Modern airliner on a runway

Combustibles sostenibles para la aviación: allanando el camino hacia cielos más ecológicos

La industria aeronáutica se esfuerza por alcanzar la neutralidad climática con combustibles sostenibles, explorando diversas vías para la expansión del mercado.


Vergüenza de volar, devorador de kerosene, asesino del clima: la industria de la aviación lleva años en el punto de mira del debate sobre el clima. No es de extrañar, ya que los aviones no solo emiten grandes cantidades de CO₂, sino que también liberan gases nocivos para el clima a gran altitud. Mientras los críticos abogan por detener los viajes aéreos, la industria está trabajando en su revolución ecológica: los combustibles sostenibles para la aviación (SAF, por sus siglas en inglés) están destinados a reducir significativamente la huella ecológica de los vuelos y convertirse en el nuevo estándar en la aviación.

Los equipos de EY han llevado a cabo un estudio global en profundidad para explorar si la aviación puede pasar de ser un contaminante climático a convertirse en líder en sostenibilidad. El estudio examina los desafíos que plantean la producción y la implementación, e identifica quién asumirá en última instancia los costos. También destaca el problema de la falta de capacidad de producción mundial, explica por qué cientos de proyectos siguen sin financiarse y analiza cómo la Unión Europea (UE) puede apoyar un mayor desarrollo del mercado de suministro. Descarga el estudio global de 150 páginas que encontrarás a continuación para acceder a información exclusiva de profesionales del sector, y nuestra exhaustiva investigación para descubrir la situación actual de los combustibles alternativos sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés) y sus perspectivas de futuro.


Combustibles sostenibles para una aviación más ecológica

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SAF: ¿el combustible del futuro?

Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), los combustibles sostenibles para la aviación podrían reducir hasta un 65 % las emisiones del sector aeronáutico. Por lo tanto, el desarrollo de los SAF es un paso decisivo hacia una aviación respetuosa con el clima.
 

Actualmente, se está prestando especial atención a dos tipos de SAF: el SAF de origen biológico, que se fabrica a partir de materias primas biogénicas como grasas vegetales, residuos o algas, y el E-SAF, que se fabrica a partir de CO₂ e hidrógeno verde. Ambos productos tienen el potencial de reemplazar al queroseno fósil, pero existen obstáculos tecnológicos y económicos.
 

El SAF de origen biológico se produce actualmente a partir de materiales de desecho, como la grasa de freír usada, utilizando procesos de producción ya establecidos. Algunas aerolíneas internacionales ya están utilizando este combustible para mejorar su huella de carbono. Por lo tanto, la capacidad de producción ha aumentado rápidamente en los últimos años, pero podría haber una escasez de materias primas a largo plazo. Por otro lado, el E-SAF, en teoría, podría producirse de manera indefinida siempre que se disponga de suficiente energía renovable y CO₂ verde. La producción requiere enormes cantidades de electricidad verde. Por ejemplo, para alcanzar la cuota de E-SAF prevista por la UE de 2 % s para 2032 solo en Alemania, se necesitarían aproximadamente 75 teravatios hora de energía renovable, junto con 1 millón de toneladas de CO₂. Además, existe una gran necesidad de realizar más inversiones en infraestructura y tecnología.
 

Apoyo normativo para los SAF

Las decisiones políticas y las regulaciones han dado un gran impulso a la industria. Con la iniciativa «ReFuelEU Aviation», la UE ha establecido cuotas claras para el suministro de SAF: los ambiciosos objetivos prevén aumentar la cuota de SAF de un modesto 2 % en 2025 a un impresionante 70 % en 2050. De este modo, los SAF pasarán de ser una solución especializada a convertirse en el nuevo estándar. Los objetivos están generando una presión considerable para acelerar la expansión de los combustibles más sostenibles.
 

Además, el estricto Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (ETS, por sus siglas en inglés) está encareciendo las emisiones de CO₂ para las aerolíneas. Con el rápido aumento de los precios del UE ESTS para la aviación y una oferta limitada de derechos de emisión, el uso a largo plazo del queroseno resulta cada vez menos atractivo, lo que confiere a los combustibles sostenibles de aviación una ventaja competitiva cada vez mayor. La introducción de etiquetas medioambientales para los vuelos a partir de 2025 por parte de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) también debería influir en las decisiones de los pasajeros. Quienes son conscientes de la huella ecológica de sus vuelos pueden optar por aerolíneas que utilicen SAF con mayor frecuencia, lo que supone un incentivo adicional para que el sector vuele de forma sostenible. Algunos de los principales clientes de transporte aéreo de mercancías ya están exigiendo servicios más ecológicos a las aerolíneas.

