¿Podría una mejor conectividad conducir a una auditoría más precisa?
La auditoría se ha convertido en un proceso digital, lo que supone nuevos retos para los auditores y las empresas con las que trabajan.
Las empresas han experimentado un aumento masivo de los datos que recogen y han invertido en formas de obtener valor a partir de ellos. También han invertido en la planeación de los recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés) y otros sistemas para que los procesos financieros sean más rápidos, más transparentes y más armonizados. A su vez, las empresas quieren que sus auditores utilicen esta tecnología para generar valor y hacer preguntas perspicaces sobre los datos que auditan.
Pero esto no es un proceso sencillo. Las grandes empresas pueden tener sistemas dispares y heredados, lo que dificulta la recopilación de datos, y algunos pueden no estar disponibles en absoluto en formato digital. Los sistemas de ERP ayudan a resolver esto, pero las empresas se encuentran en diferentes etapas de madurez en su implementación. Un problema conexo es que las empresas pueden ser reacias a compartir sus datos con un auditor a menos que tengan plena confianza en que estarán seguros.
Estas empresas, en particular las multinacionales, requieren un enfoque de auditoría coherente, de modo que una auditoría en un lugar sea igual a una auditoría en otro. También quieren comunicaciones más rápidas y más integradas de sus auditores. Estas demandas llevaron a otro desafío importante: ¿cómo puede la tecnología facilitar la coherencia, la transparencia y la mejora de la comunicación de las empresas durante el proceso de auditoría?
Las preguntas que siguieron a estos desafíos fueron:
- ¿Cómo podría la tecnología de EY aumentar la conectividad?
- ¿Cómo podrían los equipos de EY alcanzar el potencial de una auditoría digital conectada a través de la centralización, estandarización y automatización?
- ¿Cómo se podría facilitar una comunicación más rápida?