólar USA, que sumado al arancel del 30%, supone un 44% de castigo al comercio exterior europeo. La atonía de la economía europea, unido a la fortaleza del euro, permitirá una mayor descenso de la inflación y la posibilidad que el Banco Central Europeo pueda seguir bajando el tipo oficial de interés. De hecho, el mercado maneja que el precio del dinero podría situarse en el 1,50% durante el primer trimestre 2026. Según el BCE, el crecimiento económico de la zona euro para el periodo 2025 – 2027 podría situarse de media dentro del rango 0,90% - 1,30%. De la misma forma consideran que la inflación para el mismo periodo se situará entre 1,60% y 2,00%.

En relación a los mercados de divisas, en lo que va de año el dólar USA ha registrado importantes pérdidas frente a sus contrapartidas que no se veían en tan poco tiempo desde hace bastantes años. Su cotización frente al euro ha pasado de 1,0100 a 1,1850 en seis meses. La aversión al riesgo provocada por la incertidumbre que genera el nuevo presidente norteamericano ha provocado una fuerte presión vendedora de dólar USA cotizando niveles no vistos desde el año 2021.

Hoy en día el mercado se va tranquilizando ante la evolución de los acontecimientos y los niveles de sobre venta alcanzados por la divisa norteamericana, lo cual le permite recuperar ciertas posiciones hasta 1,1550 por euro. La corrección técnica actual nos podría permitir ver en el corto plazo otra vez niveles entre 1,1250 y 1,1460 por euro, pero siempre estamos pendientes de las actuaciones de Donald Trump que suelen afectar de forma negativa al dólar USA. Por ejemplo, su empeño en conseguir la dimisión de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal. Para el medio y largo plazo, los analistas siguen situando esta paridad dentro del rango 1,1500 – 1,2000.

Del resto de divisas, hemos de destacar la debilidad de la libra esterlina y yen japones. Por un lado, el gobierno británico parece incapaz de solventar los problemas que presenta su economía. Por el lado japones, las elecciones a la Cámara Alta, que podría provocar un cambio de gobierno, también afectan negativamente a su divisa.


Resumen

Conforme va pasando el tiempo vamos viendo como el nuevo gobierno norteamericano va aplicando sus nuevas políticas económicas y fiscales. Nos gusten o no, ya podemos ir valorando los posibles escenarios macroeconómicos con los que nos podemos encontrar a partir de ahora. Esta situación reduce la incertidumbre y la confusión, restando volatilidad a los mercados financieros.

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