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Por la Cra. María Carolina Pantín, Senior de Business Consulting en EY Uruguay.
La igualdad de género, un pilar en la construcción de las sociedades justas, no es simplemente un concepto idealista, sino también un componente esencial para el éxito económico y el desarrollo humano de nuestra sociedad. Este principio es particularmente relevante en el mundo laboral, donde sabemos no resulta sencillo abordar estos aspectos. Una forma objetiva de evaluar esta equidad se da por medio de los Planes de Igualdad. Por ejemplo, en España la Ley de igualdad de 2007 los hace obligatorios en todas las empresas de más de 50 empleados. En Uruguay, aun sin ser una exigencia legal, su adopción voluntaria podría tener importantes beneficios.
Los Planes de Igualdad consisten en estrategias y medidas que las organizaciones implementan con el objetivo de garantizar igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres, buscando eliminar cualquier discriminación en función al género. Estos abarcan temas como la representación equilibrada de ambos géneros, la erradicación de la brecha salarial, la facilitación de la conciliación laboral y personal y la prevención del acoso en el ambiente de trabajo.
La elaboración de un Plan de Igualdad implica varias etapas: en la primera, se realiza un diagnóstico de la situación de la empresa en relación con la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Este incluye un análisis detallado de la estructura salarial de la organización, conocido como Auditoría Retributiva, que permite identificar y trabajar sobre cualquier brecha salarial de género. Además, se analizan otros aspectos como la distribución de la plantilla por sexo, nivel jerárquico y nivel formativo, entre otros.
Una vez realizado el diagnóstico, se elabora el Plan de Igualdad propiamente dicho, que incluye medidas concretas para abordar las desigualdades identificadas. Estas medidas pueden abarcar diversas áreas, como la selección, promoción profesional, formación, contratación, clasificación profesional y retribuciones. Cada medida se describe en detalle, incluyendo sus objetivos y procedimientos de implementación.
La implementación del Plan de Igualdad debe ser un proceso participativo que involucre a todos los empleados de la empresa. Es importante que haya una representación equilibrada de todos los géneros y niveles jerárquicos durante este proceso, para asegurar una visión global y diversa.
En el ejemplo de España, actualmente, todas las empresas con más de 50 empleados deben contar con un Plan de Igualdad formal y registrado gubernamentalmente, lo que ha permitido lograr importantes avances en el equilibrio de género en posiciones directivas y en la reducción de la brecha salarial.
En Uruguay, la adopción voluntaria de estos planes -que promueven la diversidad e igualdad en los equipos- podría tener múltiples beneficios, entre ellos: potenciar la innovación y mejorar el rendimiento, promover la creatividad y toma de decisiones más eficientes. Sumado a lo anterior, existe una creciente evidencia de que la diversidad de género está vinculada a mejores resultados financieros.
Además, los Planes de Igualdad pueden mejorar considerablemente la reputación y el atractivo de una organización, ya que las compañías comprometidas con la igualdad de género y la diversidad son cada vez más valoradas por los candidatos de talento y por los consumidores.
Marcar el ritmo de cambio requiere valor y compromiso, y en este contexto desafiante, nos retamos a ir un paso más allá por la igualdad de género. No solo porque la equidad de género es un derecho humano fundamental, sino también porque es un motor de innovación y crecimiento. Los Planes de Igualdad pueden ser una gran herramienta para crear un mercado laboral más inclusivo y equitativo, ofreciendo beneficios tangibles tanto para las empresas como para los empleados y la sociedad en general.
En el camino hacia la igualdad de género, cada uno de nosotros puede desempeñar un papel en la construcción de un futuro laboral donde todas las personas sean valoradas y respetadas en igual medida.
Resumen
Impulsando la igualdad de género en el trabajo a través de Planes de Igualdad: una estrategia beneficiosa para negocios, empleados y sociedad en términos de innovación, crecimiento y reputación.