Antecedentes
El pasado 9 de abril de 2025, el presidente Trump anunció una pausa de 90 días en la política arancelaria recíproca, inicialmente anunciada el 2 de abril de 2025. No obstante, la tasa del específica del 10% ad valorem sigue en vigor desde el pasado 5 de abril. La pausa tampoco afecta al arancel a todos los socios comerciales, incluida la Unión Europea, por las importaciones de acero, aluminio, productos de automoción, que mantienen un arancel a todos los socios comerciales.
Las empresas tendrán que evaluar el impacto que estos aranceles tendrán en diversos ámbitos, por ejemplo, en las cadenas de suministro para explorar estrategias que mitiguen el impacto en las operaciones.
Impactos contables previsibles
Salvando las distancias de lo que fue la crisis sanitaria derivada del COVID, desde un punto de vista contable, la situación presenta ciertas similitudes. Al final, todo se puede resumir en incertidumbre sobre el futuro: previsión de impactos en las ventas, gestión de los riesgos, negociaciones de contratos, cambios de políticas comerciales, impacto en las bolsas y cadenas de suministro, inflación, etc. A continuación, vamos a citar cuatro bloques que incluyen áreas que pueden verse impactadas por dicha incertidumbre, sin pretender ser exhaustivos.
En un primer bloque estará el impacto por la estimación de flujos de efectivo futuros. De no cambiar los precios a los que se venden los productos ex ante a los aranceles, éstos incrementarán el precio final de venta para los clientes. Ante esto, las empresas pueden: bajar el precio que ofrecen antes de aplicar los aranceles, reduciendo el margen, si es que pueden, para que el producto en destino siga siendo competitivo; o mantener sus precios, antes de aranceles, a riesgo de no poder competir en dichos mercados por la subida que supondrá el arancel. En ambos casos, una bajada de los márgenes o del volumen de ventas, además de poder disparar nuevos indicadores de deterioro, puede tener un impacto relevante en las estimaciones de flujos de efectivo futuros. Las proyecciones que sustentan el cálculo del valor en uso en el contexto de un análisis de deterioro, o en las proyecciones del plan fiscal, enfrentarán una mayor incertidumbre que requerirá un esfuerzo en la estimación para que los flujos representen la mejor evaluación de todos los escenarios posibles. También, en determinadas situaciones, los flujos de efectivo pueden suponer que determinados contratos de compra y/o ventas se conviertan en contratos onerosos por la pérdida futura que surge de la situación actual.
En un segundo bloque está la volatilidad que hemos visto presente tanto en los mercados de capitales como en los de commodities. En este escenario, si la contabilidad requiere el uso del valor razonable nos enfrentamos al reto de calcularlo, sobre todo en los casos que se basen en estimaciones porque no sean directamente observables. Esta volatilidad puede requerir revisar los cálculos de deterioro tanto de las existencias como de las cuentas por cobrar.
En tercer lugar, la situación actual puede derivar en nuevas transacciones: modificación de contratos, planes de venta o integración de negocios, flexibilizar las cadenas de suministro, nueva financiación etc. En definitiva, un mayor número de transacciones, que podrían ser no rutinarias. Todo ello elevará la necesidad de aplicar los juicios contables en la medida que las transacciones sean nuevas.
En cuarto lugar, y no menos importante, estará marcado por los casos en los que el impacto sea generalizado, hasta el punto de que pueda crear dudas sobre la continuidad de los negocios. Será necesario que las empresas presten atención a los desgloses de los factores mitigantes de las dudas que se pudieran suscitar.
La transparencia como respuesta
En los tiempos duros de la pandemia recuerdo el “ante la incertidumbre radical, transparencia total”. Fue la regla de oro que permitió crear confianza en los mercados de capitales. Sin duda, el aprendizaje del COVID nos permitirá responder al reto actual: mantener la confianza en tiempos de incertidumbre. En este sentido, una de las claves será explicar cómo se han abordado las estimaciones complejas, datos utilizados y a qué sensibilidades se enfrentan en el futuro.