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Las perspectivas de inflación no permiten a los bancos centrales relajar el nivel actual de los tipos de interés

El ciclo económico actual se va a mantener en una fase de enfriamiento o desaceleración cuya duración podría ser hasta los últimos meses del 2024 principios del 2025

Durante las últimas semanas el foco de atención de los analistas e inversores ha estado centrado en las reuniones que han estado manteniendo la práctica totalidad de los bancos centrales, así como en las posibles decisiones que se pudiesen adoptar. Los miembros de los mercados se mostraban a la expectativa de alguna señal que permitiese anticipar el techo del alza en los tipos de interés y la nula alternativa ante los síntomas evidentes de desaceleración que muestra la economía global, a una reducción paulatina del alto nivel de los tipos de interés que estamos soportando en los últimos dos años. Sin embargo, salvo algunas matizaciones específicas, todo sigue igual. Para el más corto plazo, los tipos de interés se van a mantener en los mismos niveles actuales. Así, los bancos centrales muestran su preocupación ante posibles repuntes inesperados en la inflación durante los próximos meses, escenario que podría obligar a mantener más tiempo del esperado la política monetaria de carácter restrictivo que están ejecutando hoy en día.

La esperanza de un recorte de tipos de interés estaba basada en la tendencia a la baja que registra la inflación y los síntomas evidentes de enfriamiento económico o desaceleración que advierte la economía global. Con relación a la inflación, la mayoría de los países están registrando una importante tendencia a la baja. Sin embargo, todavía están lejos del objetivo del 2%. En paralelo, la inflación subyacente se mantiene por encima de la inflación ordinaria. Los salarios también crecen por encima de las expectativas. Este escenario preocupa ante el efecto denominado “inflación de segunda ronda”: fenómeno económico en el cual la inflación en una economía se propaga a través de aumentos en los precios de los bienes intermedios y de los salarios. Por lo tanto, todo esto no favorece para el control de los precios, manteniéndose un carácter persistente en la inflación a pesar del impacto positivo que está teniendo otros factores como el descenso del precio del petróleo y materias primas o la mayor normalización de los canales de suministro.

En relación con los síntomas de enfriamiento que registran la mayoría de las economías, está claro que el efecto de los altos tipos de interés se está transmitiendo de una forma sólida a la economía real. El endurecimiento de las condiciones financieras está afectando negativamente a la demanda e inversión y, al mismo tiempo, también se está reduciendo el ratio de ahorro y de depósitos, que estaban históricamente altos desde el confinamiento y que impulsaban al consumo privado. Todo ello ha provocado tasas de crecimiento nulas o negativas en el 3Q en países importantes como Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Francia, Japón, Austria o Irlanda y perspectivas de cierto pesimismo para el 4Q. Los Purchasing Manager Index (PMI) así nos lo anticipan, manteniéndose lejos de la zona de equilibrio del 50% y ya no solo por el deterioro del sector manufacturero, sino también en el sector servicios.

Ante este cuadro macroeconómico la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco Central Europeo tomaron las siguientes decisiones:

  • Reserva Federal de EE.UU. (FED): mantienen invariado, por tercera reunión consecutiva y por 17 votos a favor y 2 en contra, el nivel de los fondos federales dentro del rango 5,25% - 5,50%. Son los tipos más altos de los últimos 22 años. En su comunicado oficial, el Comité de Mercado Abierto de la FED nos recordó que a pesar de que la actividad económica se ha ralentizado en su país, la inflación sigue alta en el 3,2%. Son conscientes de los peligrosos efectos de su política monetaria actual y por ello, nos advierten que van a actuar a partir de ahora de una forma más “cautelosa” teniendo en cuenta la evolución de los acontecimientos. No obstante, también matizan que están preparados para todo. En su revisión de las previsiones macro para el periodo 2023 – 2026 anticipan un recorte de tipos de interés por 75 puntos básicos (pb) durante el ejercicio 2024, también revisando a la baja sus perspectivas de crecimiento económico y creación de empleo. Según los analistas la probabilidad para un recorte en el próximo mes de marzo se sitúa en el 72%, siendo del 94% para mayo.
  • Banco Central Europeo: el Consejo de Gobierno del banco decidió mantener el precio oficial del dinero en el 4,5%, nivel máximo no visto desde el 2001. Son conscientes que la inflación ha bajado hasta el 2,4% al mes de noviembre y que el crecimiento del PIB 3Q ha sido -0,1%. Sin embargo, ven riesgos elevados en que los precios vuelvan a subir en el corto plazo. Están a la espera de nuevos datos para que puedan decidir si van a relajar los tipos, ya que los indicadores de alzas salariales no están bajando, la inflación domestica resiste con fuerza y la transmisión de la política monetaria a la economía se mantiene sólida. Por lo tanto, para enfriar cualquier tipo de expectativa, han mencionado que “no es el momento de bajar la guardia”. En paralelo, el BCE ha decidido acelerar su reducción de su balance reinvirtiendo los vencimientos de la deuda comprada en la crisis solamente durante el primer semestre del 2024, esto supone 7.500 millones de euros de menos liquidez a partir julio del próximo año. Como análisis final, los operadores sitúan la probabilidad del 50% a recortes de tipos en marzo y por encima del 70% en mayo del próximo año, debiendo cerrar el 2024 por debajo del 3,75%.

