Efectos de la crisis energética

Desde el Departamento Financiero deberán asegurarse de que se han considerado todas las variables relevantes y que están soportadas financieramente.

En un año se cumplirá el 50 aniversario de la que se podría calificar como la primera crisis energética mundial, la conocida crisis del petróleo de 1973, que se produjo como consecuencia del embargo de petróleo de Oriente Miedo a los países occidentales que tenían una gran dependencia de los combustibles producidos allí. Como resultado se produjeron importantes problemas de suministro energético y un aumento de los precios del petróleo, lo cual originó un incremento de la inflación y una etapa de bajo crecimiento económico, dando lugar a lo que ahora conocemos como estanflación. Esta crisis acabó con la época dorada que se había vivido durante las tres décadas anteriores, siendo significativo que una de las medidas para salir de las crisis de los 70 fueron las alianzas son Rusia como alternativa a Oriente Medio.

¿Estamos viviendo una segunda crisis energética?

Podemos decir que existen muchas similitudes y por supuesto grandes diferencias con respecto a la crisis del petróleo de los años 70. Las causas de los altos precios de la energía que estamos viviendo no se deben solo a razones geopolíticas como es la Invasión de Ucrania que, por supuesto, está prolongando la tendencia al alza de los precios de la energía que vienen ya del 2021 y que está afectando a la competitividad de las empresas y al bienestar de las familias.

Si miramos atrás, la complejidad del entorno energético empieza con el inicio pandemia, curiosamente con los precios de la energía más bajos de la historia en Europa, provocados por una caída de la demanda en el año 2020. En el año 2021, una vez pasada la pandemia y con la esperanza de una recuperación de la economía y de los precios de la energía, la situación se complicó como consecuencia principalmente del crecimiento del precio del gas y de los derechos de emisión de CO2, provocando que los precios de la energía alcanzasen el nivel más alto de la historia. La subida del precio del gas se explica por un desequilibrio de la demanda de este tipo de energía no solo en Europa sino en otras zonas como principalmente Asia.

Al comienzo de 2022 ya existía la incertidumbre por ver cómo afectarían los elevados precios de la energía a la recuperación económica y, tras el comienzo de la guerra en Ucrania, el gas se convirtió en un arma estratégica utilizada por Rusia contra los países occidentales, con el consiguiente aumento de los precios. A partir de entonces se empezaron a adoptar, tanto en España como en el resto de Europa, medidas regulatorias para que los ciudadanos y empresas puedan hacer frente a estas subidas de los precios.

Esta evolución de los precios de la energía y la incertidumbre sobre su evolución futura está vinculada, en gran medida, a las dudas sobre la duración del conflicto bélico y su eventual escalada, afectando a la producción de las empresas y empeorando su competitividad. Ya hemos visto en países como Alemania como grandes empresas intensivas en energía, como las del acero, cristal y papel, están reduciendo su producción para poder subsistir, ya que no pueden trasladar los aumentos de los precios de la energía que han experimentado a los clientes en la medida suficiente.

En esta situación excepcional que estamos viviendo de altos precios de energía, junto con alta inflación y subidas de tipos de interés ¿cuál es papel que juega un Director Financiero?

El CFO es uno de los primeros ejecutivos de la empresa en analizar el impacto del aumento del coste de la energía sobre la situación económica y financiera de la empresa, a través del análisis de la diferencia entre los ingresos por ventas y los costes asociados a las compras de materiales y al consumo de energía. Por lo tanto, el CFO intervendrá en la toma de decisiones estratégicas y relevantes para poder mitigar y solucionar el impacto que están teniendo en la empresa los altos precios de la energía.

Ante la situación económica con altos niveles de inflación, precios de la energía elevados y subida de tipos de interés, el CFO y sus equipos tienen la capacidad para analizar e interpretar la información disponible, así como de ser el vínculo inicial entre los distintos departamentos de las compañías.

Habrá que revisar los planes estratégicos de las empresas; mitigar posibles impactos con contratos a largo plazo para reducir la volatilidad de los precios en aquellas compañías intensivas en energía; analizar una posible reducción de la producción y tener la capacidad de buscar financiación ante las nuevas condiciones de liquidez y altos tipos interés. Además, la financiación del circulante, que ha cambiado significativamente, será fundamental para disminuir el impacto que el aumento del coste de la energía tiene sobre la situación financiera de la empresa.

Por lo tanto, el CFO intervendrá en decisiones estratégicas y habrá compañías que deban realizar análisis de inversiones, desinversiones y deslocalización. Y desde el Departamento Financiero deberán asegurarse de que se han considerado todas las variables relevantes y que están soportadas financieramente.

Podemos subrayar que la subida de los precios de la energía acelera la crisis económica, principalmente en sectores dependientes, y muestra no solo los peligros de la dependencia energética, sino los efectos negativos que los conflictos políticos pueden tener en la evolución económica y que, ante esta situación, el CFO es un elemento fundamental dentro de la empresa ya que tiene las capacidades para analizar e interpretar las decisiones que se deben tomar.