Mercados financieros mayo

Mercados financieros: La incertidumbre se mantiene en un entorno de ralentización económica. Mayo de 2022

La mayoría de los organismos internacionales estén revisando a la baja sus perspectivas económicas para el periodo 2022 – 2024.

Los mercados financieros mantienen un comportamiento similar al de los meses precedentes, viéndose afectados por la continuidad de los factores económicos y geopolíticos ya conocidos. Estos no solo están generando una elevada incertidumbre sobre el futuro de la economía global, sino también una excesiva volatilidad que afecta y desequilibra el precio de los activos.

A día de hoy, parecen confirmarse los síntomas de desaceleración en la recuperación económica, escenario que está provocando que la mayoría de los organismos internacionales estén revisando a la baja sus perspectivas económicas para el periodo 2022 – 2024. De esta manera, se anticipa un cambio de contexto en el cual el esperado ciclo expansivo se ha transformado en un claro enfriamiento económico caracterizado por la pérdida  de confianza y el descenso en el consumo y la inversión, existiendo también cierta preocupación por la evolución de los precios y la tendencia alcista de los tipos de interés. 

Los mercados de materias primas y energía siguen sin lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda. En ese contexto, se mantienen ciertas restricciones y retrasos en la cadena de suministros y los precios elevados en los fletes, dando lugar a una importante ralentización en la producción. Esta situación se ha visto agravada por la interminable guerra entre Rusia y Ucrania, que ha logrado tensionar  aún más los precios. Como consecuencia, el escenario se ha trasladado a la economía real y ha situado la tasa de inflación de la totalidad de países en sus máximos históricos.

En paralelo, cuando la pandemia del COVID-19 empezaba a pasar desapercibida, la decisión del gobierno de China de reactivar las medidas de confinamiento en su país ante el elevado nivel de contagios registrados, no solo está deteriorando los indicadores económicos de este país, sino que también está generando más incertidumbre en los mercados ante la posibilidad de una transmisión global de la situación y una vuelta a las restricciones a la movilidad y problemas de abastecimiento.

En este entorno caracterizado por el enfriamiento económico y el desequilibrio de los precios, la mayor preocupación de los analistas recae sobre el futuro impacto que podría tener sobre la economía global y sobre el conjunto de medidas monetarias que se están adoptando para corregir la desbocada inflación existente. El temor radica en la posibilidad de que este tipo de actuaciones genere, más que un aterrizaje suave de la economía y un control de los precios, un frenazo excesivo o entorno recesivo que haga que el logro de una estabilidad económica se retrase más de lo deseado. 

Es evidente que la tendencia al alza de los precios ya parece más permanente que transitoria y la inflación en el mes de abril ya se sitúa en el 7,4% en la Zona Euro, 8,3% en EEUU, 9,0% en el Reino Unido, 7,8% en Alemania u 8,3% en España. Estos datos se encuentran muy lejos del objetivo de inflación del 2%  y están provocando que los bancos centrales procedan a cancelar las inyecciones de liquidez y decidan elevar el precio oficial del dinero. La mayoría de los países ya lo han hecho.

La Reserva Federal norteamericana, tras dos subidas, ya ha situado los fondos federales en el rango 0,75% - 1,00%, anticipando como mínimo dos nuevas alzas el 15 de junio y el 17 de julio para situarlos en el entorno del 2,00%. El Banco de Inglaterra no descarta tampoco una subida hasta el 2,00% desde el 1,00% actual. La novedad radica en el Banco Central Europeo, el cual suspenderá las inyecciones de liquidez a finales de junio para, probablemente, elevar el 21 de julio el tipo oficial al 0,50% desde el 0% actual, abandonando así la tendencia conservadora de su presidenta que ya anticipaba decisiones graduales en función de la evolución de los acontecimientos. Hay que destacar que los analistas no descartan que el tipo oficial de la Zona Euro alcance el 1,00% a final de año.   

Está claro que la evolución de la inflación es objeto de preocupación para la totalidad de autoridades monetarias. La posibilidad de que se mantenga el desequilibrio en los precios hasta el primer trimestre 2023 parece evidente. En estecontexto, el mercado interbancario ya está anticipando este escenario alcista, tensionando la curva y encareciendo el crédito. En EEUU tanto el tipo a 12 meses como la rentabilidad de la deuda a 10 años se sitúan ya en el entorno del 3%. En la Zona Euro la curva de corto/medio plazo abandonará próximamente el territorio negativo. Actualmente, el tipo a 12 meses cotiza al 0,20% desde el -0,50% de principios de año y la rentabilidad del bono a 10 años se acerca al 2%. Por lo tanto, tenemos que asumir que se ha terminado el periodo de dinero barato.    

En los mercados de cambio, el dólar USA sigue siendo la divisa más fuerte, refugio de la incertidumbre y la volatilidad, llegando a cotizar máximos en 1,0350 dólares por euro. Los analistas no descartan que se pueda cotizar la paridad.

En los últimos dos años, el dólar USA se ha apreciado frente al euro cerca de un 20%, empezando a ser una situación incómoda por los efectos colaterales que tiene en el resto de los países vía inflación e incluso por el encarecimiento del precio de los activos denominados en la divisa norteamericana. Los analistas siguen considerando esta divisa como sobrevalorada, pero aceptan su situación actual ante las perspectivas de los tipos de interés en EEUU frente a sus contrapartidas. Sin embargo, consideran que la zona de equilibrio para la cotización de esta paridad se debería de situar entre 1,1000 – 1,2000 USD/EUR.

Otro comportamiento destacado en los mercados de cambio ha sido el del Yuan chino. Tras un periodo de máximos frente al dólar USA, que dio lugar a intervenciones de sus autoridades monetarias, la desconfianza generada por las medidas de confinamiento adoptadas y el deterioro observado en su economía, han provocado fuertes pérdidas en su cotización, pasando de 6,30 a 6,79 CNY/USD e igualando mínimos del 2020. 

Como conclusión, hay que destacar que estamos en un periodo de normalización monetaria caracterizado por el desequilibrio en los precios y el temor a una ralentización excesiva de la economía real, que cohabitando todo ello con una serie de factores geopolíticos, podría mantener la volatilidad e incertidumbre actual, al menos, durante lo que resta de año.

Resumen

Los mercados financieros mantienen un comportamiento similar al de los meses precedentes, viéndose afectados por la continuidad de los factores económicos y geopolíticos ya conocidos. Parecen confirmarse los síntomas de desaceleración en la recuperación económica, por lo que se anticipa un cambio de contexto en el  que el esperado ciclo expansivo se ha transformado en un claro enfriamiento económico caracterizado por la pérdida  de confianza y el descenso en el consumo y la inversión, existiendo también cierta preocupación por la evolución de los precios y la tendencia alcista de los tipos de interés.

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