Si aún no lo han hecho, las empresas con empleados clave de la UE con sede en el Reino Unido deben garantizar que sus trabajadores que sean ciudadanos de otro país de la UE y que puedan justificar que ya vivían en Reino Unido antes de final de 2020, hayan realizado, o lo hagan hasta el 30/06/2021, el “pre-settlement status” o “settlement status”, trámite que les permitirá seguir viviendo y trabajando en el país desde el 1/1/2021, en los mismos términos y condiciones que cuando el país británico aún formaba parte de la UE.
Aunque el registro “pre-settlement status” o “settlement status” es una responsabilidad personal del trabajador, es muy aconsejable que las compañías que estén operando en Reino Unido realicen un censo de las nacionalidades de sus trabajadores locales, pues si algún empleado de otros país UE (no británico ni irlandés) no realiza este trámite antes de julio de 2021, la entidad de UK podría encontrarse en una situación de contratación ilegal quizás sin saberlo, aunque esto no les eximiría de responsabilidad.
Es importante mencionar que el nuevo sistema migratorio británico, de aplicación desde el 1/1/2021, toma la forma de “sistema por puntos”. Es decir, que para poder ser beneficiario de un “Skilled Workers” work visa o de un “Intracompany Transfer” work visa, que serán los más habituales, los empleados deber contar con un expertise o cualificación especial (no disponible en el mercado laboral británico), poder acreditar un nivel de inglés avanzado, percibir una retribución por encima de unos mínimos y contar con uno nivel de estudios mínimo. Ante estas circunstancias, ciertos perfiles de baja cualificación van a tener muy difícil acceder a un permiso de trabajo que les permita vivir y trabajar en el Reino Unido.
Por su parte, las entidades en Reino Unido que deseen contratar a personal no británico ni irlandés deberán asegurarse de estar registrados ante el Home Office como un “approved Immigration sponsor”.
Con la finalidad de poder adaptarse a tiempo a los cambios regulatorios y poder así retener y atraer el talento necesario para la organización en el lugar preciso, con las capacidades adecuadas, en el momento justo y al coste adecuado, creemos que es urgente adaptar las áreas de organización de personas de las compañías.
Sin duda, los retos a los que nos enfrentamos en términos de la gestión de personas que se abren a raíz del Brexit será uno de los puntos imprescindibles sobre los que reflexionar durante los próximos meses.