El COVID- 19 ha desatado nuevos desequilibrios en la economía mundial, los cuales surgen, principalmente, por las nuevas necesidades de los sistemas de salud, posibles cierres de empresas, comercios y centros educativos.
Según Oxford Economics, si la propagación del virus no se controla, las repercusiones económicas podrían manifestarse hasta en una contracción de 1,3% del PIB mundial, costándole a la economía alrededor de 1,1 trillones de dólares.
Por esta razón, se han publicado diferentes decretos reglamentarios en distintos países de Latinoamérica, para generar liquidez en el mercado; debido a que la nueva realidad mundial ha obligado a todas las empresas a replantear la estrategia de todo el año y además repensar actividades, así como ajustar presupuestos para cubrir todas las áreas que se han visto impactadas por esta coyuntura.
“El COVID-19 ha transformado la forma de percibir el mundo desde todos sus frentes, ha limitado la locomoción de los negocios, lo que genera cambios en el consumo en todas las industrias. Así pues, la compañía que no se renueve estratégicamente va a limitar su ciclo de vida”, afirmó Felipe Jánica, Socio Líder en Contabilidad Financiera para EY Latinoamérica Norte.
Bajo este contexto, Felipe Jánica, ha determinado cinco consejos fundamentales para que las empresas sobrelleven esta crisis, puedan replantear la gestión financiera y por ende el manejo de su caja.
1. Ponga en el centro de todas las estrategias al cliente
En este momento, es fundamental mostrarle al cliente el valor agregado que puede generar la empresa, porque en este tiempo, más que nunca, todo debe funcionar entorno a las necesidades y a cómo cumplirlas a tiempo y con calidad. Las nuevas estrategias deben empezar por entender al cliente y los cambios que está teniendo, y desde allí desglosar lo demás.
2. Mantenga la capacidad adquisitiva
En estos momentos de crisis, se tiende a perder muy rápido la liquidez, pero va a ser importante que las empresas traten de mantenerla y por ello hay dos formas de hacerlo: En primer lugar, liderar las comunicaciones con los bancos, esto para negociar no solo la tasa de interés, sino los servicios de deuda, pues, en la medida en que haya más periodos de gracia habrá mayor solvencia financiera para poder cubrir con las obligaciones. Y en segundo lugar, acceder a líneas de crédito para el capital de trabajo, que son los principales afectados al no generar ingresos.
3. Encuentre el camino para hablar con todos los actores de la cadena de abastecimiento.
Es claro que en este momento las cadenas de abastecimiento se han relentizado. Por esta razón, es clave que se identifiquen todos los actores de la empresa, pues permitir que un proveedor quiebre no le conviene al futro del negocio. Hay que tener una visión perimetral del panorama y así mismo, con todas las partes andando, se garantizarán los servicios para el cliente.
4. Construya reportes financieros completos y de calidad.
Para elaborar los informes de estos meses, cabe resaltar que habrá sobrecostos no solo por lo que ha generado la crisis en las industrias, sino porque la seguridad de los trabajadores y los cuidados que este tiempo han implicado deben ir anotados y descontados. Además, la cartera de crédito con los clientes se deteriora progresivamente, por lo que hay que revisar los modelos anuales de la pérdida esperada, lo que garantizará la confianza con el cliente.
5. Comience a pensar en la estrategia de financiación a largo plazo.
Paralelamente que se crea la estrategia en el mediano plazo con respuesta inmediata a la crisis, es necesario que las empresas logren desarrollar una ruta a largo plazo, en la que la financiación sea uno de sus ejes principales. Una de las maneras de hacerlo puede ser con la emisión de títulos en el mercado de valores y otra es teniendo en mente una nueva visión de negocio de una economía digital.
Pues bien, es el momento de ver crecer la empresa de otra manera, explorar herramientas que antes no se usaban y darse el espacio para automatizar muchos procesos que antes se hacían de forma presencial o a mano. No hay un único camino para repensar las empresas, pero hay unos ejes centrales que deben estar para que las empresas sobrelleven esta crisis.