A pesar de la esperada estabilidad del precio oficial del dinero en EE.UU. y la Zona euro, el mercado interbancario si está ya descontado fuertes descensos en los tipos de interés. Las curvas están totalmente invertidas.

  • Banco Central Europeo: el Consejo de Gobierno del banco decidió mantener el precio oficial del dinero en el 4,5%, nivel máximo no visto desde el 2001. Son conscientes que la inflación ha bajado hasta el 2,4% al mes de noviembre y que el crecimiento del PIB 3Q ha sido -0,1%. Sin embargo, ven riesgos elevados en que los precios vuelvan a subir en el corto plazo. Están a la espera de nuevos datos para que puedan decidir si van a relajar los tipos, ya que los indicadores de alzas salariales no están bajando, la inflación domestica resiste con fuerza y la transmisión de la política monetaria a la economía se mantiene sólida. Por lo tanto, para enfriar cualquier tipo de expectativa, han mencionado que “no es el momento de bajar la guardia”. En paralelo, el BCE ha decidido acelerar su reducción de su balance reinvirtiendo los vencimientos de la deuda comprada en la crisis solamente durante el primer semestre del 2024, esto supone 7.500 millones de euros de menos liquidez a partir julio del próximo año. Como análisis final, los operadores sitúan la probabilidad del 50% a recortes de tipos en marzo y por encima del 70% en mayo del próximo año, debiendo cerrar el 2024 por debajo del 3,75%.

A pesar de la esperada estabilidad del precio oficial del dinero en EE.UU. y la Zona euro, el mercado interbancario si está ya descontado fuertes descensos en los tipos de interés. Las curvas están totalmente invertidas.

Con relación a otros bancos centrales, destacamos los siguientes:

  • Banco de Inglaterra: también ha mantenido el tipo oficial en el 5,25%. No obstante, no descarta nuevas subidas o que se mantengan altos más tiempo del esperado ante la evolución de la inflación, que hoy en día todavía se sitúa en el 4,8%. En su última reunión 3 de los 9 consejeros del banco solicitaron 25 pb de subida a pesar del coqueteo de su economía con la recesión.
  • Banco Central de Japón: Es de esperar que en su próxima reunión deje de ser el único país del mundo con tipo oficial de interés negativo en el -0,10%. La inflación ya supera el 3,3%.
  • Otros bancos centrales: Noruega y Suecia han subido 25 pb para situarlos en el 4,50% y 4,25%. Australia también subió 25 pb al 4,35%. Suiza y Canadá los han mantenido en el 1,75% y 5% respectivamente. México también los ha mantenido en el 11,25%. Brasil los recorto al 11,75%.

Como conclusión y a la expectativa de ver cómo evolucionan los acontecimientos, podemos considerar que el ciclo económico actual se va a mantener en una fase de enfriamiento o desaceleración cuya duración podría ser hasta los últimos meses del 2024 principios del 2025. La mayoría de los analistas no esperan que la inflación alcance el 2% hasta el 2025. Los tipos de interés irán poco a poco ajustándose a la baja pudiendo alcanzar niveles cercanos al 2% en el periodo 2025 – 2026.


Resumen

Durante las últimas semanas el foco de atención de los analistas e inversores ha estado centrado en las reuniones que han estado manteniendo la práctica totalidad de los bancos centrales, así como en las posibles decisiones que se pudiesen adoptar. Para el más corto plazo, los tipos de interés se van a mantener en los mismos niveles actuales. Así, los bancos centrales muestran su preocupación ante posibles repuntes inesperados en la inflación durante los próximos meses, escenario que podría obligar a mantener más tiempo del esperado la política monetaria de carácter restrictivo que están ejecutando hoy en día.

Acerca de este artículo

Últimas tendencias

Los tipos de interés van a permanecer altos más tiempo del esperado

El ciclo económico actual se va a mantener en una fase de enfriamiento o desaceleración cuya duración podría ser hasta los últimos meses del 2024 principios del 2025.