Financiando la revolución verde en el cielo

El uso de combustibles respetuosos con el medio ambiente es esencial para alcanzar los objetivos climáticos de la industria aeronáutica. Sin embargo, esto implica enormes costos tanto para los productores como para los inversionistas.

Actualmente, los SAF son hasta seis veces más caros que el kerosene fósil, lo que dificulta su adopción. Además, las capacidades de producción están rezagadas con respecto a la demanda. Los datos del sector sugieren que los SAF solo representarán el 0,7 % de la demanda total de combustible para aviones en 2025, con un volumen de 2,1 millones de toneladas.

Grandes inversiones
La inversión estimada en instalaciones e infraestructura de producción de SAF que se requerirá para satisfacer la demanda para 2050.

El E-SAF, que se produce a partir de hidrógeno verde y CO₂, tiene un costo elevado. Sin embargo, los costos podrían disminuir hasta en un 50 % en las próximas décadas gracias a los avances tecnológicos y las economías de escala. Al mismo tiempo, es probable que los SAF de origen biológico se encarezcan debido a una posible escasez de materias primas. Sigue existiendo una diferencia de precio significativa en comparación con el kerosene convencional, lo que hace que los SAF sean menos atractivos para su uso generalizado a corto plazo.

Para ampliar la producción de SAF con el fin de satisfacer la demanda de la industria aeronáutica, se requieren inversiones masivas. Las estimaciones sugieren que será necesario invertir entre 1,0 y 1,5 billones de dólares en los próximos años.

Las amenazas climáticas que se pasan por alto

Los SAF por sí solo no resolverán todos los problemas de la aviación. Además de las emisiones de CO₂, los vuelos generan otros factores climáticos, como estelas de condensación, partículas de hollín y óxidos de nitrógeno. Se estima que estos efectos denominados «no relacionados con el CO₂» tienen un impacto mayor en el calentamiento global que el CO₂ emitido. Aunque los SAF liberan menos partículas de hollín y, por lo tanto, reducen la formación de estelas de condensación, no eliminan completamente estos efectos. Sin medidas adicionales como la optimización de las rutas aéreas y las altitudes de vuelo posibles, motores más eficientes y, sobre todo, menos tráfico aéreo, la huella de carbono de los vuelos seguirá siendo una carga.

 

Perspectivas para una aviación sostenible

La industria aeronáutica está trabajando intensamente en el uso de SAF con el fin de reducir su huella de carbono. Los políticos han aumentado recientemente la presión sobre la industria mediante cuotas y el sistema de comercio de emisiones. Los SAF podrían reducir hasta un 65 % de las emisiones, pero los altos costos y los obstáculos tecnológicos están frenando su uso a gran escala. Las estimaciones prevén inversiones de hasta 1,5 billones de dólares estadounidenses en los próximos años, una suma considerable dada la falta de rentabilidad de los proyectos hasta la fecha. Además, los efectos no relacionados con el CO₂ siguen teniendo un impacto negativo en el clima. Los factores decisivos serán la rapidez con la que los avances tecnológicos reduzcan los costos de los SAF, si inversores, empresas y clientes están dispuestos a asumir las enormes sumas que ello supone y cómo puede la UE apoyar el mercado con instrumentos de financiación.

Resumen

La industria aeronáutica está siendo objeto de escrutinio por su impacto medioambiental, pero los combustibles sostenibles para la aviación ofrecen soluciones prometedoras. Los SAF, incluidos SAF de origen biológico y E-SAF, pueden reducir significativamente las emisiones. Sin embargo, persisten retos como los altos costos de producción, las materias primas limitadas y la necesidad de una energía verde sustancial. Las medidas de apoyo normativas, como la iniciativa "ReFuelEU Aviation" de la UE, tienen como objetivo aumentar el uso de SAF. A pesar de su potencial, los SAF por sí solos no resolverán todos los problemas climáticos relacionados con la aviación, y se necesitan medidas adicionales para mitigar los efectos no relacionados con el CO₂.

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